El uso de residuos mineros como el DβS representa una alternativa innovadora para avanzar hacia métodos constructivos más sostenibles (Flinders University)

Investigadores de Flinders University dieron un paso importante hacia la sostenibilidad en el sector de la construcción mediante la utilización de delithiated β-spodumene (DβS), un residuo minero resultante del proceso de refinado de litio, como ingrediente esencial para la elaboración de concreto ecológico.

Según los estudios desarrollados por la universidad australiana, la incorporación de este subproducto en geopolímeros no solo mejora la resistencia y la durabilidad del concreto, sino que también contribuye a reducir el impacto ambiental generado por el uso de materiales tradicionales en la industria.

Características y beneficios del DβS en el concreto

El equipo encabezado por el Dr. Aliakbar Gholampour de la Facultad de Ciencia e Ingeniería de Flinders University demostró que el DβS, gracias a sus propiedades puzolánicas, es adecuado para integrarse en aglutinantes geopoliméricos.

El DβS contribuye a mejorar la resistencia y durabilidad del concreto, ofreciendo ventajas frente a los materiales convencionales (Flinders University)

Al realizar estudios sobre el comportamiento microestructural del material y experimentar con diferentes proporciones de activadores alcalinos, los especialistas identificaron parámetros óptimos que permiten maximizar tanto la sostenibilidad como la calidad del concreto producido con este residuo.

Uno de los aspectos destacados del DβS es su capacidad para aumentar tanto el rendimiento mecánico como la resiliencia a largo plazo del concreto. Estos resultados, recopilados y publicados por Flinders University, ofrecen una alternativa tangible para el manejo de desechos industriales provenientes de la minería.

El DβS, antes visto como un residuo problemático por su creciente acumulación y su potencial de contaminación para suelos y aguas subterráneas, ahora se proyecta como un recurso valioso para el sector de la construcción, según muestran los hallazgos de la investigación.

Impacto ambiental y aplicaciones en la industria

El impacto ambiental de la innovación presentada es relevante a nivel global. Cada año se producen aproximadamente 25.000 millones de toneladas de concreto convencional, lo que implica el consumo cercano del 30% de los recursos naturales no renovables y contribuye en torno al 8% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero.

El concreto tradicional depende de recursos no renovables y su elaboración tiene un elevado impacto ambiental (Freepik)

La integración del DβS como sustituto parcial de los materiales tradicionales en el concreto reduce considerablemente la demanda de recursos vírgenes y la cantidad de residuos industriales enviados a vertederos, además de disminuir las emisiones asociadas a la producción de cemento.

El Dr. Gholampour subrayó las ventajas ambientales y técnicas del proceso: “Este enfoque no solo mejora las propiedades mecánicas y la durabilidad del concreto geopolimérico, sino que también aborda una preocupación ambiental creciente al desviar el DβS de los vertederos”, de acuerdo con declaraciones recogidas por Flinders University.

Estas aplicaciones, que superan la simple reutilización de residuos, impulsan una economía circular en los sectores minero y de edificación, ya que prevenir el depósito y la acumulación de residuos industriales contribuye directamente a evitar la contaminación ambiental.

El especialista añadió que la reutilización del DβS “ofrece una solución sostenible que reducirá los desechos industriales, prevendrá la contaminación del suelo y el agua subterránea, y apoyará prácticas de economía circular en los sectores minero y de la construcción”.

Integrar DβS en la construcción ayuda a reducir el volumen de residuos y promueve procesos industriales más responsables con el entorno (Imagen Ilustrativa Infobae)

Investigación colaborativa y perspectivas de futuro

El contexto de la investigación es internacional y multidisciplinario. Además del grupo de Flinders University, participaron expertos de la Universidad de Melbourne, así como investigadores de Vietnam, Corea y Argelia.

Los resultados fueron publicados en revistas científicas especializadas como Materials and Structures y Journal of Materials in Civil Engineering, confirmando la relevancia del proyecto. El equipo continúa explorando otras soluciones innovadoras, como la incorporación de fibras sintéticas o el uso de tecnologías de impresión 3D para optimizar las propiedades de los concretos ecológicos, y estudia la aplicación de modelos avanzados de aprendizaje automático para prever el desempeño de nuevos materiales sostenibles.

Mirando al futuro, Flinders University prevé profundizar en la optimización de las mezclas y en el análisis del ciclo de vida de los concretos geopoliméricos desarrollados con DβS. El objetivo es facilitar su adopción a gran escala en la industria y favorecer la transición hacia sistemas constructivos más sostenibles y resilientes.

La reutilización de residuos mineros como el DβS disminuye el impacto ambiental, reduce el consumo de recursos y abre la puerta a concretos de mejores prestaciones y mayor adaptabilidad, en línea con las necesidades actuales de la construcción, según concluye Flinders University.