¿Es posible que organismos casi invisibles del entorno marino impulsen avances clave en alimentación, salud y sostenibilidad agrícola? Investigadores británicos estudian hongos marinos con potencial para transformar la obtención de proteínas, el diseño de medicamentos y el manejo biológico de plagas mediante enfoques innovadores y de bajo impacto ambiental
Es que el potencial de estos organismos comenzó a captar la atención de la comunidad científica internacional. En ese sentido, en la costa suroeste de Inglaterra, la Marine Biological Association (MBA) reunió una colección sin precedentes de más de 500 cepas de estos hongos, con el objetivo de explorar su capacidad para afrontar desafíos globales urgentes. Este trabajo pionero podría sentar las bases de una nueva era en la biotecnología.
Una colección única para estudiar y conservar hongos marinos
El equipo científico de la Marine Biological Association, con sede en Plymouth, recolectó hongos marinos en entornos diversos como agua de mar, sedimentos y algas.
De acuerdo con un artículo de Michael Cunliffe, Profesor de Microbiología Marina, Facultad de Ciencias Biológicas y Marinas, Universidad de Plymouth, publicado en The Conversation, estás más de 500 cepas constituyeron una de las colecciones más completas de su tipo y se almacenaron a -80 °C para garantizar su viabilidad a largo plazo. Los estudios se realizaron bajo condiciones que reproducen las temperaturas costeras locales, lo que permitió analizar su crecimiento y adaptación.
Este trabajo no solo representó un recurso científico de alto valor, sino que también facilitó investigaciones sobre la diversidad y comportamiento de estos hongos. En ese tono, la MBA remarcó que, hasta hace poco, estos organismos fueron mayormente ignorados por la biotecnología, a pesar de su capacidad para producir compuestos útiles y reciclar materia orgánica.
De hongos marinos al auge de las algas
El crecimiento acelerado de la industria europea de algas marinas abrió nuevas posibilidades para integrar los hongos marinos en la economía circular.
Según datos citados por Cunliffe, esta industria podría alcanzar un valor de 9.300 millones de euros en 2030. El cultivo de algas no requiere suelo, agua dulce ni fertilizantes, y contribuye al equilibrio ecológico marino, lo que la convirtió en una alternativa sostenible frente a métodos agrícolas convencionales.
En este contexto, los hongos marinos —especialmente los aislados de algas— desempeñaron un rol clave en el reciclaje de biomasa algal. La MBA investigó diversas combinaciones entre algas y hongos para identificar aplicaciones que aumentaran la eficiencia y sostenibilidad del sector.
Este enfoque buscó convertir residuos algales en productos de alto valor agregado, reforzando la economía circular y disminuyendo el impacto ambiental.
Mycoproteína: alimentación sostenible a base de hongos marinos
La inseguridad alimentaria es un problema creciente en todo el mundo, mientras que la ganadería intensiva genera un considerable impacto ecológico. Como respuesta, la biotecnología basada en hongos ofrece una solución prometedora: la producción de mycoproteína, una fuente proteica obtenida mediante la fermentación de algas con hongos marinos.
Este método es similar al utilizado en productos comerciales actuales, con el cual se pueden obtener alimentos ricos en proteínas sin necesidad de recurrir a la ganadería tradicional. Además de utilizar recursos renovables, esta técnica contribuyó a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas a la industria cárnica. Así, la investigación liderada por la MBA se orientó a desarrollar alimentos sostenibles y nutritivos.
Nuevos fármacos: antibióticos a partir de hongos marinos
La creciente resistencia a los antibióticos representa una amenaza para la salud pública mundial, ya que dificulta el tratamiento de infecciones comunes. En este escenario, los hongos marinos, que naturalmente producen compuestos para protegerse de otros microorganismos, se presentan como una fuente potencial de nuevas soluciones farmacológicas.
El equipo de la Marine Biological Association inició una búsqueda de moléculas novedosas en estos hongos con el objetivo de combatir infecciones resistentes. Esta línea de investigación responde a la urgencia de hallar alternativas ante la pérdida de eficacia de los antibióticos convencionales, posicionando los ambientes marinos como un reservorio biotecnológico de gran interés.
Agricultura ecológica: pesticidas derivados de compuestos fúngicos
Las plagas y enfermedades agrícolas provocaron importantes pérdidas económicas y amenazan la seguridad alimentaria global. El uso intensivo de pesticidas químicos genera, asimismo, resistencia en las plagas y efectos adversos sobre especies beneficiosas. En este contexto, la ciencia busca métodos más sostenibles para el control fitosanitario.
Es por eso que, los compuestos químicos producidos por hongos marinos sirvien como base para desarrollar pesticidas ecológicos, ya que permiten controlar plagas sin comprometer la biodiversidad ni la sostenibilidad de los cultivos. La MBA estudia cómo aprovechar este arsenal bioquímico para generar métodos de control biológico eficaces y respetuosos con el medio ambiente.
Este trabajo no solo amplia el conocimiento sobre la diversidad fúngica marina, sino que también establece una base sólida para aplicaciones prácticas en alimentación, salud y agricultura.