El Gobierno finalmente extendió la baja de retenciones que había anunciado como temporaria a principio de año. Reuters

La decisión del Gobierno de extender finalmente la baja de retenciones que anunció de manera temporal a principio de año podría implicar un ingreso de dólares adicional por liquidación de granos en la próxima campaña cuya siembra comenzará en los próximos meses. En el mercado estiman que eso redundaría en unos USD 4.000 millones más.

El mes que se termina asoma como el julio con mayor cantidad de granos vendidos al exterior en los últimos 20 años, de acuerdo a fuentes de la industria cerealera. En el sector privado creen que habrá dos efectos en el agro por la extensión de la baja de alícuotas de derechos de exportación: sobre la cosecha gruesa del año próximo, y este año una aceleración de ventas de granos remanentes, que suman unos USD 14.000 millones.

Sobre el primer aspecto, mencionan que una baja de retenciones puede hacer aumentar la cantidad de superficie sembrada de cara a la próxima campaña, lo que implicaría un mayor volumen de producción, por unos 13 millones de toneladas adicionales, unos 10 millones explicadas en soja y 3 millones, en maíz. Son dólares que ingresarán a la economía, en todo caso, en la primera mitad de 2026.

Para los próximos meses el efecto es más difuso, principalmente porque el carácter temporario del recorte de alícuotas anunciado en enero hizo acelerar y anticipar todo lo posible a los productores la venta de granos a las exportadoras. Las necesidades de ventas para afrontar gastos (principalmente el arrendamiento del campo) volverán a ser relevantes entre septiembre y octubre.

En el mercado permancería la duda sobre si la letra chica del decreto que el Poder Ejecutivo deberá publicar en el Boletín Oficial -se estima que suceda entre el miércoles y el jueves– sostendrá esa exigencia de liquidación dentro de los 15 días hábiles, una de las condiciones que tenía la baja de retenciones del primer semestre. Entre los operadores agropecuarios creen que ese plazo seguirá en 30 días hábiles, como era antes de que Economía acortara ese proceso para hacer más rápido el ingreso de divisas.

Mejora del tipo de cambio al agro por la baja de retenciones. (Fuente: PPI)

Una diferencia entre la ventana temporal que rigió entre fines de enero y fines de junio y esta nueva rebaja anunciada será el factor cambiario: el tipo de cambio real mejoró a partir de la suba del dólar oficial de las últimas semanas, que llevó a la divisa en torno de los $1.300.

Durante los últimos días de julio, el anuncio oficial de una rebaja permanente en los derechos de exportación para los principales productos agropecuarios abrió nuevas expectativas en el sector. Portfolio Personal Inversiones (PPI) consideró que el momento elegido para comunicar la medida resultó clave por dos razones.

En primer lugar, generó alivio en los márgenes del negocio agropecuario, especialmente en zonas alejadas de la región núcleo, donde esos márgenes se encontraban comprimidos e incluso negativos. Este cambio, evaluó la consultora, podría impactar positivamente en las decisiones de siembra temprana y tardía de la campaña 2025/2026, ya que esas etapas aún no comenzaron.

Según PPI, el ajuste también podría fomentar ventas de granos y oleaginosas acopiados por parte de los productores, lo que daría lugar a un incremento de las exportaciones. Sin embargo, aclaró que “no queda claro que el efecto neto en el mercado de cambios sea positivo”, al menos en el corto plazo. Aún así, la entidad destacó que la decisión de reducir de forma permanente las retenciones tendrá un costo fiscal anual estimado de apenas el 0,2% del PBI, una magnitud que, a su juicio, no pone en riesgo el superávit fiscal.

PPI interpretó que la medida no provocaría un efecto macroeconómico inmediato, aunque fue considerada una “señal de ordenamiento macro en el sentido correcto”. Para la consultora, la rebaja en retenciones constituye “solo el preludio de las reformas estructurales que vendrían luego de las elecciones legislativas”.

Equilibra, por su parte, analizó el efecto que la baja en los derechos de exportación podría tener en los contratos de arrendamiento agrícola. Según su estimación, la mejora teórica en ese frente sería significativa, aunque todavía no existan precios de mercado disponibles para confirmar esa proyección. El arrendamiento potencial, calculó, pasaría de 225 a 271 dólares por hectárea, lo que representaría una mejora del 21 por ciento.

Ese cambio permitiría reducir la distancia con los valores de mercado. En julio de 2025, Equilibra había relevado una brecha del -31% entre el precio de mercado y el valor teórico del arrendamiento. Con la nueva estructura impositiva, esa diferencia se achicaría al -17%. La consultora consideró que este nuevo escenario podría cambiar la lógica de muchas decisiones productivas en las próximas campañas, particularmente en zonas donde la ecuación económica se encontraba más deteriorada.

Durante julio, las liquidaciones de divisas por parte del sector agroexportador mostraron un desempeño destacado, impulsadas en parte por las ventas anticipadas previas a la rebaja de retenciones. Según Suramericana Visión, en lo que va del mes se acumularon liquidaciones por un total de USD 3.788 millones, superando los USD 3.706 millones de junio y ubicándose como el segundo mayor registro mensual desde 2002. El único valor más alto fue el de septiembre de 2022, cuando comenzó el programa dólar soja I, con un pico de USD 8.120 millones.

La consultora advirtió, sin embargo, que esta dinámica no se sostendría en lo que resta del mes. El motivo es el vencimiento del plazo para liquidar las ventas anticipadas declaradas antes del fin de la rebaja temporal de retenciones, que regía hasta el 30 de junio. A partir de esta semana, se espera una merma sensible en las liquidaciones, que podrían reducirse a poco más de la mitad del promedio observado hasta ahora en julio. Ese recorte afectaría el flujo de divisas hacia el mercado y podría influir en las expectativas cambiarias en el corto plazo.

Para Javier Preciado Patiño, consultor y ex subsecretario de Mercados Agropecuarios, “el anuncio de Milei redobla la apuesta, pensé que lo lógico era anunciar la prórroga el 30 de junio, pero como dice que son permanentes, el productor ya no tiene la pistola en la cabeza de vender hasta tal día porque sino después suben y pierden plata, por lo que el mercado va a operar más normalmente”, consideró.

Y en ese sentido señaló que desde ahora los productores tomarán sus decisiones “en términos de los precios esperados, tipo de cambio, si los precios internacionales suben o no, de la demanda real de los exportadores”, por lo que “no va a haber una ‘puerta 12′ para salir a vender porque un día se acaba la promoción», concluyó.