El peso de los servicios públicos en el presupuesto de los hogares del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) experimentó en septiembre una disminución significativa en relación a agosto, impulsada principalmente por la caída en el consumo de gas y energía eléctrica tras el fin del invierno.
Así, según el Instituto Interdisciplinario de Economía Política -IIEP- (UBA-Conicet), un hogar promedio sin subsidios destinó $173.625 a cubrir sus necesidades de energía, transporte y agua potable, lo que representa una baja del 7,7% respecto de agosto. No obstante, este monto resulta 26% superior al registrado en septiembre de 2024.
El desagregado de gasto mensual por servicio quedó de la siguiente manera:
- Gas: $34.765 (-19,3% respecto a agosto)
- Energía eléctrica: $33.703 (-17,6%)
- Transporte: $74.692 (+2,3%)
- Agua: $30.466 (-2,3%)
El análisis de la evolución mensual indica que la reducción del gasto en la canasta total se explica, en gran medida, por la menor demanda de gas y electricidad, ya que la estacionalidad dejó atrás los meses de mayor consumo.
En el caso del gas, aunque el cuadro tarifario se incrementó en 3,1% para el cargo fijo y 1,6% para el variable, la disminución en las cantidades consumidas compensó el impacto de las subas.
De manera similar, la energía eléctrica registró un descenso en el consumo, mientras que las tarifas aumentaron 3% en el cargo fijo y 1,5% en el variable.
El transporte público también mostró variaciones. El boleto de colectivos en las líneas de la Ciudad de Buenos Aires se ajustó en septiembre con un incremento de 3,9%, resultado de la fórmula Índice de Precios al Consumidor (IPC) más un 2%.
En contraste, las líneas interjurisdiccionales, bajo jurisdicción nacional, no modificaron su tarifa respecto del mes anterior, aunque acumulan un 22% de aumento en los últimos tres meses. Como consecuencia, el costo promedio ponderado del boleto de colectivos subió 2,3% en septiembre.
En cuanto al servicio de agua, el cuadro tarifario se incrementó, pero el consumo se ajustó a la cantidad de días del mes, ya que septiembre cuenta con 30 días, uno menos que agosto.
Esta combinación de factores permitió que la reducción en las cantidades consumidas superara el efecto de los aumentos tarifarios en todos los servicios públicos.
El informe del IIEP señala que la canasta de servicios públicos del AMBA, desde diciembre de 2023 hasta septiembre de 2025, acumula una suba del 526%, mientras que el nivel general de precios avanzó 164% en el mismo período. En lo que va de 2025, la canasta registra un aumento del 24%, superando la inflación acumulada del 21%.
Al desglosar el aumento interanual por servicio, el transporte lidera con un 33% de incremento respecto a septiembre de 2024, superando el índice de precios al consumidor estimado. El agua y el gas natural aumentaron 23% cada uno, mientras que la energía eléctrica lo hizo en 18%.
El gasto en transporte aportó 13 puntos porcentuales al incremento interanual total de 26 puntos, seguido por la energía eléctrica y el agua, con 4 puntos porcentuales cada uno, y el gas, con los 5 puntos porcentuales restantes.
De esta manera, la canasta de servicios públicos de septiembre representa el 11,1% del salario promedio registrado estimado para el mes, que asciende a $1.564.013. Con ese ingreso, un trabajador puede adquirir 9 canastas de servicios públicos, frente a las 7,8 canastas que podía comprar en septiembre de 2024. El transporte constituye el 43% del gasto total en servicios públicos, duplicando la incidencia de cualquiera de los otros servicios sobre el salario.
Vale mencionar que en promedio, las tarifas de servicios públicos que pagan los hogares del AMBA cubren el 50% de los costos reales, por lo que el Estado asume el 50% restante mediante subsidios. Esta proporción, sin embargo, varía según el segmento de hogares y el tipo de servicio.
Esto se da aún en un contexto de quita de los subsidios económicos. Los destinados a los sectores de agua, energía y transporte experimentaron una reducción nominal del 35% anual acumulado a septiembre, lo que implica una caída real del 54% anual.
Los subsidios a la energía, que representan el 67% del total acumulado, se redujeron 44% en términos nominales y 61% en términos reales en el último año.
Para el próximo año, el IIEP afirmó: “El presupuesto contempla una reducción relativa de los subsidios a energía y transporte respecto a lo previsto en el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), con el objetivo de avanzar en la consolidación fiscal. En electricidad, se estima que los usuarios financiarán en 2026 alrededor del 80,5% del costo de generación, mejorando la cobertura respecto al 65% proyectado para el cierre de 2025″.
Sin embargo, “esta mejora requiere aumentos tarifarios, reducción de costos, mejor focalización de los subsidios o una combinación de estas medidas. Las proyecciones presupuestarias advierten que los subsidios energéticos están fuertemente condicionados por la evolución del tipo de cambio y los precios internacionales del petróleo”, añadió.