A 85 años de su inauguración, la Bombonera se prepara para sufrir una de las modificaciones que promete ser histórica. La tan esperada ampliación está cada vez más cerca y este medio tuvo acceso exclusivo a detalles de lo que acontecerá en los próximos meses con las obras que llevarán al estadio Alberto J. Armando a aumentar su aforo y modernizarse sin tener necesidad de comprar propiedades aledañas o mudarse de barrio.

No habrá Bombonera 360, ni nuevo estadio en la Isla Demarchi, ni Proyecto Esloveno. Desde hace tiempo, Juan Román Riquelme tiene guardado bajo llave un master plan que contempla la ampliación de la cancha basándose fundamentalmente en la demolición de la zona de palcos y plateas preferenciales que dan a la calle Dr. del Valle Iberlucea para levantar una nueva edificación en ese sector, cerrar el anillo y así modernizar el estadio sin necesidad de comprarles las propiedades a los frentistas tal como había prometido hace algún tiempo.

De esta manera, quedarán obsoletos los diseños antes mencionados. El 360 había sido el caballito de batalla de Jorge Ameal durante la campaña de 2019, con el ex presidente del Departamento de Obras Carlos Navarro. El de la Isla Demarchi lo había presentado el ex candidato a presidente Jorge Reale, quien finalmente no participó en las últimas elecciones de 2023. Y el Proyecto Esloveno es el boceto del socio Fabián Fiori, que no llegó a pertenecer a ningún grupo político del club.

El plan secreto de Riquelme para ampliar la Bombonera (AP Photo/Gustavo Garello)

Tal como había anticipado Infobae, en Boca está a punto de iniciarse una fase previa de obras en las zonas externas a la Bombonera. Esta instancia contempla la remodelación de varias puertas de acceso al predio y el recinto en sí, la pavimentación de zonas de tierra para estacionamientos e iluminación en casi todas las zonas contiguas, el levantamiento de paredones perimetrales y la refacción de sectores internos donde se montará un nuevo patio de comidas que antecederá a la inauguración del Hard Rock Café.

Una vez que se concluyan con estas tareas, es muy posible que la dirigencia presente oficialmente el proyecto de ampliación, que podría arrancar sobre el final de 2025 o directamente en 2026. Riquelme sabe que además de dar un golpe de efecto a nivel deportivo también necesita uno en el plano institucional y, un tema tan delicado y esperado por los socios e hinchas como la remodelación de la Bombonera, aparece como una estrella en el horizonte casi tan importante como la ansiada séptima Copa Libertadores.

Primeramente hay que recordar que este plan tomó impulso desde fines del año pasado, cuando la Legislatura porteña quitó de la nómina de inmuebles históricos al estadio Alberto J. Armando, lo que hubiera imposibilitado refaccionarlo. Fue mientras estaba en pleno estudio el proceso para recaudar los fondos para materializarlo. Los contadores de la institución de la Ribera creen que con la venta de los nuevos palcos, por tres años, Boca podrá recaudar la suma para completar la totalidad de la obra, que estaría por debajo de los 100 millones de dólares. Este no será el único recurso, ya que además hay cuatro o cinco empresas nacionales que levantaron la mano para financiar el proyecto de ampliación, entre los que se encuentra un importante banco, ya que comprenden que el propio club actúa como garantía.

Así quedará una de las puertas de acceso que se remodelarán en los próximos meses, antes de la obra mayor

A priori, la Bombonera no modificará su nombre tal como sucedió con el Monumental de River Plate que hoy porta también un sponsor. De todas formas, la cúpula directiva no descarta que alguna marca pueda sumarse al plan ya que no romantizan la originalidad de su denominación, recordando que hubo un tiempo en el que el Alberto J. Armando se llamó Camilo Cichero, en honor al ex presidente boquense que colocó la piedra fundamental para la construcción del mítico estadio.

Alguien que a menudo recorre las entrañas de la cancha de Brandsen 805 ventiló que está todo medido, metro por metro, para llevarse a cabo: “No vamos a jugar con la ilusión de la gente mostrando una maqueta 3D que se ve espectacular y después no se puede construir o hay que hacerla en otro lado“. A pesar de que se generó algún debate interno, sobre todo porque el hoy vicepresidente Ameal había presentado su propio plan, lo que nunca estuvo en negociación para la actual comisión directiva fue la mudanza de barrio.

Respecto a las cuestiones técnicas, uno de los puntos más salientes e importantes para los hinchas es el aforo. Con algunos lugares que se generaron en los últimos años, sobre todo con la remoción de butacas de la Platea K (tercera bandeja Norte), la Bombonera está habilitada hoy para más de 56.000 espectadores. El plan de Riquelme contempla que la nueva cancha tendrá capacidad para entre 71.000 y 83.000 personas. Esta oscilación se debe a cuestiones reglamentarias impuestas por la FIFA, que requieren un mínimo de porcentaje de asientos en cada cancha. Por esto, aguardarán a recibir los permisos pertinentes antes de confirmar la capacidad total.

“Ojo, no es tratar de meter la mayor cantidad de gente posible. Hay que estar preparados para lo que generará tener 20 mil personas más un día de partido. La idea no es que la gente esté incómoda y prefiera verlo desde su casa”, fue otra de las apreciaciones que hicieron desde adentro.

La Bombonera está en vías de sufrir uno de los cambios más importantes de su historia (JUAN MABROMATA / AFP)

“A los vecinos no les voy a golpear la puerta para que se vayan de su casa”, fue una de las últimas frases con las que Riquelme hizo referencia a la hipotética compra de las propiedades sobre la calle Iberlucea que facilitarían las obras. Su discurso cambió, ya que en el inicio de su gestión había insinuado que intentaría llegar a un acuerdo con los vecinos para que todas las partes queden conformes. Y esto se debe a que el nuevo proyecto evitará ocupar espacios que no estaban contemplados.

El corazón del master plan, con un simbolismo entre líneas de remover por completo la obra de palcos que Mauricio Macri había inaugurado en 1996, paradójicamente el mismo año del debut profesional de Riquelme en Boca, consiste en tirar abajo toda la línea que recorre la calle Iberlucea y, al mismo tiempo, correr unos metros el campo de juego hacia la orientación de las vías y la calle Irala. La platea preferencial baja se cerrará y habrá una segunda línea de plateas que serán la base de los nuevos palcos. A diferencia de los actuales, que llegaban hasta el tope de las segundas bandejas populares, los nuevos palcos tendrán una altura mayor y alcanzarán las terceras bandejas.

La Bombonera pasará a tener de 86 a 240 palcos, lo que incrementará la capacidad de ese sector en aproximadamente 5.000 personas. Además de espacio interior, los nuevos palcos contarán con balcones exteriores. Estas nuevas gradas solamente ocuparán espacio aéreo sobre la calle Iberlucea, por lo que cumplirá con las normas permitidas y no interferirán en el tránsito peatonal o vehicular. Aseguraron que no ocuparán ni siquiera diez centímetros de más respecto a lo que se firmó en 1995 con el gobierno porteño para iniciar la obra de los actuales palcos. Las nuevas plateas generarán espacio para más de 10.000 espectadores. En los extremos, se instalarán ascensores para el uso del público.

Imágenes de los planos oficiales de lo que será el palco institucional ubicado en la Platea Media

Los bancos de suplentes se moverán enfrente, por lo que la nueva platea baja del lado de Iberlucea llegará a la altura del campo de juego (actualmente hay un espacio VIP vidriado a los costados de los bancos). El túnel para la salida de los equipos se unificará y quedará anulado el de los visitantes, por lo que podrá efectuarse el “ingreso FIFA” sin que el rival de Boca recorra el costado del campo de juego. En tanto, los suplentes y cuerpos técnicos evitarán cruzar todo el campo para ubicarse en sus respectivos bancos.

En cuanto a las populares, se cerrará el espacio libre en los codos (altura de los córners), se modificará la caída de la popular baja, se rectificará el alambrado (no tendrá más curvatura) y se acercará lo máximo posible al campo de juego ya que no habrá más túnel visitante en la tribuna Sur. Estas modificaciones llevarán a ganar unos 10.000 lugares extras.

La nueva Bombonera tendrá otros chiches. Desde una pantalla led de 360° que recorrerá toda la cancha en su espacio interior hasta un techo que cubrirá la tercera bandeja popular en su totalidad. Hay que mencionar que el desarrollo de la obra más importante llevará al equipo a mudar su localía. Todavía no existen precisiones respecto al tiempo en el que Boca actuará fuera de su estadio, pero estiman que el período abarcará entre tres y seis meses. En tanto, no existen acuerdos con gobernaciones o clubes para jugar en otras canchas, pero las primeras alternativas que aparecen son el Único de La Plata (provincia de Buenos Aires), el Nuevo Gasómetro de San Lorenzo y el José Amalfitani de Vélez Sársfield (dentro de Capital Federal).

LOS 18 PUNTOS DE LA AMPLIACIÓN DE LA BOMBONERA

Por las obras la Bombonera aumentará considerablemente su aforo

  • Calculan que la obra costará menos de 100 millones de dólares con todas las comodidades y lujos
  • Los contadores del club calculan que con tres años de preventa de palcos alcanzaría el dinero para llevar a cabo la totalidad de la obra, pero entre cuatro y cinco empresas argentinas se ofrecieron a financiarla
  • La capacidad pasará de 56.000 a 71.000/83.000 espectadores (esto dependerá de las exigencias de la FIFA por el mínimo número de asientos)

Las obras, al detalle: dónde se realizará cada una

  • Los permisos del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires están (la Legislatura porteña la quitó de una nómina de inmuebles históricos protegidos)
  • El proyecto no contempla la compra de medias manzanas en la calle Iberlucea ni otras propiedades aledañas

  • El master plan contempla que el campo de juego se corra unos metros para el lado de las vías y así se hará lugar para las nuevas plateas y palcos
  • Las actuales plateas preferenciales y palcos de la calle Iberlucea se van a demoler por completo y los nuevos tendrán una altura con la que llegarán a la tercera bandeja de populares
  • La Bombonera pasará de tener 86 a 240 palcos
  • Las nuevas plateas preferenciales llegarán hasta el césped al igual que la Platea L ya que los bancos de suplentes se mudarán enfrente (habrá un anillo de seguridad que dará toda la vuelta al campo de juego)
  • Por encima de las nuevas plateas preferenciales se construirán palcos que contarán con espacio interior y un balcón exterior

  • Los bancos de suplentes se instalarán del lado de la Platea L y habrá un único túnel de salida para ambos equipos
  • El túnel visitante quedará anulado, lo que permitirá acercar la popular baja lo máximo posible al campo de juego (tendrá una caída diferente, lo que generará 10 mil lugares más)
  • No habrá más espacios libres en los córners, sector en el que además se instalarán ascensores
  • Los pupitres de prensa ya no estarán más sobre la Platea Media contiguos a la tribuna Natalio Pescia y se reubicarán del lado de la calle Iberlucea
  • Se gana espacio aéreo sobre calle Iberlucea: se llega al borde de la vereda y apenas unos centímetros de calle en espacio aéreo, algo que está autorizado desde 1995 cuando se firmó la construcción (solamente falta el OK de obra)

  • Se montará un techo que cubrirá la tercera bandeja de toda la cancha y una pantalla LED que dará toda la vuelta
  • La localía podría mudarse entre tres y seis meses con sede a definir (surgen como posibilidades el Único de La Plata, San Lorenzo y Vélez)
  • Naming: en primera instancia, se intentará financiar la obra con la preventa de palcos para no recurrir a préstamos o financiación de empresas, aunque no se descarta que la Bombonera lleve el nombre de algún sponsor