El salario promedio se ubicó en $1.556.592 en octubre. REUTERS/Irina Dambrauskas

La dinámica entre el salario y el acceso a los alimentos suele reflejar el pulso de la economía en la vida cotidiana. Cambios en los precios y en el poder adquisitivo impactan directamente en la mesa de los hogares y en el margen de maniobra de los productores.

Un reciente informe de Coninagro asegura que hubo una mejora del poder de compra frente a productos clave de la canasta básica en el último año y medio, aunque advierte sobre el contraste que esto genera en el sector productivo.

El análisis de la entidad se centra en la evolución del poder adquisitivo medido a través del salario promedio de los trabajadores estables, utilizando el índice Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (RIPTE), que elabora el Ministerio de Capital Humano. Así, el salario promedio se ubicó en $1.556.592 en octubre.

Un reciente informe de Coninagro asegura que hubo una mejora del poder de compra frente a productos clave de la canasta básica en el último año y medio. REUTERS/David Ryder/Foto de archivo

Entre los productos que más reflejaron una mejora se encuentra la yerba mate. En palabras del reporte, “en octubre de 2025, el salario permitió comprar casi el doble que un año y medio atrás: pasó de 356 a 658 paquetes de medio kilo, marcando un salto del 85% en su poder de compra”.

La leche también mostró un buen desempeño. El poder de compra respecto a este producto creció un 71,7%, ya que el salario promedio pasó de alcanzar 583 sachets de un litro en marzo de 2024 a 1.001 unidades en octubre de 2025.

El aceite de girasol, otro bien fundamental en la canasta básica, permitió adquirir 81 botellas más que un año y medio antes, lo que representa un incremento del 34% en términos reales.

En el asado se observó un avance del 21,5% en el poder adquisitivo. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Incluso en rubros de mayor valor, como el asado, se observó un avance del 21,5% en el poder adquisitivo. La mejora permitió sumar 24 kilos adicionales respecto al período de referencia.

En el caso del huevo, el avance fue del 34%, con un salto de 293 a 318 docenas que podían adquirirse con el salario promedio.

El pan también registró una mejora del 28%, pasando de 319 a 408 kilos posibles de comprar entre marzo de 2024 y octubre de 2025.

A pesar de los datos positivos para los consumidores, el informe advierte sobre el impacto de esta dinámica en los productores. Coninagro señala: “Mientras que del lado de los consumidores la combinación de la recuperación del salario real y el rezago en el precio de los alimentos ha permitido mejorar el deteriorado poder de compra, para los productores de algunos alimentos este atraso relativo en los precios representa una dificultad”.

Las dificultades se presentan con mayor intensidad en productos como el arroz, el vino y la yerba mate, donde los costos han crecido por encima de los precios, afectando la rentabilidad de los productores.

Según el informe, en el último año el arroz perdió el 43,6% de su valor real, la papa el 40,2% y la cebolla el 25%. Estas situaciones se replican en diversas economías regionales que abastecen el mercado interno argentino.

Los salarios formales perdieron contra la inflación en octubre. REUTERS/Francisco Loureiro

Plantean a su vez un posible cambio de tendencia. “La mejora del poder adquisitivo de los salarios, más temprano que tarde, se está traduciendo en un incremento de la demanda y el consumo de alimentos, beneficiando a las economías regionales”, sostiene Coninagro.

Vale mencionar que en octubre, el índice de salarios del Indec mostró un aumento mensual del 2,5%, lo que implicó una suba de 0,2 puntos porcentuales por encima de la inflación del período, que fue del 2,3%. Sin embargo, el dato agregado oculta fuertes diferencias entre los distintos segmentos del mercado laboral.

El avance mensual del índice general se explicó por incrementos del 2,1% en el sector privado registrado, del 1,9% en el sector público y del 4,2% en el sector privado no registrado.

De este modo, en promedio, los trabajadores registrados perdieron poder adquisitivo frente a la inflación durante el décimo mes del año: la brecha fue de 0,2 puntos porcentuales en el caso de los asalariados privados y de 0,4 puntos en el de los empleados públicos.

Índice de Salarios del Indec- octubre

Así, el desempeño positivo del índice general de salarios se explica exclusivamente por la dinámica del empleo informal.

No obstante, cabe una aclaración clave: la medición de los ingresos no registrados presenta un rezago de cinco meses, por lo que el aumento del 4,2% informado por el Indec corresponde en realidad a mayo, cuando el IPC avanzó un 1,5%.

También es importante mencionar que las tarifas de los servicios públicos representan una parte cada vez mayor de los presupuestos de las familias, lo que deja menos espacio para otros consumos.