A lo largo de 2025 tendrán lugar doce plenilunios, uno por cada mes. Este evento evita otros conocidos como la Luna Azul (cuando ocurren dos lunas llenas en un mes) o la ausencia de estas, que a veces afecta a febrero.
La próxima luna llena del año tendrá lugar el 12 de mayo de 2025, y será el segundo plenilunio de la primavera. Según el calendario lunar, este fenómeno ocurrirá por la tarde, permitiendo que la Luna alcance su máxima iluminación al asomarse por el horizonte.
Calendario de Lunas Llenas en 2025
- 14 de enero: Luna llena en Cáncer
- 13 de febrero: Luna llena en Leo
- 14 de marzo: Luna llena en Virgo
- 13 de abril: Luna llena en Libra
- 12 de mayo: Luna llena en Escorpio
- 11 de junio: Luna llena en Sagitario
- 10 de julio: Luna llena en Capricornio
- 9 de agosto: Luna llena en Acuario
- 7 de septiembre: Luna llena en Piscis
- 7 de octubre: Luna llena en Aries
- 5 de noviembre: Luna llena en Tauro
- 5 de diciembre: Luna llena en Géminis
¿Qué ocurre durante una Luna Llena?
La Luna llena es un fenómeno astronómico que ocurre cuando la Tierra se encuentra entre el Sol y la Luna, permitiendo que esta última reciba la luz solar en su totalidad y se muestre completamente iluminada desde nuestra perspectiva.
Este evento no solo tiene un impacto visual, sino que también ha sido asociado a efectos emocionales y psicológicos en las personas. Según las tradiciones, el plenilunio es un momento propicio para reflexionar, agradecer y cerrar ciclos, ya que se cree que la luz de la Luna Llena ilumina aspectos ocultos del subconsciente, brindando claridad emocional.
Además, se señala que la Luna llena puede influir en el estado de ánimo y el comportamiento. Algunas personas reportan dificultades para dormir o un aumento en la intensidad de sus sueños durante esta fase lunar.
También se ha observado que quienes son más sensibles a sus emociones pueden experimentar cambios de humor más marcados, especialmente cuando la Luna Llena se encuentra en signos zodiacales de agua o en conjunción con planetas como Neptuno o Plutón, que están asociados a la intensidad emocional.
Efectos y duración del plenilunio
El efecto de la Luna Llena no se limita a la noche en la que alcanza su punto máximo (cénit), sino que puede sentirse desde un día antes hasta un día después. Se extiende durante tres días: el anterior, el cénit y el posterior.
Durante este intervalo, muchas personas reportan alteraciones del sueño, incremento en la intensidad de los sueños o cambios en el estado de ánimo. Algunas explicaciones culturales hablan incluso de los “alunados”, es decir, aquellas personas que experimentan cambios de humor durante el plenilunio.
Posteriormente, la Luna entra en su fase menguante, un período que invita a la introspección, la reflexión y la limpieza, tanto física como emocional. Esta transición marca un cambio en la energía asociada al ciclo lunar, pasando de la expansión y la acción del plenilunio a un estado más introspectivo y calmado.
Además, se destaca que las lunas llenas suelen ser momentos ideales para celebrar los logros, soltar cargas emocionales y conectar con las energías naturales que rigen estos ciclos.