
Durante el segundo trimestre de 2025, todas las provincias argentinas registraron incrementos en sus gastos públicos, aunque con fuertes diferencias entre jurisdicciones. Según un informe elaborado por Politikon Chaco en base a datos oficiales de la Dirección Nacional de Asuntos Provinciales (DNAP) y el INDEC, los mayores aumentos reales interanuales se observaron en Formosa (+37,9%), Tucumán (+35,2%), Tierra del Fuego (+33,5%) y Santiago del Estero (+31,2%).
Estas cuatro provincias fueron las únicas con subas superiores al 30% en términos reales interanuales. Detrás se ubicaron Chubut (+28,6%), Corrientes (+27,4%), Jujuy (+25,9%) y San Juan (+24,6%). En el extremo opuesto, Buenos Aires y Misiones fueron las que menos expandieron el gasto, con aumentos de apenas 4,7% y 6,3%, respectivamente.

El gasto total consolidado de provincias y CABA ascendió a $55,9 billones al segundo trimestre del año, lo que representa una expansión real interanual del 13,2% respecto de 2024. Sin embargo, si se compara con el mismo período de 2023, las erogaciones todavía se ubican 13,7% por debajo.
El informe de la consultora detalla que los Gastos Corrientes, que explican el 91,8% del total, crecieron 11,7% en términos reales, impulsados principalmente por un fuerte aumento en Servicios no Personales (+128,4%), seguido por Prestaciones de la Seguridad Social (+14,7%) y Transferencias Corrientes (+7%). En cambio, se observaron caídas en Bienes de Consumo (-37,5%) y Intereses de la deuda (-21,9%).
Por su parte, el Gasto de Capital —que representa el 8,2% del total— aumentó 33,8% real interanual, con subas en Inversión Real Directa (+50,6%) y Transferencias de Capital (+5,9%).
El panorama de los ingresos
Aunque el foco del informe está puesto en el gasto, Politikon Chaco también relevó el desempeño de los ingresos provinciales. En este caso, Río Negro encabezó el ranking con una suba real de 11,3% interanual, seguida por Chaco (+8,1%), Tucumán (+7,6%) y Corrientes (+7,6%).
En total, catorce provincias tuvieron aumentos de entre 0,2% y 7%, mientras que San Juan, San Luis, Mendoza y Jujuy fueron las únicas que mostraron caídas.

El informe destaca que el crecimiento de los ingresos estuvo impulsado principalmente por los tributos provinciales y las regalías. En tanto, los ingresos totales consolidados de provincias y CABA llegaron a $56,5 billones, con una expansión real interanual del 2,5% respecto al mismo trimestre del año pasado.
Resultados fiscales: 13 provincias con superávit financiero
A pesar del incremento del gasto, el consolidado provincial mantuvo un superávit financiero equivalente al 0,07% del PBI, aunque menor al registrado en 2024. De las 22 jurisdicciones consideradas (excluyendo La Pampa y Neuquén, sin datos disponibles), 13 cerraron el trimestre con superávit financiero y nueve con déficit.
Entre las provincias con mejor desempeño fiscal se destacan CABA (14,7% de superávit sobre ingresos totales), Jujuy (12,8%) y Santiago del Estero (10,7%). En cambio, los déficits más profundos se observaron en Buenos Aires (-5,7%), Chaco (-7,6%) y Tierra del Fuego (-8,9%).
En términos primarios (sin intereses de deuda), también 13 provincias mantuvieron superávit. Los más altos fueron los de CABA (15,5%), Jujuy (14,5%) y Santiago del Estero (10,8%).
El consolidado general mostró un resultado primario equivalente al 2,6% de los ingresos totales, frente al 12,5% del año anterior.
Expansión del gasto y superávits más débiles
De acuerdo con la consultora, aunque el gasto público provincial creció más rápido que los ingresos, las provincias mantuvieron superávit por séptimo año consecutivo en términos primarios y por quinto en términos financieros, aunque con márgenes cada vez menores.
“El consolidado de provincias y CABA presentó una expansión de los ingresos del 2,5% real interanual, mientras que el gasto total lo hizo en 13,2% real. Esta dinámica fue inversa a la del segundo trimestre de 2024, cuando tanto ingresos como gastos cayeron, pero con mayor profundidad en las erogaciones”, subrayó el reporte.
De esta manera, el resultado fiscal agregado fue positivo, pero con un deterioro significativo respecto de 2024, cuando los superávits primario y financiero habían representado 12,5% y 10,4% de los ingresos totales, respectivamente.
