El salto cambiario de julio fue el más grande desde diciembre de 2023.

El mes de julio fue turbulento para los inversores debido al ascenso del dólar, que devolvió la incertidumbre al mercado. Con el tipo de cambio como referencia, se dio un un panorama complejo marcado por resultados dispares según el tipo de activo. Pese a la desaceleración de la inflación, la inestabilidad en el mercado cambiario motivó un viraje hacia decisiones más tácticas y selectivas, que consumió gran parte del rebote de acciones y bonos a lo largo del mes.

Un dólar más próximo al techo de las bandas de libre flotación llevó a anticipar un segundo semestre de mayor selectividad en las carteras de inversión.

El dólar terminó el jueves 31 con un ascenso contundente, el más amplio en un solo día en más de tres meses (+4,5%), que deja abierto el interrogante acerca de cuál será el recorrido de la divisa en el corto plazo, ahora a solo 6% u 83 pesos del “techo” de las bandas de libre flotación.

El dólar mayorista cerró a un récord nominal de $1.374, con alza de 169 pesos o un 14%, para redondear el mes de mayor suba desde diciembre de 2023 (+124,3%). También en un nuevo máximo nominal, el dólar al público ascendió a $1.380 para la venta en el Banco Nación. A lo largo de julio escaló 165 pesos o un 13,6 por ciento. La cotización del dólar blue ascendió 120 pesos o un 9,9%, a $1.335 para la venta, con lo cual el billete informal quedó por debajo del resto de las cotizaciones, incluso del dólar mayorista, con una brecha cambiaria negativa.

En ese marco, el S&P Merval de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires ganó 16,3% en pesos, en los 2.319.511 puntos, superior a la del dólar mayorista (+14%, a $1.374).

Al tamizar esta ganancia por el ascenso del dólar, los ADR y acciones de empresas argentinas que son negociadas en Wall Street con mayoría de alzas, entre las que destacaron Transportadora Gas del Sur (+10,8%), Pampa Energía (+8,8%), Ternium (-8,7%) y Edenor (+8,5%). Entre las perdidas resaltaron Mercado Libre (-8,7%) y Globant (-7,2%). Esta última acción se hundió 60% en 2025.

En el segmento de Cedear, Citigroup y Nvidia lideraron el mes con ganancias superiores al 20% en pesos, aunque parte de ese avance se explica por la dinámica del “contado con liquidación”. Por el contrario, Vista e Intel experimentaron caídas de consideración, lo que ratifica la importancia de la diversificación y la selección precisa de activos.

Fuente: Rava Bursátil-precios en dólares.

En el segmento de deuda soberana en dólares, los títulos públicos acumularon caídas entre 2% y 6% durante el mes. Hacia el final de julio, el escenario externo ofreció cierto respiro: el desembolso del FMI y una mejora en la calificación crediticia de Moody’s promovieron una recuperación parcial en los precios de algunos bonos. En este contexto, el bono GD41 se destacó por su potencial para reflejar descensos del riesgo país. Simultáneamente, el AL30 y el AE38 continuaron negociándose por debajo de títulos similares bajo ley extranjera, sin que existieran fundamentos claros para esa diferencia de precio.

En tanto, los bonos dollar linked y los instrumentos ajustados por CER consolidaron su rol como coberturas frente a la persistente volatilidad y la presión sobre el tipo de cambio, y se orientan como alternativas preferidas para perfiles más conservadores o defensivos.

La renta fija en dólares tuvo un protagonismo especial en el universo corporativo, con bonos de empresas como IRSA e YPF Luz que subieron cerca de 3% y mostraron tasas internas de retorno entre 8% y 9% en dólares.

“La licitación del Tesoro confirmó que los inversores siguen priorizando las opciones más cortas, algo que no debería cambiar hasta que no se estabilicen las tasas. El Tesoro, con el esquema actual de licitaciones cada dos semanas y con inversores yendo corto, empieza a concentrar vencimientos y por lo tanto a tener menor margen de maniobra en términos de tasas”, definió MegaQM.

“Julio dejó un sabor amargo para los inversores. El tipo de cambio mayorista trepó más de 14% en el mes y arrastró consigo a los instrumentos en pesos, que registraron caídas de hasta 15% en dólares. El fin de las las LEFI (Letras Fiscales de Liquidez) y la transición hacia un esquema de tasas endógenas agitaron el mercado de deuda local, haciendo una pausa en el rally del carry trade“, consideró GMA Capital.

Fuente: GMA Capital.

Por el lado de la renta en pesos, las Lecap lograron retornos positivos aunque insuficientes para igualar la inflación mensual, que las superó ampliamente. Estos títulos ofrecieron tasas menores al 1% y comienzan a evidenciar posibles presiones alcistas en las tasas implícitas, dada la pérdida respecto del salto cambiario.

El tramo corto de la curva de Lecap se posicionó como opción para quienes buscan protegerse frente a cambios bruscos en el mercado. Los Boncer que vencen en diciembre de 2027 se destacaron dentro de los instrumentos indexados por inflación, llegando a una tasa nominal anual real superior al 13 por ciento.

“Lógicamente, los bonos Hard Dollar y Dollar Linked lograron defenderse del avance del tipo de cambio. Particularmente, los que sobrevivieron a la purga fueron aquellos más defensivos, como los Bopreales, que acumularon 12,5% en pesos y prácticamente no registraron pérdidas en moneda dura», precisó GMA Capital.

“La moneda cayó del otro lado para los bonos en pesos, que sufrieron un golpe de más 10% en promedio medido en dólares. Sin embargo, este retroceso no se debe enteramente al movimiento de la divisa. El desarme de LEFI y la volatilidad que trajo consigo el esquema de “tasas endógenas” dio una mano para mandar a Lecaps, Duales, Botes y bonos CER al final de la tabla en julio», continuó el reporte.