Mirar televisión es una de las actividades más entretenidas que hay para hacer en la casa, pero es importante tomar ciertos recaudos para proteger la salud y el bienestar. Uno de los aspectos fundamentales es mantener una distancia adecuada entre el televisor y el lugar desde donde se mira para evitar la fatiga visual y posibles molestias musculares.
Para medir la distancia correcta hay que tener en cuenta el tamaño de la pantalla y el espacio de la habitación que se disponga para instalar el dispositivo. Ya sea que se coloque en una pared o en un mueble, es fundamental contemplar las dimensiones del espacio para evitar cualquier inconveniente futuro.
Aunque muchos no lo sepan, existe un cálculo para determinar la distancia ideal entre el televisor y la persona que mira, que busca optimizar la experiencia visual. Según los expertos, para establecer la distancia correcta hay que multiplicar las pulgadas de la pantalla por 1.2. Por ejemplo, si el electrodoméstico es de 55 pulgadas y se lo multiplica por 1.2 la distancia ideal es colocarse al menos a unos 1.7 metros.
Si el televisor es full HD la distancia debe ser aún mayor. Si el aparato tiene 55 pulgadas, hay que ubicarse a 3.5 metros. De esta manera, la fórmula es multiplicar por 1.2 las pulgadas de un televisor 4K y por 2.5 las pulgadas de uno Full HD. En cuanto a la altura, se recomienda que el centro de la pantalla quede aproximadamente a la misma altura de los ojos.
Otra de las recomendaciones que hacen los especialistas es que si se van a pasar varias horas con los videojuegos, hay que tener en cuenta la iluminación de la habitación. Se aconseja ubicar el televisor sobre paredes perpendiculares a las ventanas y no enfrente, para que la luz no pegue en la pantalla y rebote hacia los ojos. A su vez, ver televisión en total oscuridad no es aconsejable, ya que puede forzar la vista; lo ideal es contar con una luz tenue en el entorno que no genere reflejos en la pantalla ni cause contraste excesivo con la imagen.
También se aconseja cuidar el tiempo que se pasa frente a la pantalla. Es recomendable hacer pausas cada 30 a 60 minutos para descansar la vista y mover el cuerpo. Pasar muchas horas seguidas frente a la televisión puede favorecer el sedentarismo y contribuir a problemas de salud como dolores de espalda, cuello y otras afecciones.
La postura corporal es un aspecto clave. Es importante sentarse con la espalda recta, los pies apoyados en el piso y el cuello alineado. Ver televisión acostado o en posiciones incómodas durante largos períodos puede provocar dolores musculares y afectar la postura general.
En cuanto al sonido, se debe mantener el volumen en un nivel moderado para evitar daños auditivos. Si se usan auriculares, conviene no utilizarlos por períodos prolongados ni a un volumen elevado, ya que pueden afectar partes sensibles del oído.
Por último, los especialistas sostienen que se debe evitar mirar televisión mientras se come, ya que al no prestar atención a la comida se puede favorecer a incorporar hábitos poco saludables. Además, es importante que el tiempo frente a la televisión no reemplace otras actividades importantes como el ejercicio físico, la lectura, la socialización o el descanso adecuado.