El techo de la banda de flotación concentra la atención del mercado cambiario mayorista ante posibles intervenciones del BCRA (Reuters)

El dólar se mueve al alza en medio de los intentos del Gobierno por bajar las tasas en pesos en el último día de la semana, y se ubica a sólo 1,09% de distancia del techo de la banda de flotación establecida en abril cuando se adoptó el actual esquema cambiario. En ese momento, se había puesto un piso de $1.000 y un techo de $1.400 para el canal dentro del cual se busca permitir que la divisa flote. El techo, se aclaró en su momento, sube 1% mensual desde aquel entonces y el piso La naturaleza del esquema es que, si el precio toca el piso el Gobierno debe intervenir con compras para hacer subir ese valor y, si toca el techo, hacer lo mismo con ventas de reservas internacionales para lograr que bajes.

El techo de la banda de flotación con la que el Banco Central (BCRA) conduce el movimiento del dólar mayorista está hoy entre $1.472 y $1.477, según la forma en que se calcule, aunque gran parte de los participantes de la plaza toma los $1.472 como el parámetro más concreto. Dicha cifra surge de estimaciones realizadas por mesas de operaciones ante la falta de especificaciones precisas por parte de la autoridad monetaria para prorratear el ajuste mensual de 1% al que se mueve esta referencia. Más aún: durante la rueda de hoy, la atención se focalizó sobre una postura de oferta de USD 100 millones a $1.472 en el sistema SIOPEL, movimiento que desató especulaciones en torno al posible accionar de la entidad monetaria aunque no existió confirmación oficial respecto a su autoría.

La existencia de la banda de flotación, una herramienta destinada a delimitar el movimiento del tipo de cambio, responde a la necesidad de mantener cierto control sobre la volatilidad de la moneda local frente a escenarios de presión. Mientras tanto, el piso de la banda de flotación se encuentra actualmente cerca de $946, estableciendo una franja de intervención teórica cuyo objetivo es restringir movimientos abruptos y ofrecer previsibilidad a los agentes económicos. El precio del dólar mayorista, que actúa como guía para todas las operaciones dentro de este canal, oscilaba este viernes en los $1.456 por unidad.

El diseño de la banda, que prevé un corrimiento mensual, tampoco cuenta con reglas explícitas sobre el modo en que se despliega dicho ajuste en el tiempo. Los agentes remarcan que la falta de precisiones obliga a que sean las “mesas” quienes calculen el valor exacto día por día. En el presente, la mayoría opta por establecer el techo lo más cerca de los $1.472, aunque existe un rango teórico que se extiende hasta los $1.477. Las apuestas sobre la intervención oficial crecen a medida que la cotización del mayorista se aproxima a esos valores, consolidando el techo como la variable más observada por los analistas y las instituciones financieras.

El instrumento de la banda de flotación genera interrogantes sobre las maniobras que puede realizar el BCRA si el dólar alcanza el techo estipulado. La pregunta central gira en torno a qué acciones concretas emprendería el organismo frente a una demanda que tensiona la cotización. En diálogo con Infobae, Gustavo Quintana, referente de PR Corredores de Cambio, detalló que existen múltiples formas de intervención. “Puede atacar posturas de demanda, puede poner fichas de USD 1 millón que se renuevan una y otra vez, usar una oferta grande para frenar el movimiento o dejar que supere y luego vender más bajo”, explicó Quintana.

Las opiniones dentro del mercado coinciden en que la presencia de una oferta de gran magnitud cerca del techo de la banda ejerce un efecto disciplinador en la plaza, enviando señales claras a los participantes, aun en ausencia de anuncios oficiales. La reciente aparición de los USD 100 millones a $1.472 funcionó como un hito visible para los operadores, quienes observaron la magnitud poco habitual de la posición y rápidamente asociaron dicha marca con el posible accionar de la autoridad monetaria. No obstante, sin una confirmación explícita, no era más que una especulación del mercado.

Bajo cualquiera de las variantes, el techo de la banda de flotación continúa ocupando el centro de las preocupaciones de bancos y sociedades de bolsa, dado el impacto potencial que implicaría un movimiento disruptivo en el tipo de cambio oficial.

La observación constante del precio en el sistema SIOPEL, sumada a los movimientos poco habituales, refuerza la percepción de vigilancia activa por parte del BCRA sobre el mercado. Si bien las intervenciones no siempre se anuncian de forma explícita, los operadores descuentan una importante intervención oficial en cuanto la cotización toque al límite superior.

En la dinámica actual, el BCRA conserva grados de discrecionalidad tanto en el momento preciso de intervenir como en el instrumento escogido para hacerlo. Las alternativas abarcan ventas directas, bloqueos a la demanda especulativa y estrategias mixtas para limitar el traslado de presiones externas al valor de la moneda estadounidense en el tramo mayorista. Los participantes del mercado ajustan sus expectativas a partir de interpretaciones cruzadas de estas señales.

Mientras tanto, el precio efectivo del jueves muy por debajo del umbral de intervención, en torno de los $1.432. Este dato refuerza la atención puesta por bancos y operadores en el comportamiento del flujo cambiario y en posibles maniobras defensivas que pudieran surgir ante una eventual escalada hacia el máximo de la banda. Aquellos que ejecuten operaciones a precios superiores a ese techo quedarían expuestos a pérdidas inmediatas si el BCRA lanza ventas al precio límite, estrategia que, en opinión de Quintana y de varios operadores, funcionaría como elemento disuasorio dentro del mercado.