
Una de las causas por las que las ventas de autos eléctricos no consiguieron despegar al nivel que esperaba la industria automotriz mundial en 2020 fue el alto costo de sus componentes esenciales como son los elementos de las baterías, que los convierten en vehículos más caros para comprar.
Pero ése no es el único problema contra el que deben lidiar los fabricantes y los gobiernos como la Unión Europea, que los impulsa fuertemente como columna vertebral de su plan de descarbonización ambiental.
La otra variable es la resistencia que se sigue encontrando por parte de los consumidores, quienes todavía ven insuficiente la infraestructura y excesivo el tiempo de carga y dudan respecto al reciclado de las baterías de litio. Sin embargo, hay algo de lo que poco se habla: la vida útil de las mismas y, por consiguiente, su impacto directo en un menor precio de reventa del vehículo.
Por ese conjunto de motivos, la opción de los autos híbridos se ha convertido en la elección masiva de quienes desean y pueden enfrentar el traspaso al mundo de la electromovilidad, ya que resulta una elección equilibrada entre costos y uso. La batería de un auto híbrido suele ser de entre 1,3 y 2 kWh, mientras que la de un auto 100% eléctrico empieza en los 40 kWh y llega a los 100 kWh en los modelos convencionales de mayor autonomía.
En los costos se aprecia el diferencial, porque mientras la batería de un auto híbrido puede costar entre USD 1.800 y USD 3.000, la de un auto eléctrico varía desde los USD 10.000 hasta los USD 20.000. Por ese motivo, la mayoría de los fabricantes de autos híbridos y eléctricos ofrecen una garantía de entre 8 y 10 años para la batería y los sistemas de control electrónico del flujo de energía.

El mercado de los híbridos usados
La marca que por convicción apostó por el camino de la hibridación y no el de la electricidad fue Toyota, que empezó con el popular Prius en Japón en 1997 y expandió esa tecnología a Europa y Estados Unidos a partir del año 2000.
En 2019, Toyota fue también el pionero en ofrecer autos híbridos en el mercado argentino, gracias a lo cual en la actualidad tiene el 70% del mercado automotor con algún tipo de electrificación. Entre sus tres modelos, Corolla Cross, Corolla y RAV4, Toyota vendió en el primer semestre del año 8.600 autos sobre un total de 12.335 unidades.
Pero más allá de las ventajas que ofrece un vehículo híbrido en cuanto a precio, autonomía y el hecho esencial de no tener que enchufarse a la red eléctrica, el gran diferencial radica en no tener pérdida de valor para la reventa. Actualmente, ya con modelos de más de 6 años circulando en Argentina, el circuito de autos usados híbridos ha comenzado a funcionar sin mayor resistencia por parte de los usuarios.

“No hay mucha diferencia con los mismos modelos nafteros. Se venden bien como autos usados y los tomamos en parte de pago de un 0km al mismo precio que se toma un Corolla o un Corolla Cross convencional”, explicó el gerente de ventas de un concesionario Toyota de la provincia de Santa Fe.
En las agencias de autos multimarca, que no tienen la garantía oficial del fabricante, también empezó el mercado de usados híbridos. “Cuesta un poco más venderlos pero se terminan vendiendo sin perder valor en comparación con un modelo equivalente. El precio no varía, sólo hay que esperar el cliente que busca un híbrido”, dijeron desde una agencia del Gran Buenos Aires.
Cómo usar adecuadamente un híbrido
La clave de uso de un auto híbrido recargable para que alcance su vida útil no tiene demasiados secretos. Las baterías se pueden ver afectadas por el calor y el frío extremo, lo que reduce su eficiencia, pero no su vida útil, pero al ser autos que se recargan funcionando, autónomamente por efecto del motor término y el frenado regenerativo, el uso no influye en su vida útil.

En general, las variables que afectan la vida de una batería de iones de litio son la carga permanente con alta potencia, los cargadores rápidos, y el rango de uso, que los fabricantes recomiendan que sea entre el 20% y el 80%. Cuando un auto eléctrico se carga al 100% y se agota la batería antes de enchufarlo, se exige por demás el electrolito, lo que termina afectando la vida útil de la batería. En el híbrido eso no ocurre porque lo administra el sistema automático de carga.
La única precaución que se debe tomar en un auto híbrido es hacer los chequeos mecánicos obligatorios en un concesionario oficial, donde podrán comprobar que la batería carga normalmente y no tiene pérdidas. En general, cuando una batería carga menos del 80% es cuando se la reemplaza.
Si esto ocurre dentro del período de garantía, ese reemplazo lo hace la marca, pero si el vehículo no hace los servicios oficiales y tiene algún problema de funcionamiento o eficiencia, la vida útil puede ser menor a los 8 años y habrá que reemplazarla prematuramente.