El tamago sando a simple vista parece solo un sándwich de huevo, pero en Japón es toda una tradición comer este alimento nutritivo. Las madres suelen preparárselos a sus hijos para llevar al colegio y recargar así las energías. Además de ser una opción deliciosa y fácil de hacer, es muy rica en proteínas y perfecta para cualquier momento del día. Es por esto que cada vez más personas en Occidente lo incorporan a su rutina diaria por su practicidad y valor nutricional.
Este pequeño sándwich contiene dos ingredientes esenciales: el huevo y la mayonesa japonesa. Por su parte, el huevo es una de las fuentes de proteína más completas que existen. Un solo huevo contiene alrededor de seis gramos de proteína de alta calidad y más de una docena de nutrientes esenciales, como las vitaminas A, B12, D y E, además de minerales como el selenio, el yodo y el fósforo. Estos componentes son fundamentales para mantener la masa muscular, fortalecer el sistema inmunológico y aportar energía sostenida.
Mientras tanto, la mayonesa japonesa, en particular la marca Kewpie, tiene un sabor más profundo que la occidental, gracias a su base de yema de huevo y vinagre de arroz. Esta diferencia, aunque sutil, aporta una cremosidad equilibrada con un toque umami que realza aún más el sabor del huevo.
¿Cómo se prepara el tamago sando?
Una de las razones por las que el tamago sando conquistó las cocinas de todo el mundo es por su sencillez. No requiere técnicas complicadas ni ingredientes exóticos. Para preparar dos porciones, solo se necesita:
- 4 huevos
- 4 rebanadas de pan de molde japonés (shokupan) o pan blanco esponjoso
- Mayonesa japonesa (Kewpie, idealmente)
- Sal y pimienta al gusto
El procedimiento es muy simple. Se deben hervir los huevos durante 10 minutos, pelarlos y separar las yemas de las claras. Luego, las yemas se trituran y se mezclan con mayonesa, sal y pimienta hasta lograr una crema suave. Las claras se pican finamente y se integran a la mezcla. Esta preparación se unta entre las rebanadas de pan enmantecadas.
¿Por qué aumentó el consumo de tamago sando?
El tamago sando era conocido en un principio como un “snack” pero después de estudiarse sus componentes muchas personas comenzaron a notar que se trataba de una comida con grandes beneficios para el cuerpo. Su alto contenido proteico, bajo nivel de carbohidratos simples (dependiendo del pan que se utilice) y su facilidad para ser transportado lo hacen ideal para quienes buscan una opción saludable y práctica.
En tiempos donde la comida rápida tiende a ser sinónimo de ultraprocesados y exceso de sodio, este pequeño sándwich ofrece una alternativa que combina lo mejor de la practicidad con una nutrición saludable. Además, para los japoneses suele ser una de las comidas más económicas del mercado y suelen venderse también en paquetes, llegando a costar hasta 279 yenes, el equivalente a $2270 pesos argentinos.
Si bien la receta tradicional del tamago sando es muy simple, en muchas casas japonesas se personaliza con pequeños ingredientes que realzan su sabor. Entre los más comunes se encuentran la cebolla picada, pepino, azúcar o vinagre de arroz para equilibrar los sabores, o incluso algas nori desmenuzadas, ricas en minerales como el yodo.