Los nuevos autos de Fórmula 1 usarán combustibles sintéticos desde 2026. Por ese motivo resulta atractiva para los fabricantes de autos de calle

Tres de los más grandes fabricantes de autos internacionales entrarán simultáneamente al Campeonato Mundial de Fórmula 1 en la temporada 2026, y se unirán a un exclusivo club en el que ya están Ferrari, Mercedes-Benz, Honda, Renault y Aston Martin.

Se trata de Ford, General Motors y Volkswagen, nada menos. Detrás de cada marca, hay una estrategia distinta para incorporarse a la categoría de automovilismo más trascedente del mundo.

Ford será el socio de Red Bull Racing en el desarrollo de los motores que equiparán a los autos de las dos escuderías que tiene la marca de bebidas energéticas, el Red Bull Racing y el equipo Racing Bulls.

El año próximo Ford se suma como socio tecnológico de Red Bull con motores desarrollados en conjunto. REUTERS/Ricardo Moraes

Este martes, ambas marcas comunicaron que el próximo 15 de enero se develará en Detriot la decoración de los autos de ambos equipos, en la que la presencia de la marca americana tendrá un lugar predominante.

General Motors entrará por intermedio de su marca de autos de lujo Cadillac, que se incorpora con una estructura completamente nueva como el undécimo equipo del campeonato, aunque en los dos primeros años impulsará los autos con motores provistos por Ferrari mientras desarrolla sus plantas de poder propias.

Volkswagen tomará un camino similar por medio de Audi, que pasó a ser el propietario de un equipo completo al adquirir la escudería suiza Sauber. Sin embargo, desde la primera carrera de 2026, sus autos tendrán motores de su propia fabricación.

General Motors anunció en mayo su entrada a la Fórmula 1 com 11mo equipo. En 2026 y 2027 utilizará motores Ferrari pero desde 2028 correrá con su propía tecnología híbrida. EFE/GM

Más allá del marketing

Sin embargo, en todos los casos, hay una segunda razón detrás de integrarse a una de las más poderosas plataformas de comunicación en la actualidad a nivel global. Es una razón estrictamente técnica y puede significar una gran diferencia para los usuarios de autos de esas marcas en pocos años: el desarrollo de combustibles sintéticos que permita seguir fabricando y vendiendo autos con motores de combustión más allá de 2035.

En 2026, el reglamento de Fórmula 1 tiene grandes cambios técnicos en autos y motores, pero uno de ellos es dejar de utilizar combustible derivado del petróleo y comenzar a hacerlo con un compuesto sintético, fabricado en laboratorio, que no tiene componente fósil alguno y, por lo tanto, no genera emisiones de CO2 a la atmósfera. Son los conocidos e-fuels, que la categoría está desarrollando desde 2022, cuando anunció este cambio en su normativa.

El combustible sintético no utiliza elementos naturales. Es fabricado en laboratorios y no emite Dióxido de Carbono a la atmósfera

La ventaja que tiene para los fabricantes ser parte de la Fórmula 1 desde 2026, por lo tanto, es adquirir conocimientos y experiencia en la alta competición respecto al funcionamiento de los motores con este tipo de combustible, que si bien hoy es todavía muy caro como para llevarlo a los autos de calle, se estima que con una escala de producción masiva y el desarrollo de los próximos años por medio de la competición, podría bajar considerablemente su costo.

Adicionalmente, desde el año próximo la Fórmula 1 repartirá al 50% la potencia de sus autos entre el motor de combustión y el sistema eléctrico, lo que dicho de otro modo, convertirá a la categoría en el mejor centro de desarrollo de autos híbridos no enchufables del mundo.

No es casual tampoco que esto ocurra, ya que los autos híbridos se convirtieron en el último año en el sistema de propulsión sustentable de mayor crecimiento en todos los mercados, donde los autos 100% eléctricos siguen ralentizando su crecimiento por una combinación de factores en paralelo.

Audi fue la primera de las tres marcas en decidir su entrada en Fórmula 1. Compró el equipo Sauber y desde 2026 utilizará su propio nombre y motores. REUTERS/Stephane Mahe

Los autos con esta tecnología todavía son caros porque reciben nula o muy poca ayuda de los Estados para su adquisición, pero además siguen padeciendo los largos tiempos de recarga, la pobre infraestructura de cargadores disponibles y una inevitable mayoría de redes eléctricas que todavía generan energía de fuentes no renovables, siguen ralentizando el crecimiento de los autos que sólo se propulsan con una batería de litio.

Cuanto tiempo demandará en llegar el e-fuel a los autos de calle es algo que todavía no se puede establecer, pero que formar parte del ecosistema que desarrolla esa tecnología desde el comienzo, y su interacción con motores eléctricos para desarrollar autos híbridos de bajas emisiones será una ventaja tecnológica que estos fabricantes podrán aprovechar para que, al llegar 2035, puedan extender la vida útil de los autos actuales.