A más de una década de su paso por Cuestión de peso (Eltrece), el reality que lo hizo conocido, Cristian Fredes enfrenta nuevamente una etapa crítica en su vida. Recientemente, tras haber sido rescatado por los bomberos desde su domicilio en Merlo, el joven fue trasladado de urgencia a una clínica donde comenzó un tratamiento integral. A diez días de su internación, logró levantarse por primera vez en tres años, un avance que conmovió tanto al equipo médico como a la audiencia del programa que sigue de cerca su evolución.

Fredes había llegado a una situación límite. Con más de 300 kilos, completamente imposibilitado de movilizarse y recluido en una cama, su rutina se había reducido al mínimo. Durante años, su mundo se fue achicando hasta transformarse en una habitación. “Antes estaba en mi casa, después pasé a mi pieza, después a un sillón de mi pieza, después llegué a la cama y me quedé en la cama”, relató en una entrevista con el ciclo Mujeres argentinas (Eltrece), donde compartió por primera vez el proceso interno que atravesaba.

Su estado demandó una intervención urgente. Según explicó Sergio Verón, referente histórico del programa y profesor de educación física, el equipo de Cuestión de Peso tomó contacto con autoridades médicas, bomberos, policías y defensa civil de los municipios de Merlo y Núñez para coordinar su traslado. “Ayer fui a la casa y él estaba muy mal. Cristian hoy está por arriba de los 300 kilos. Hablamos con la clínica, con bomberos, con policía, con defensa civil”, contó Verón en declaraciones televisivas.

El rescate de Cristian en Merlo involucró a bomberos, médicos y su traslado a una clínica, donde comenzó su tratamiento

El operativo fue complejo y delicado, pero exitoso. Una vez en la clínica, el joven inició un tratamiento con objetivos inmediatos: recuperar fuerza muscular, estimular movimientos básicos y sostener rutinas mínimas que permitan volver a habitar su cuerpo desde otra posición. Verón lo acompañó en cada paso del proceso: “El hecho de que esté postrado en una cama no significa que no se debe mover. Tiene que empezar a moverse en la cama para que no requiera tanto equipo de asistencia”.

Desde el primer día, Cristian comenzó a realizar ejercicios de poleoterapia y fortalecimiento de brazos con pesas livianas. Las tareas, diseñadas para respetar sus limitaciones, fueron el punto de partida para una meta más ambiciosa: volver a ponerse de pie. El profesional fue claro en ese sentido: “Algo de fuerza tiene. Ganas de hacerlo también, que eso es muy importante. Dimos los primeros pasos: pararse y volver a la cama para que en algún momento pueda trasladarse”.

Este lunes 16, en una nueva emisión del programa, el equipo compartió las imágenes del logro. Cristian logró pararse, con ayuda, por primera vez desde que había quedado inmovilizado. La escena fue acompañada por un intercambio íntimo con el conductor Mario Massaccesi, quien celebró la magnitud del gesto: “Cristian, te volviste a parar ante la vida porque es un ejercicio físico. Es un momento épico. ¡Volviste a ponerte de pie en tu vida!”.

Visiblemente emocionado, Fredes reconoció: “¡Una locura! No, no lo podía creer. Estaba shockeado”. Y añadió: “Las cosas que me están pasando son buenas y yo todo lo que pensaba era malo. Ahora me están pasando cosas buenas… ¡y no lo puedo creer!”.

En la entrevista brindada a Mujeres argentinas, Cristian había compartido aspectos íntimos de su historia familiar. “Mi abuela, mi abuelo, yo… todos éramos gordos, somos gordos”, dijo, en un intento de encontrar una raíz genética o cultural a su situación. En esa línea, también reconoció que llegó a convencerse de que su batalla contra el sobrepeso estaba resuelta: “Creí que cuando bajé de peso no iba a volver a subir”. Pero la recaída fue profunda, silenciosa, progresiva.

Durante años, su familia lo acompañó en silencio, sin manifestar abiertamente su preocupación. “Mi vieja y mi viejo fueron los que más la sufren porque no me dicen nada… Ayer los veía. Todas las cosas que hablaban cuando hablaron en el canal y me entero por la televisión porque a mí no me decían nada”, relató. En ese desfasaje entre lo que se dice y lo que no se dice, su sufrimiento se volvió aún más privado.

Cristian reconoció el rescate como un punto de inflexión en su vida, permitiéndole proyectar un futuro alentador

El episodio con los bomberos fue, para él, un punto de inflexión. “Yo pensé que no iba a salir más de ahí, de la habitación. Y verme en tercera persona me daban ganas de darme un abrazo a mí mismo”, confesó. El rescate lo trasladó físicamente a un centro médico y le permitió recuperar la perspectiva sobre sí mismo. Desde entonces, sus días adquirieron otra forma. “Me empecé a despertar más temprano, a pensar cosas más agradables. Estoy proyectando, pensando en un futuro”, afirmó este lunes, con una sonrisa que contrastó con la oscuridad que había dominado sus últimos años.

Ese futuro, por ahora, se expresa en acciones concretas: volver a moverse, ganar autonomía y construir un nuevo vínculo con su cuerpo. Pero también en deseos. Cristian expresó su intención de compartir momentos cotidianos con su sobrino de ocho años, como salir a jugar al fútbol, algo que hoy lo motiva a seguir adelante. “Quiero estar más saludable para poder hacer lo que nunca pude con él”, aseguró.