Un activista monárquico sostiene una pancarta mientras protesta frente a la Embajada Real de Camboya, tras un reciente enfrentamiento en la frontera entre Tailandia y Camboya el 28 de mayo de 2025, en Bangkok, Tailandia. 6 de junio de 2025. REUTERS/Chalinee Thirasupa

La tensión entre Tailandia y Camboya ha resurgido a raíz de conflictos por la soberanía en diversos puntos todavía sin demarcar a lo largo de su frontera terrestre de 817 kilómetros. Esta disputa se remonta a más de un siglo, cuando la frontera fue trazada por primera vez en un mapa elaborado por Francia en 1907, durante el periodo colonial de Camboya. Dicho mapa establecía que la frontera debía seguir la línea de la cuenca hidrográfica natural entre ambos países, algo que Tailandia posteriormente cuestionó.

Para abordar estos reclamos superpuestos, Tailandia y Camboya acordaron en el año 2000 la creación de una Comisión Conjunta de Fronteras con el objetivo de resolver pacíficamente los conflictos territoriales. Sin embargo, los avances hacia una resolución definitiva han sido limitados. Las tensiones se han agudizado en ocasiones debido a disputas por sitios históricos, como ocurrió en 2003 cuando la quema de la embajada tailandesa y negocios tailandeses en Nom Pen fue provocada por una supuesta declaración de una celebridad tailandesa sobre la jurisdicción del templo Angkor Wat.

La disputa entre Tailandia y Camboya ha tenido varios puntos conflictivos, siendo el más destacado el relacionado con el templo Preah Vihear, conocido en Tailandia como Khao Phra Viharn. Este templo hindú del siglo XI ha sido objeto de intensos desacuerdos, ya que ambos países reclaman históricamente su propiedad. En 1962, la Corte Internacional de Justicia (CIJ) falló a favor de Camboya, otorgándole la jurisdicción sobre el templo. Sin embargo, Tailandia ha mantenido sus reclamaciones sobre el terreno circundante.

La situación se agravó en 2008 cuando Camboya intentó registrar el templo Preah Vihear como Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, lo que llevó a enfrentamientos esporádicos durante varios años. Estos conflictos incluyeron un intercambio de artillería en 2011 que dejó al menos una docena de muertos. Posteriormente, en 2013, la CIJ ratificó su decisión anterior y declaró que el área circundante al templo también pertenecía a Camboya, ordenando la retirada de las tropas tailandesas.

La rivalidad histórica y los nacionalismos han alimentado estos conflictos, con embajadores y gobiernos trabajando en encontrar soluciones pacíficas, pero la tensión es un recordatorio constante de los desafíos en las relaciones diplomáticas entre ambos países.

Agentes de policía montan guardia frente a la Embajada Real de Camboya durante una protesta de activistas monárquicos, tras un reciente enfrentamiento en la frontera entre Tailandia y Camboya el 28 de mayo de 2025, en Bangkok, Tailandia. 6 de junio de 2025. REUTERS/Chalinee Thirasupa

Las tensiones actuales entre Tailandia y Camboya se han intensificado debido a varios incidentes recientes que reflejan un resurgimiento del nacionalismo, sobre todo en Tailandia. Las preocupaciones aumentaron el año pasado cuando sectores conservadores cuestionaron los planes del gobierno tailandés de negociar con Camboya para explorar conjuntamente recursos energéticos en áreas marítimas no demarcadas. Estos críticos advirtieron que tales acciones podrían poner en riesgo la soberanía tailandesa sobre la isla de Koh Kood, situada en el Golfo de Tailandia.

Además, en febrero surgió otro punto de conflicto cuando un grupo de camboyanos, escoltados por tropas, entonaron su himno nacional en el templo Ta Moan Thom, otro sitio antiguo disputado por ambos países. Soldados tailandeses intervinieron para detener la situación, exacerbando aún más las tensiones locales.

El Primer Ministro de Tailandia, Paetongtarn Shinawatra. REUTERS/Hasnoor Hussain

Estos incidentes representan un desafío significativo para la primera ministra de Tailandia, Paetongtarn Shinawatra, especialmente dado el contexto de domesticación económica y las fricciones internas por su complicada relación con el estamento militar del país. Todo esto ocurre mientras la administración tailandesa busca abordar otros problemas domésticos urgentes, incluidos los económicos y sociales.

La respuesta de Tailandia ante las tensiones con Camboya ha sido mixta, reflejando tanto disposición para la defensa como intentos de conciliación. El ejército tailandés manifestó su preparación para llevar a cabo una “operación de alto nivel” si se percibe una amenaza a su soberanía, especialmente tras el incidente en mayo que resultó en la muerte de un soldado camboyano. El comando militar ha expresado preocupación por el aumento de la preparación militar de Camboya en la frontera, calificándola de “preocupante”, mientras que las negociaciones diplomáticas intentan avanzar.

Paetongtarn Shinawatra informó de una reunión del Consejo de Seguridad Nacional en la que reafirmó que, aunque el ejército está listo para defender la soberanía nacional, busca evitar enfrentamientos a través de medios pacíficos. “Cualquier choque causará daños, así que buscaremos métodos pacíficos”, señaló Shinawatra. Durante la reunión de seguridad, el jefe de las fuerzas armadas de Tailandia, Songwit Noonpackdee, manifestó el apoyo militar a la búsqueda de soluciones pacíficas por parte del gobierno.

El ministro de Defensa de Tailandia, Phumtham Wechayachai. REUTERS/Edgar Su

Adicionalmente, el ministro de Defensa, Phumtham Wechayachai, se reunió con su homólogo camboyano, Thia Saya, para discutir la necesidad de evitar la violencia y propuso que ambas partes retrocedieran a posiciones acordadas previamente en 2024.

Este enfoque refleja las tensiones históricas entre el ejército tailandés y el partido familiar de Shinawatra, que ha enfrentado derrocamientos militares en el pasado, en 2006 y 2014. Sin embargo, se pone de relieve el esfuerzo conjunto para gestionar pacíficamente la disputa fronteriza actual.

Tras el enfrentamiento fronterizo del 28 de mayo, en el que murió un soldado camboyano, Tailandia y Camboya prometieron reducir las tensiones y prevenir futuros conflictos mediante el diálogo. Ambas naciones se comprometieron a utilizar su Comisión Conjunta de Fronteras como plataforma para abordar estas disputas, y acordaron reunirse el 14 de junio.

En un esfuerzo por resolver la situación, los dos países emitieron comunicados diplomáticos que afirmaban su compromiso con la paz, al tiempo que subrayaban la protección de su soberanía nacional. No obstante, la movilización militar cerca de la frontera despierta temores de un posible resurgimiento del conflicto.

Por su parte, Camboya expresó que los mecanismos actuales no están funcionando y ha decidido llevar las disputas sobre cuatro áreas fronterizas a la Corte Internacional de Justicia (CIJ) para abordar cuestiones “no resueltas y sensibles” que podrían aumentar las tensiones. En contraparte, Tailandia ha mantenido su postura de no reconocer las decisiones del CIJ en este asunto, prefiriendo resolver las diferencias de manera bilateral.

Estas medidas subrayan el deseo de ambos países de encontrar una solución pacífica mientras se preparan para cualquier eventualidad que pudiera reactivarse en su frontera compartida.

(Con información de Reuters)