Los transportistas bolivianos de combustible están en huelga desde este miércoles para exigir al Gobierno de Luis Arce el incremento de sus tarifas de servicio para cubrir sus gastos operativos, lo que paraliza el abastecimiento regular de gasolina y diésel.

La protesta se concentra en la ciudad oriental de Santa Cruz, la más poblada de Bolivia y su motor económico, con el repliegue de cientos de camiones en una refinería regional y la negativa de los conductores a viajar a los puertos chilenos para luego importar los energéticos al país.

El gerente general de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) Logística, Joel Callaú, dijo que las empresas que piden el incremento del costo del flete de los camiones son solo el “10%” de las que trabajan con la subsidiaria estatal y que, por el momento, se cumple con el “100%” de los despachos.

Callaú dijo que la medida de presión “está generando especulación en los usuarios”, por lo que la demanda de diésel y gasolina se incrementó debido -según él- a los comunicados de las estaciones de combustible que advirtieron sobre las consecuencias de la protesta en la provisión.

Un hombre camina junto a camiones de transporte de combustible estacionados durante una huelga este miércoles, en Santa Cruz, Bolivia (EFE/Juan Carlos Torrejón)

En Santa Cruz, varias estaciones de servicio presentan filas extensas de vehículos livianos y pesados que aguardan su turno para efectuar la carga de combustible.

Los dirigentes de los conductores de camiones de combustible adelantaron que alrededor de 52 empresas, con más de 2.500 unidades, acatan la medida de presión y que aguardan un encuentro con las autoridades de YPFB y del Ministerio de Economía para que atiendan su pedido.

También, señalaron que la “nivelación” por el costo del flete de los camiones busca atenuar el encarecimiento de los repuestos de sus unidades, los cuales se adecuan al precio del dólar.

Fotografía de camiones de transporte de combustible estacionados durante una huelga este miércoles, en Santa Cruz, Bolivia (EFE/Juan Carlos Torrejón)

Bolivia pasa por una prolongada escasez de divisas desde principios de 2023, lo que ha generado un incremento del valor de la divisa respecto al tipo de cambio oficial de 6,96 bolivianos por dólar, pero que ahora está alrededor de los 20 bolivianos en el mercado paralelo.

Los transportistas de combustible también señalaron que esto se agrava porque más del 60% de sus gastos operativos se cubren en dólares.

Asimismo, en La Paz, sede del Ejecutivo y el Legislativo, hubo una marcha de comerciantes que protestaron por la falta de combustibles, dólares y la inflación.

Los manifestantes se reunieron cerca de las afueras de La Paz para luego llegar hasta el centro de la ciudad y dirigirse a las oficinas de algunos ministerios y la Vicepresidencia del Estado, para dejar por escrito sus exigencias.

Los transportistas bolivianos de combustible están en huelga desde este miércoles para exigir al Gobierno de Luis Arce el incremento de sus tarifas de servicio para cubrir sus gastos operativos, lo que paraliza el abastecimiento regular de gasolina y diésel (EFE/Juan Carlos Torrejón)

“Bolivia está de luto debido a la crisis económica. El pliego petitorio es a tres ministerios con tres puntos específicos: el incremento de la canasta familiar, la provisión de combustibles y el incremento del dólar paralelo”, dijo a la agencia de noticias EFE el comerciante Rodrigo Sánchez.

La falta de combustibles y de divisas coincide con la inflación, que a abril de este año llegó al 5,95%.

La situación económica de Bolivia forma también parte del debate político de cara a los comicios nacionales del próximo 17 de agosto, acentuado con el inicio de la campaña electoral a partir de esta semana.

(Con información de EFE)