Científicos logran revertir el envejecimiento cerebral y mejorar la memoria en ratones con células inmunes jóvenes creadas a partir de células madre humanas (Imagen Ilustrativa Infobae)

Científicos de Cedars-Sinai en Los Ángeles, Estados Unidos, lograron revertir signos de envejecimiento cerebral y pérdida de memoria en ratones ancianos. El experimento se realizó mediante la utilización de células inmunes “jóvenes” creadas a partir de células madre humanas, lo que permitió analizar cómo influyen en la función cerebral y en posibles tratamientos para el Alzheimer.

El equipo comprobó mejoras en la memoria y en la salud de las células cerebrales cuando se administraron las células inmunes a ratones de edad avanzada y a modelos animales afectados por esta enfermedad neurodegenerativa.

Según información difundida por Advanced Science, las células utilizadas en el estudio reciben el nombre de fagocitos mononucleares. Estos componentes del sistema inmunológico tienen como función limpiar restos y sustancias dañinas del organismo, pero con el paso del tiempo su capacidad disminuye.

El tratamiento con fagocitos mononucleares derivados de células madre mostró mejoras en la memoria y la salud cerebral de modelos animales con Alzheimer (Imagen Ilustrativa Infobae)

De acuerdo con declaraciones de Clive Svendsen, director del Instituto de Medicina Regenerativa, el grupo logró fabricar una versión joven de estas células en el laboratorio, lo que representa una diferencia clave respecto a los intentos previos realizados con transfusiones de sangre o plasma procedentes de ejemplares más jóvenes, técnicas que presentan dificultades logísticas para su aplicación en humanos.

La innovación consistió en producir fagocitos mononucleares utilizando células madre pluripotentes inducidas. Este proceso implica reprogramar células adultas para devolverlas a un estado similar al embrionario, donde pueden generar cualquier tipo de tejido.

Luego, los investigadores transformaron estas células madre en nuevas células inmunes, que se administraron a los ratones envejecidos y a los modelos con Alzheimer.

De acuerdo con ScienceDaily, los resultados mostraron que los animales tratados superaron en pruebas de memoria a los ejemplares no tratados, confirmando un efecto positivo sobre el aprendizaje y la conservación de recuerdos.

La innovación permite producir células inmunes jóvenes en laboratorio, superando las limitaciones de las transfusiones de sangre o plasma de ejemplares jóvenes (Freepik)

Alexendra Moser, investigadora del proyecto, explicó que estos ratones también presentaron un mayor número de “células musgosas” en el hipocampo, la región del cerebro que regula el aprendizaje y la memoria.

El recuento de “células musgosas” disminuye tanto en el envejecimiento natural como en la enfermedad de Alzheimer. Sin embargo, en los ratones que recibieron los nuevos fagocitos mononucleares no se observó esa disminución, lo que podría explicar la mejoría cognitiva registrada.

Según los resultados publicados, se observó además que las microglías, células inmunológicas especializadas dentro del cerebro, retenían su estructura ramificada habitual, un signo de buena salud y función cerebral. Normalmente, la ramificación se reduce con la edad, perjudicando la capacidad de detectar y limpiar tejidos dañados.

El estudio abre la puerta a terapias personalizadas para combatir el deterioro cognitivo y enfermedades asociadas a la edad mediante células madre (Pexels)

El equipo señaló que, aunque los efectos positivos son claros, el mecanismo detallado por el cual estas células logran revertir el envejecimiento cerebral aún no se conoce por completo.

Las nuevas células no parecen cruzar la barrera cerebral directamente. Por tanto, los científicos sospechan que podrían actuar liberando proteínas anti-edad o vesículas que alcanzan al cerebro desde la sangre, o retirando del torrente sanguíneo sustancias que aceleran el envejecimiento.

Estas posibilidades están bajo estudio, dado que resultan claves para trasladar el hallazgo desde la experimentación con animales hasta nuevas terapias en humanos.

El estudio propone que, dado que es posible producir cantidades ilimitadas de estas células jóvenes a partir de células madre, el enfoque puede abrir la puerta a terapias personalizadas para combatir el deterioro cognitivo y otras patologías asociadas a la edad.

Las terapias con células inmunes jóvenes podrían beneficiar a personas con deterioro cognitivo leve o daño cerebral progresivo, más allá del Alzheimer (Credit: Mark & Mary Stevens Neuroimaging and Informatics Institute/Science Photo Library

De acuerdo con Jeffrey A. Golden, vicedecano de investigación y educación en Cedars-Sinai, un tratamiento de corta duración logró mejoras mensurables en la memoria y la salud cerebral, por lo que estas células jóvenes constituyen candidatas prometedoras para frenar el avance del Alzheimer y otros tipos de demencia.

El desarrollo de terapias que utilicen células inmunes generadas a partir de células madre podría tener aplicaciones más allá de enfermedades neurodegenerativas. Los científicos consideran que contribuiría a prevenir o retrasar efectos del envejecimiento natural, beneficiando a distintas poblaciones con deterioro cognitivo leve o daño cerebral progresivo.

Las investigaciones continúan y el grupo busca precisar el modo de acción de las células jóvenes, así como sus efectos a largo plazo y la seguridad en otros modelos animales antes de avanzar hacia ensayos clínicos en humanos.

El hallazgo de que los ratones tratados mantuvieron mejor memoria, mayor número de células cerebrales funcionales y preservación de la estructura cerebral respalda la importancia de seguir explorando terapias basadas en células madre y medicina regenerativa. El impacto futuro de estos avances dependerá de nuevas pruebas y de la capacidad de diseñar aplicaciones clínicas seguras para la población humana.