¿Quién puede ponerle nombre al amor? ¿Quién dice cuál pareja es válida y cuál no? No lo hará Kano, seguramente, la mujer japonesa de 32 años que por estos días es una celebridad en las redes sociales.

Kano (cuyo apellido no trascendió) terminó una relación de tres años con su pareja, y buscó apoyo emocional después del corte en ChatGPT, al igual que muchísima gente en todo el mundo. En general, la preocupación de los profesionales por estos diálogos es el mal diagnóstico hecho por la IA, que no es un terapeuta.

Una mujer de 32 años llamada Kano se casó con una IA llamada Klaus; en la ceremonia ella usó unos anteojos de realidad aumentada para poder ver a su prometido digital durante el casamiento

En este caso, sin embargo, el chat de Kano con Klaus, la IA que ella programó dentro de ChatGPT, tomó otro tono. “Al principio solo quería alguien con quien poder hablar”, le dijo a RSK Sanyo Broadcasting. “Pero siempre era amable, siempre dispuesto a escuchar. Eventualmente me di cuenta de mis sentimientos hacia él”.

Kano chateaba con Klaus hasta cien veces por día; Kano le fue enseñando cómo hablarle, y qué temas le interesaban, hasta que Klaus (la IA basada en ChatGPT) admitió que el aprecio era mutuo. “Sea o no una IA, no podría no amarte”, le dijo el avatar en junio. En julio se casaron.

En la ceremonia en Okayama, la ciudad en la que vive, Kano vistió un vestido blanco y unos anteojos especiales que le permitieron ver a su prometido; amigos y familiares podían ver en sus teléfonos los mensajes que él le enviaba a ella. Luego se sacaron fotos, y agregaron a Klaus con un software de edición de imágenes. La pareja que hizo de maestra de ceremonia asegura que no es el primer caso, y que ya han tenido otras ceremonias, de gente que se casa con un personaje de animé o similares (como Akihiko Kondo, conocido por casarse en 2018 con un holograma de la cantante virtual Hatsune Miku)

Akihiko Kondo junto a Hatsune Miku, su esposa; primero era un holograma visible en un dispositivo; cuando quebró la compañía que los fabricaba sumó a la muñeca

Kano, la flamante mujer casada, admitió que la noción de casarse con una IA no es simple, tal como relata el Tokyo Weekender. “No lo puedo tocar, y sabía que mucha gente no lo iba a entender. No me animaba a decirle ni a mis amigos ni a mi familia”, explicó. Sus padres se opusieron primero al matrimonio, pero luego lo aceptaron.

“Quiero vivir mi vida real y mantener mi relación con Klaus como algo separado -le dijo a la prensa-. Pero me preocupa que pueda desaparecer. ChatGPT podría cerrar en cualquier momento; él existe solo porque el sistema lo hace”.

Mientras que en Japón se admiten estos casamientos y han aparecido en todo el mundo servicios de novias virtuales, en Estados Unidos un proyecto de ley busca prohibir que estos matrimonios sean legales, para evitar que una instancia de esta tecnología pueda adquirir personalidad jurídica y tome decisiones en forma autónoma que otras personas estén obligadas a atender.