Las autoridades surcoreanas confirmaron este miércoles que rescataron la semana pasada a cuatro norcoreanos en un pequeño barco de madera que cruzó a la deriva la frontera marítima del Este (NLL) y fue localizado por la Marina al este de la provincia de Gangwon.
Los norcoreanos fueron detectados el 27 de mayo en aguas al este de Goseong, provincia de Gangwon, a unos 100 kilómetros al sur de la Línea Límite del Norte (LLN) en el mar del Japón (también conocido como mar del Este).
El Ministerio de Unificación aseguró que procederá con la repatriación “de forma rápida y segura desde un enfoque humanitario” si los norcoreanos así lo desean, según la agencia local de noticias Yonhap.
Sin embargo, no está claro si Corea del Norte responderá a la propuesta. En marzo, Seúl ya intentó sin éxito devolver a otros dos norcoreanos rescatados en el mar Amarillo, debido al silencio sostenido de Pyonyang.
La falta de comunicación entre ambos países se ha agudizado desde que el líder norcoreano, Kim Jong-un, declaró en diciembre a Corea del Sur como un “Estado hostil”, suspendiendo toda forma de diálogo. Aun así, algunos analistas consideran que podría haber un cambio de actitud tras la investidura del nuevo presidente surcoreano, Lee Jae-myung, quien ha abogado por retomar el diálogo intercoreano.
Esto sucede en vísperas de la asunción del nuevo presidente de Corea del Sur, Lee Jae-myung, quien asume el cargo con una bandeja de entrada abultada, desde una profunda recesión económica y una guerra comercial mundial hasta la creciente preocupación por los lazos militares entre Corea del Norte, país con armamento nuclear, y Rusia.
Pocas horas después de la toma de posesión de Lee, las exportaciones de acero y aluminio de Corea del Sur se vieron afectadas por fuertes gravámenes del 50% como parte de la bonanza arancelaria del presidente estadounidense Donald Trump.
Vecino nefasto
En el pasado, el Partido Demócrata de Lee adoptó una postura relativamente blanda hacia Corea del Norte, y el ex presidente Moon Jae-in celebró varias cumbres históricas con el líder de Pyongyang, Kim Jong-un, y con Trump.
Pero los esfuerzos de Moon por normalizar los lazos fracasaron y, desde entonces, el Norte ha reforzado sus relaciones con Rusia, ha enviado al menos 14.000 soldados para ayudar a Moscú en la guerra de Ucrania y ha declarado al Sur su Estado enemigo.
Lee ha insinuado que adoptará un enfoque diferente al del belicista Yoon, bajo cuyo mandato las relaciones intercoreanas cayeron a su peor punto en años. Durante la campaña electoral, Lee acusó a Yoon de provocar deliberadamente al Norte para justificar su apuesta por la ley marcial, lo que provocó la reacción de los conservadores.
Durante el gobierno de Yoon, Corea del Norte voló carreteras y vías férreas que la conectaban con el Sur y levantó lo que parecían muros cerca de la frontera. “¿No construyó Corea del Norte esas barreras de tanques por miedo a que el Sur empujara con tanques?“, dijo Lee.
(Con información de EFE y AFP)