Los reemplazos enviados por la empresa también fallaron el test de alcoholemia, retrasando la salida de los estudiantes hacia Bariloche

Cuando los estudiantes de 6° año del Instituto Sagrado Corazón de Oliva, en la provincia de Córdoba, estaban listos para partir hacia Bariloche, una serie de incidentes alteró por completo el inicio del tan esperado viaje de egresados.

El imprevisto se presentó en la mañana del miércoles, cuando los dos choferes asignados por la empresa que contrataron debían tomar el volante: ambos registraron resultado positivo en el control de alcoholemia practicado por personal de la Municipalidad de Oliva. Según confirmaron a Infobae, los conductores tenían 54 y 48 años respectivamente.

La situación generó un clima de desconcierto y molestia entre las madres y los padres de los egresados, quienes vieron en riesgo la seguridad y el cumplimiento del viaje planeado durante meses.

Pero la situación se tornó aún más desesperante. Luego de varias horas, llegaron otros dos conductores de reemplazo para realizar el viaje. Cuando a estos se les realizó el mismo test, nuevamente dio positivo. “A los dos choferes que nos mandaron les dio positivo también”, relató Orieta Pérez, mamá de uno de los estudiantes, durante su diálogo con el medio local El Doce TV.

Frente a la preocupación por la veracidad de los resultados, la Jueza de Faltas de la ciudad intervino solicitando la colaboración de Policía Caminera para realizar controles adicionales utilizando equipos diferentes. Sin embargo, a este medio le confiaron que los agentes policiales acudieron al lugar para “contener la situación”.

Se llegó incluso a poner a prueba el instrumental mediante un test a un tercero ajeno a la situación: el director del colegio, también padre de uno de los estudiantes y conocido por no consumir alcohol, obtuvo un resultado de cero. “Evidentemente los equipos funcionan”, afirmó Pérez, despejando dudas respecto a posibles fallos técnicos.

Horas más tarde, tras una extensa espera, los choferes de reemplazo enviados se volvieron a someter a un control: en este caso, el test dio negativo. Los padres presentes aseguraron a El Doce TV que el primer resultado había sido “apenas por encima de 0”.

Finalmente, los estudiantes del Sagrado Corazón de Oliva pudieron iniciar su tan ansiado rumbo hacia Bariloche, luego de varias horas de contratiempos y un despliegue preventivo que buscó garantizar la seguridad de los jóvenes egresados.

Un caso similar en la provincia de Buenos Aires

Un conductor encargado de trasladar a un grupo de estudiantes de 12 años desde Exaltación de la Cruz hacia Cariló para un viaje de egresados dio positivo en un test de drogas solicitado por los padres antes de que el colectivo saliera a la ruta. El hallazgo ocurrió semanas atrás, una vez comenzado el trayecto, específicamente en la localidad de Munro.

La jornada se había iniciado en la Escuela N°16 del Paraje Etchegoyen, donde alumnos de diferentes escuelas de la zona de Exaltación de la Cruz se reunieron en la madrugada para esperar la salida.

Según relató una representante de los padres a TN, la partida estaba prevista para las 5:00, pero hubo un retraso y el colectivo terminó saliendo cerca de una hora y media más tarde. La demora se debió a un control realizado por la Guardia Urbana municipal, que solicitó la documentación del vehículo e hizo un primer test de alcoholemia al chofer, con resultado negativo.

La misma madre explicó que durante el recorrido se realizaron paradas en Escobar y Munro. Fue en esta última donde padres de otro colegio solicitaron formalmente a la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT) que le hiciera un análisis de drogas al conductor.

El control incluyó a los dos choferes: uno se sometió de inmediato y el resultado fue negativo. El otro, pese a los reiterados pedidos, se negó varias veces, buscó demorar el proceso e intentó manipular la prueba de manera incorrecta. Ante la resistencia, intervino la policía y, tras varias pruebas fallidas, finalmente se obtuvo un resultado positivo para cocaína y marihuana. Cuando se confirmó el consumo de sustancias, la policía escoltó al conductor, ya que algunos padres intentaron enfrentarlo.

De acuerdo a información obtenida por Infobae, los operativos de alcoholemia y drogas forman parte de las rutinas de control que evalúan la condición del vehículo y del conductor: verificación de documentos, habilitaciones, utilidades de seguridad y cumplimiento de las horas de descanso. Estos chequeos, previos a la partida y sin costo para los solicitantes, pueden pedirse a la CNRT.

En esta ocasión, como el colectivo recogía estudiantes en distintas paradas, se podían implementar los controles en cualquier punto del trayecto. En el primer ascenso de alumnos, los padres no sabían cómo solicitarlo; por eso el examen finalmente se realizó recién en Munro, la tercera parada.

El protocolo de la CNRT incluyó la intervención de la UCP (Unidades de Control Psicofísico), responsables de hacer pruebas más exhaustivas. Tras estas evaluaciones, se dispuso el retiro de la licencia del chofer y se labró un acta de infracción a la empresa responsable.

La compañía, a cargo de la logística, pidió un reemplazo a la empresa de micros para cubrir la vacante dejada por el chofer detenido. Sin embargo, el nuevo conductor enviado para el relevo tampoco cumplía con los requisitos reglamentarios, ya que no acreditaba el descanso obligatorio establecido por la normativa. Tuvieron que esperar a que llegara otro chofer como nuevo reemplazo.