El regreso de la Argentina a los mercados internacionales de deuda del sector público no se dio a través del Gobierno nacional. Córdoba informó este jueves que colocó USD 725 millones en bonos con vencimiento en julio de 2032, a una tasa de interés del 9,75% anual, y se convirtió en la primera provincia e institución pública del país en acceder al mercado internacional de crédito desde diciembre de 2017.
“Córdoba concretó con éxito la emisión de 725 millones de dólares en el mercado internacional, convirtiéndose en la primera institución pública del país en acceder a financiamiento externo desde diciembre de 2017”, informó la provincia que gobierna Martín Llaryora a través de un comunicado. “Esta operación marca un hito para la economía argentina al recuperar el acceso voluntario al crédito internacional tras años de ausencia”, agregaron.
El nuevo título de Córdoba, emitido bajo Ley del Estado de Nueva York, con una tasa del 9,75% anual, vence en 2032 y contempla un esquema de amortización en tres pagos anuales en el quinto, sexto y séptimo año de vida del instrumento. Los intereses se abonarán de manera semestral.
Los fondos obtenidos serán destinados a proyectos estratégicos de infraestructura y a la extensión de las amortizaciones a través de la recompra de los títulos internacionales emitidos con vencimiento en 2027 en un selective tender que tendrá lugar el día viernes 27 de junio, según dijo la provincia.
“Es una excelente noticia volver al mercado con una TIR medianamente razonable, después de varios años, con ofertas por mil millones y terminar colocando más de USD 700 millones, a una tasa menor al 10 por ciento”, dijo Alfredo Romano, presidente de la consultora Romano Group. El economista consideró que la operación abre la puerta a que otras provincias “con solidez financiera”, como Mendoza, CABA o Santa Fe, hagan lo mismo.
Córdoba afirmó que recibió oferta por más de USD 1.000 millones, una sobreoferta respecto a los USD 500 millones que se buscaban inicialmente, y con una participación del 40% por parte de inversores locales. La provincia dijo que eso “refleja una sólida demanda del mercado gracias a la fortaleza fiscal provincial, aún en un contexto internacional desafiante signado por la incertidumbre política, los conflictos bélicos en medio oriente y, en el plano financiero, una cierta congestión de emisores latinoamericanos”.
Los títulos fueron calificados por las agencias Moody’s y Fitch Ratings, que asignaron notas de Caa2 y CCC+, respectivamente. Los corredores de la operación fueron JP Morgan y Santander.
Desde principios de este año, una serie de provincias mantuvieron contactos con inversores del exterior y comenzaron el proceso de autorización en sus legislaturas locales para preparar el terreno a una salida a Wall Street. En esa lista se anotaron, además de Córdoba que fue la punta de lanza, la Ciudad de Buenos Aires, Santa Fe y Neuquén, las que con mayor o menor profundidad, exploraron qué condiciones podrían tener en el caso de colocar bonos en dólares bajo ley extranjera.
La emisión cordobesa representa un hito en un momento en que el riesgo país se encuentra en 714 puntos básicos, según datos de Rava Bursátil. “Lo de Córdoba fue una señal positiva y a Milei se le puede despegar la vuelta al mercado después de las elecciones. Un buen resultado puede bajar el riesgo país 100 o 150 puntos, que es lo que se necesita para hacer colocaciones en el mercado internacional a una tasa competitiva”, dijo Romano.
El Gobierno de Javier Milei enfrenta el próximo 9 de julio un vencimiento de USD 4.300 de los bonos reestructurados en 2020, que será cancelado “cash” con dólares que ya están en la cuenta del Tesoro, y tiene como objetivo recuperar el acceso a los mercados internacionales para refinanciar los siguientes compromisos.
Para el FMI, que todavía mantiene su misión de revisión técnica en Buenos Aires durante toda la semana, el reacceso argentinos a los mercados es uno de los fundamentos del programa de USD 20.00 millones firmado en abril pasado. “Se espera que la implementación decisiva del programa y una pronta acumulación de reservas conduzcan a una reducción del spread soberano y a un nuevo acceso a los mercados de capital internacionales en términos más favorables (y sostenibles) a principios de 2026″, aseguraron los técnicos del FMI en su último informe.
El tercer trimestre suele ser, de manera habitual, un período en el que el Banco Central logra una menor acumulación de reservas en comparación con el resto del año. Hacia el final del trimestre comienzan a ingresar las divisas provenientes de la cosecha fina, que iniciará en las próximas semanas, aunque cerca del 40% de los dólares del complejo agroexportador tiende a concentrarse entre abril y mayo.
Durante el reciente aumento del ingreso de divisas del sector agrícola, el Gobierno optó por mantenerse al margen del mercado oficial de cambios y priorizó otras vías para sumar reservas, en un contexto en el que la meta con el Fondo Monetario se acercaba a su vencimiento.
Un informe de Outlier indicó que, dado que la revisión del programa con el organismo y el desembolso asociado permanecen en suspenso y sin definiciones formales, no puede saberse si la meta se reprogramará manteniendo el mismo objetivo pero con una modificación en el plazo. En cualquier caso, la próxima meta —establecida para el 30 de septiembre— contempla una reducción de reservas netas por USD 600 millones respecto del cierre de 2024.
Si bien esa nueva pauta podría considerarse más factible, Outlier remarcó que persisten elementos que dificultan su cumplimiento. El Tesoro deberá afrontar el 9 de julio un pago superior a los USD 4.000 millones por vencimientos de capital e intereses correspondientes a los bonos Globales y Bonares. Ese desembolso impactará directamente en el cálculo de reservas netas acordado con el Fondo, ya que dicho indicador incluye los depósitos del Tesoro en moneda extranjera, que sumaban USD 3.995 millones al 18 de junio.
“Las reservas se reducirán en este período (el tercer trimestre), como mencionamos, en al menos USD 4.200 millones por los pagos del 9 de julio, y podrían incrementarse hasta un máximo de USD 3.000 millones, considerando el tope mensual de USD 1.000 millones fijado para las subastas del Tesoro”, detalló el informe. Queda pendiente saber si el Tesoro intervendrá en el mercado oficial de cambios (MULC) para adquirir bloques de reservas, con el objetivo de evitar una presión excesiva a la baja sobre el tipo de cambio frente a posibles colocaciones provinciales o del sector privado.