
Una mujer china identificada como Zhimin Qian, apodada la “diosa de la riqueza”, fue condenada este martes a 11 años y ocho meses de prisión por el Tribunal de la Corona de Southwark en Londres, tras ser reconocida como la mente maestra detrás de una estafa multimillonaria basada en Bitcoin, que operó entre 2014 y 2017 en China y defraudó a alrededor de 128.000 personas. El esquema, presentado como un esquema Ponzi que prometía retornos de hasta el 300%, recaudó miles de millones de dólares, la mayoría convertidos a criptomonedas.
Después de huir al Reino Unido y evadir una larga investigación policial, Qian fue detenida en la ciudad inglesa de York en 2024. Durante la investigación, la Policía Metropolitana británica confiscó 61.000 bitcoins valorados en más de 5.000 millones de libras (6.600 millones de dólares), lo que fue calificado por las autoridades como la mayor incautación individual de criptomonedas en el mundo.
En septiembre, Qian se declaró culpable de posesión y transferencia de bienes de procedencia criminal. Durante su comparecencia, se mostró emocional al recibir la sentencia. La jueza Sally-Ann Hales afirmó ante el tribunal que los crímenes fueron altamente sofisticados y requirieron una planificación cuidadosa y añadió: “Su motivo fue pura codicia”, refiriéndose a Qian.

El abogado de la acusada, Roger Sahota, declaró tras la sentencia que su clienta “acepta” el fallo: “Ella nunca tuvo la intención de cometer fraude, pero reconoce que sus esquemas de inversión fueron fraudulentos y engañaron a quienes confiaron en ella (…) Lamenta profundamente la angustia que sufrieron los inversionistas y espera que perdure algo bueno de la riqueza que su trabajo generó.”
En el mismo tribunal, un cómplice malasio identificado como Seng Hok Ling, de 47 años, recibió una condena de cuatro años y once meses de prisión tras admitir un cargo de transferencia de bienes de procedencia criminal. La vigilancia sobre Ling condujo finalmente a la captura de Qian en abril de 2024.
La jueza detalló que, tras iniciar la investigación en China, Qian —quien también utilizaba el nombre Yadi Zhang— escapó de su país en 2017 y se trasladó al Reino Unido, donde logró permanecer oculta unos seis años. Según se expuso en la audiencia, durante este periodo residió en hoteles de lujo, compró joyas y adquirió dos relojes valorados en casi 120.000 libras (160.000 dólares). Con ayuda de una cómplice llamada Jian Wen, alquiló una propiedad de lujo en Londres por aproximadamente 17.000 libras mensuales y alegó dirigir un exitoso negocio de joyería. Wen fue sentenciada en 2023 a seis años y ocho meses de prisión por su implicación en la operación.

El jefe del comando de delitos económicos y cibernéticos de la Policía Metropolitana, Will Lyne, calificó la investigación de siete años como una de las “más grandes y complejas” y destacó la cooperación con autoridades chinas en la persecución de fugitivos y la recuperación de activos relacionados con el caso.
Hasta el momento, los detalles de un esquema de compensación para las víctimas siguen en proceso en el Tribunal Superior de Londres, con la participación de más de 1.300 presuntas víctimas, según fuentes cercanas al expediente. Un portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China comunicó a la AFP que las agencias de aplicación de la ley de China y del Reino Unido continúan colaborando para la búsqueda de fugitivos y la recuperación de activos transfronterizos vinculados al fraude.
(Con información de AFP)