Nicolás Gramonte, de 28 años, fue condenado a seis años de prisión tras admitir su participación en la organización criminal encabezada por Francisco “Fran” Riquelme, una estructura con base en el barrio Empalme Graneros que actuaba como una suerte de franquicia del narcotraficante Esteban Alvarado.
El fallo fue dictado en el marco de un juicio abreviado homologado por el juez Mariano Aliau, luego de que el acusado aceptara la pena propuesta por la Fiscalía.
La investigación, liderada por el fiscal Patricio Saldutti, apuntó a que Gramonte integró una asociación ilícita agravada por la participación de menores de edad. La acusación sostiene que el grupo cometía una amplia gama de delitos, con el objetivo de asegurar el dominio territorial en distintos sectores del oeste rosarino para controlar el negocio de la venta de drogas.
Entre sus actividades se encontraban extorsiones, robos a mano armada, amenazas, usurpaciones y homicidios, todos ejecutados de forma sistemática.
De acuerdo con el expediente, la banda de “Fran” Riquelme comenzó a operar en marzo de 2021 y fue desarticulada en junio de 2023. Durante gran parte de ese período, el grupo se movió sin oposición en los barrios Empalme Graneros, Ludueña e Industrial, hasta que en julio de 2021 irrumpió un conjunto rival vinculado a Los Monos, con base en la cárcel de Piñero. A partir de entonces, se desató una disputa territorial que desembocó en una escalada de violencia con más de 40 homicidios en la zona.
Según reconstruyó el Ministerio Público, dentro de la organización Gramonte cumplía un rol clave: se encargaba del control y la custodia del dinero obtenido por la banda, además de administrar financieramente los recursos y guardar las armas de fuego utilizadas en diversos ataques. Su función incluía la rendición de cuentas ante los líderes del grupo y la protección del capital ilegal que la organización recaudaba mediante sus distintas operaciones.
La estructura criminal tenía como jefe a «Fran» Riquelme, quien continuó impartiendo órdenes incluso tras haber sido detenido. En tanto, Fernando Cabaña, uno de sus colaboradores más cercanos, fue señalado como el principal referente operativo en las calles hasta su captura. A este último se le atribuye, entre otros hechos, la ejecución del homicidio de Cristian “Larva” Fernández. Tras su caída, su lugar fue ocupado por Joel Bulnette, quien fue asesinado en abril de 2022.
Según informó La Capital, con la condena de Gramonte, ya son doce los integrantes de la organización que admitieron su participación en el grupo a través de procedimientos abreviados. La primera en hacerlo fue Daiana Boassi, quien en diciembre de 2023 aceptó una pena de cuatro años de prisión por asociación ilícita, además de amenazas coactivas y encubrimiento.
A lo largo de este año, otros miembros fueron sentenciados. En marzo, Osvaldo García recibió seis años, en su caso también por un robo a mano armada. En enero, Daira Paiva aceptó cuatro años por controlar un punto de venta y almacenar armas, mientras que en febrero fue condenado Fabio Foca, también a tres años, por el traslado de dinero. En mayo, se sumaron Alejandro García y Sergio Cabaña, y en junio, Alexander Machado recibió seis años por ser considerado el gatillero del grupo. Ese mismo mes, Kevin Méndez acordó cuatro años por estar al frente de un punto de venta de drogas.
También en junio fue condenada Flavia Argañaraz, quien cumplirá cuatro años por gestionar un búnker de drogas, guardar armas y brindar información sobre los objetivos de ataques armados. Según la causa, también introdujo celulares y estupefacientes durante visitas a internos de la banda. Otro de los recientes sentenciados fue Eduardo Zalazar, quien aceptó seis años por encargarse de los ingresos económicos y dirigir sectores subordinados del grupo.
Las autoridades judiciales informaron que aún hay miembros identificados que permanecen prófugos, mientras que otros fueron asesinados en el marco de la disputa narco que enfrentó a la banda de Riquelme con el grupo rival ligado a Los Monos.