El acusado aceptó los cargos que pesaban en su contra y accedió a un juicio abreviado

Luego de haber aceptado un juicio abreviado, un integrante de Los Monos fue condenado a ocho años de prisión tras haber confesado su rol como organizador de las extorsiones que tuvieron como víctimas a vecinos y comerciantes de Rosario. Se trata de Sergio Alberto “Checho” Bareiro, de 32 años, uno de los hombres de la banda que operaba en los barrios Ludueña y Empalme Graneros.

La sentencia fue dictada por el juez Pablo Pinto, quien homologó el acuerdo alcanzado entre el fiscal Pablo Socca y la defensa del acusado. De esta manera, Bareiro fue condenado por los delitos de asociación ilícita, encubrimiento agravado y extorsión, en el marco de una causa que descubrió el modo en que la célula de la banda Los Monos operaba en la zona.

Según la investigación, la estructura era liderada desde la cárcel de Piñero por Matías “Pino” César, quien delegaba instrucciones a los cabecillas Andy Benítez, Julián Aguirre, Mauro Gerez y Oscar Ramírez. Asimismo, se estableció que el acusado ocupaba un lugar intermedio en la organización, tras haber sido identificado como el hombre de confianza de Gerez.

De acuerdo con las pruebas reunidas, en la estructura delictiva Bareiro se encontraba en un escalón por debajo de los jefes y por encima de los ejecutores directos de los delitos, conocidos como “gatilleros”. No obstante, el fiscal Socca consideró acreditado que “Checho” no solo planificaba y organizaba las extorsiones, sino que, en ocasiones, las perpetraba personalmente o por teléfono.

Checho fue identificado como la mano derecha de Mauro Gerez, señalado como el jefe de los sicarios de Los Monos

Tal como se comprobó en otros casos, el acusado seguía la misma modalidad extorsiva, debido a que se encargaba de intimidar a las víctimas para que paguen sumas de dinero bajo la promesa de “protección” o incluso las amenazaba para que abandonen sus hogares.

La investigación determinó que Bareiro también distribuía estupefacientes fraccionados entre otros miembros de la banda para su venta minorista y era el encargado de recolectar el dinero recaudado por esas operaciones. Bajo su mando se encontraban al menos tres personas, a quienes daba órdenes relacionadas tanto con la venta de drogas como con balaceras y extorsiones.

Dos integrantes de Los Monos fueron condenados por extorsionar a un empresario

La Justicia de Rosario dictó penas de prisión para dos personas vinculadas a la banda narco criminal Los Monos, tras comprobarse su participación en una serie de extorsiones dirigidas contra un empresario del sector del juego entre 2021 y 2023. Las condenas se confirmaron el pasado 15 de mayo, luego de que la jueza Silvia Castelli homologara acuerdos de juicios abreviados aceptados por los acusados.

Daiana Micaela “La Diabla” Leguizamón recibió una pena de tres años y medio de prisión. El fallo estableció que actuó como enlace en las comunicaciones que el jefe de la banda, Ariel “Guille” Cantero, realizaba desde la cárcel federal de Marcos Paz. Según la acusación encabezada por el fiscal Federico Rébola, garantizó la continuidad de las maniobras extorsivas al facilitar los contactos entre Cantero y otros interlocutores mientras cumplía prisión domiciliaria en San Nicolás.

Los hechos sucedieron entre 2021 y 2023 (Agencias El Califa)

El otro condenado, Brian Ezequiel Díaz, aceptó su responsabilidad como coautor de extorsiones en grado de tentativa. Fue sentenciado a cuatro años, que se sumaron a una condena previa dejando un total de nueve años y cuatro meses. Díaz cumple reclusión en el penal de Piñero, donde ya había sido condenado a 29 años por el asesinato de un apostador en el Casino City Center.

La investigación determinó que “Guille” Cantero articuló una ingeniería extorsiva contra el dueño de la casa de lotería “El Califa”, en busca de obtener 1,5 millones de dólares a cambio de supuesta protección. Según la reconstrucción judicial, las amenazas y presiones se iniciaron en marzo de 2021, con intervenciones de Mariana Ortigala y Sebastián Felipe —acusados de ser testaferros de Cantero—, quienes abordaron a la víctima en el gimnasio La Estación de Fisherton.

Además, la Fiscalía estableció que las extorsiones se ejecutaron mediante dos grupos distintos, ambos autorizados por Cantero. En el primer episodio participaron Ortigala, Felipe y Lorena Córdoba (viuda del “zar” del juego clandestino David Perona). Brian Díaz se sumó para el segundo ataque, perpetrado en junio de 2021.

Durante 2021, Díaz coordinó desde la cárcel de Piñero incendios contra locales de “El Califa” en los barrios Pichincha y Echesortu, atribuyéndose la autoría “la mafia” y “el de lentes”, aludiendo a Cantero. También se le adjudicó la organización de amenazas y extorsiones en un bar relacionado con apuestas clandestinas.