Cardenales asisten a una misa en el quinto de nueve días de duelo por el fallecido papa Francisco, en la basílica de San Pedro en el Vaticano, el miércoles 30 de abril de 2025. (AP Foto/Alessandra Tarantino)

Ya está en marcha el proceso que engloba el cónclave para elegir al sucesor del Papa Francisco, y con él resurgen las complejidades y las sorpresas inherentes a este ritual milenario. En medio de especulaciones y expectativas, surge una vez más la frase célebre de Juan Pablo Cafiero: “Quien entra Papa, sale cardenal”. Esta máxima, repetida en los pasillos del Vaticano, se refiere a las impredecibles dinámicas en juego durante la selección de un nuevo pontífice.

Durante este cónclave, participan 133 cardenales de 70 países, una representación verdaderamente global del cuerpo eclesiástico que refleja la diversidad actual de la Iglesia. Los electores van desde Mykola Bycok, un joven de 45 años de Ucrania, hasta Carlos Osoro Sierra, el cardenal más anciano, proveniente de España. La influencia de Francisco es notable, ya que 107 de los cardenales fueron nombrados por él, frente a los 21 de Benedicto XVI y los 5 restantes designados por Juan Pablo II.

Pietro Parolín es uno de los nombres más resonantes en este nuevo cónclave (REUTERS/Yara Nardi/File Photo).

En este contexto, se destacan varios candidatos, principalmente entre los italianos, como Pietro Parolín, Pierbattista Pizzaballa y Matteo Maria Zuppi. Parolín, exsecretario de Estado de Francisco, es conocido por todo el Colegio Cardenalicio y podría contar con aproximadamente cincuenta votos gracias a su perfil moderado. Pizzaballa, patriarca de Jerusalén, resonó en las conversaciones informales, mientras que Zuppi llamó la atención por su sensibilidad hacia las problemáticas laborales.

Diversidad Geográfica y Preferencias Cardinales

A nivel global, la composición del cónclave es diversa: 60 cardenales europeos, 23 de Latinoamérica, 12 de Estados Unidos y Canadá, 15 africanos, 20 asiáticos y 3 de Oceanía. Esta amplitud representa un escenario multipolar donde, más allá de las divisiones tradicionales entre conservadores y progresistas, emergen múltiples tendencias.

Miembros del clero se reúnen el día en que el Decano del Colegio Cardenalicio, Cardenal Giovanni Battista Re preside la Santa Misa, celebrada para la elección del nuevo papa, en la Basílica de San Pedro, en el Vaticano (REUTERS/Murad Sezer).

Las preferencias no son homogéneas. Mientras los asiáticos se agrupan principalmente detrás de Luis Antonio Tagle de Filipinas, los cardenales de otras regiones, incluidos alemanes, estadounidenses e italianos, exhiben una variedad de inclinaciones. Esta dispersión contribuye a un resultado del cónclave que no solo busca comunión y acuerdo, sino que también refleja los desafíos que deberá enfrentar el próximo Papa.

El tablero político del Vaticano

Históricamente, el desarrollo del proceso de elección papal pareció predecible, solo para volverse impredecible en el último momento. Benedicto XVI y Francisco fueron elegidos durante el segundo día de sus respectivos cónclaves, lo que podría insinuar un patrón, aunque no hay garantías de que esto se repita. Las primeras votaciones a menudo se utilizan como un estudio de tendencias, preparando el terreno para decisiones más acertadas en rondas subsiguientes.

En un espectro de candidatos, además de los mencionados, se barajan nombres de reformistas como Jean-Marc Aveline de Marsella y otros como el congoleño Fridolin Ambongo o el húngaro tradicionalista Erdö.

A bird flies past the dome of St. Peter's Basilica on the first day of the conclave to elect the next pope, near the Vatican, in Rome, Italy, May 7, 2025. REUTERS/Guglielmo Mangiapane TPX IMAGES OF THE DAY

Como ocurrió en los anteriores cónclaves, las votaciones tercera, cuarta y quinta, podrían ser las más tensionadas e interesantes del ciclo hasta el jueves. De lo contrario pasaremos al tercer día. En caso de llegar al viernes, posiblemente los candidatos que fueron fuertes al inicio, tendencialmente podrían quedar bloqueados, como le ocurrió a Angelo Scola en 2013. Los cardenales podrían pasar a apoyar a otros pares, y en esa incógnita asoma el estadounidense Robert Prevost.

Este proceso no solo refleja las dinámicas internas del Vaticano, sino también su relación con influencias externas, incluyendo conexiones políticas puntuales, como la interacción de personajes destacados con el papa precedente. Parolín, por ejemplo, estuvo en contacto con líderes políticos como el expresidente argentino, Alberto Fernández, y el exministro, Felipe Solá.

La única que tuvo una foto con un cardenal antes de ser Papa, fue Eva Perón, en 1947 y con el entonces monseñor Angelo Giuseppe Roncalli, posteriormente Juan XXIII.

Eva Perón junto al monseñor Angelo Giuseppe Roncalli, posteriormente conocido como el Papa Juan XXIII.

Mientras tanto, el Vaticano se prepara para la primera evaluación del cónclave, la primera “fumata” podría ser negra, indicando que no se alcanzó un consenso inmediato.

Con todas las miradas puestas en este evento trascendental, el mundo espera con interés quién emergerá como Papa, preparado para liderar a la Iglesia Católica hacia nuevas eras mientras enfrenta los complejos desafíos del presente. La dinámica del cónclave, al igual que las consecuencias de estas deliberaciones, sigue siendo un misterio.