Desde la llegada de Javier Milei al gobierno, el carry trade supo ser la estrategia favorita de los inversores, considerando que los rendimientos en dólares ascendieron a casi 40% en el último año, en un contexto de tasas reales positivas y estabilidad cambiaria. Pero con una divisa que avanzó 14% durante julio y marcó un nuevo récord nominal, mantener la misma apuesta financiera empieza a generar dudas. Sin embargo, de momento, parece no perder atractivo, pese a que predomina la cautela.
Los instrumentos en pesos más utilizados para esta operación son los plazos fijos tradicionales y tasa Badlar, Letras del Tesoro a tasa fija (Lecap), Bonos en pesos (Boncap), Fondos Comunes de Inversión (FCI) y Bonos ajustados por CER (Coeficiente de Estabilización de Referencia).
Si bien las ganancias en moneda estadounidense fueron notables desde diciembre de 2023, llegando al 190% con el bono TO26 por ejemplo, la eliminación de la tasa de política monetaria y el desarme de las LEFI agitó el mercado de pesos.
Tras un fuerte repunte inicial luego del levantamiento del cepo en abril, el rendimiento del carry muestra un notorio retroceso desde mediados de junio: las Lecaps perdieron 13% en dólares y los Boncer bajaron 14,5%.
“Hoy, quien apostó al peso está prácticamente en cero si se mide en dólares en lo que va del año. Las ganancias tras el fin del cepo se evaporaron en el último mes y medio. Pero este ajuste en el tipo de cambio también abre la puerta a nuevas oportunidades. Si el contexto acompaña, podríamos estar cerca de un punto de entrada atractivo para retomar el carry”, indicó un informe de GMA Capital.
Por su parte, el economista Gustavo Ber sostuvo: “Más allá de los riesgos habitualmente asociados a las apuestas con carry trade, creo que las señales de estabilidad en el dólar y las tasas en las últimas ruedas estarían abriendo espacio a un mayor apetito por dichos posicionamientos”.
“Esto se debe a que, con un tipo de cambio ya más reacomodado y tasas reales todavía elevadas, hay posibilidad de obtener retornos en dólares, incluso en escenarios en los que la divisa llegue a testear el techo de la banda ($1.452)”, explicó.
Mauro Falcone, analista de Estrategia de GMA Capital, dijo: “Con estos niveles de dólar y tasas, hay atractivo para estar en pesos. Invirtiendo a vencimiento en la Lecap de mediados de octubre se podría hacer un 7% en dólares si el tipo cambio se mantiene en el nivel actual, mientras que la pérdida máxima con el dólar en el techo de la banda sería del 2%”.
“Justamente, el riesgo proviene de que el BCRA no pueda sostenerlo ante una corrida cambiaria. Ante este escenario, la pérdida potencial sería superior”, agregó.
En tanto, Pablo Repetto, analista de Aurum Valores, apuntó: “Los rendimientos de la curva en pesos siguen siendo interesantes, pero su sostenibilidad se vuelve incierta si el tipo de cambio continúa a la baja. A medida que se acerquen las elecciones legislativas de octubre, es probable que aumente la dolarización, y si el retorno del carry trade queda dentro de las bandas actuales, el riesgo de pérdida en dólares también crecerá”.
El banco JP Morgan, que había decidido a fines de junio “tomarse un respiro” de los activos en pesos, señaló en su último informe a clientes que todavía hay margen para una expansión mayor de posiciones en instrumentos indexados por inflación (CER) o con tasa fija, en el marco de estrategias de carry trade.
Los motivos detrás del aumento del dólar
Entre los motivos de dicho alza en la cotización del dólar, se encuentra el factor estacional, vinculado a la caída de liquidaciones de exportadores del agro; una mayor liquidez de pesos en la plaza por el desarme de las LEFI; y la habitual demanda preelectoral como cobertura.
Desde la consultora Ecolatina precisaron en un informe: “Estamos en una etapa de menor oferta en el mercado oficial y una demanda sostenida en las puertas de una contienda electoral, históricamente asociado con una dolarización por parte de los individuos. En este marco, la duda esta en si el Gobierno logrará recalibrar de forma conducente el aspecto monetario, que viene sufriendo un deterioro tras el desarme de las LEFI”.
“Esta cuestión será fundamental para para suavizar la volatilidad de las tasas, dirigirse a un nivel de tasas reales menos nocivo para la actividad y anclar con mayor firmeza las expectativas de devaluación”, añadieron.
En LCG proyectaron: “De cara a las próximas semanas, creemos que no hay motivos para que el dólar baje, y que el pulso de la suba lo irá dictaminando la evolución de las cuentas externas”.