En un mundo saturado de palabras y aniversarios virtuales, Elizabeth “La Negra” Vernaci eligió la sencillez y la emoción para saludar a su hijo Vicente en su cumpleaños número veintitrés. Dejó de lado los textos largos y las producciones complejas: solo abrió el baúl de los recuerdos familiares y compartió, a través de sus redes sociales, una serie de fotos retro y una frase tan breve como contundente.
La Negra, símbolo indiscutido de la radio argentina, eligió un camino simple y profundo para celebrar el cumpleaños número veintitrés de su hijo, Vicente, fruto de su relación con Martín Bonavetti. No hubo textos grandilocuentes ni anécdotas extensas: solo imágenes detenidas en el tiempo y una frase abrazada a un sentimiento.
En sus redes sociales, Vernaci compartió una serie de fotografías retro, recuerdos capturados en otras épocas y otros ritmos, donde la infancia de Vicente asoma radiante, abrazado a su madre, ambos envueltos en gestos de pura alegría. Allí están, en una de las imágenes, ella riendo y él con los ojos encendidos, diminuto, liberando una carcajada. Otra foto muestra a la conductora besando la mejilla de su pequeño; él sonríe, sabiendo que esa expresión de amor es, tal vez, la más importante del mundo.
La galería de imágenes se despliega como un testimonio visual de un vínculo que creció a la par de los años. En la primera foto, los ojos de Elizabeth persiguen la risa traviesa de Vicente, que se encoge, medio escondido, contra el pecho materno. Unos flecos de cortina filtran la luz cálida de la tarde y enmarcan la escena como una cápsula íntima. En la segunda, ella lo envuelve en un abrazo que parece proteger de todo; ambos sonríen, se ven plenos, casi ajenos a la cámara. A lo largo de las imágenes, el pantalón rojo y la remera celeste del niño, con un dinosaurio juguetón, se repiten como sello de identidad.
Las manos de la madre sostienen, acarician, contienen. Los anillos y el reloj son testigos mudos de la entrega cotidiana, del paso del tiempo que queda suspendido en la conexión entre ambos. En una de las fotos, Vicente se deja caer, de espaldas sobre su madre, y juntos estallan en risas; en otra, Elizabeth lo besa en la mejilla mientras él la observa, con los ojos llenos de certezas.
La selección de ocho fotos retro no es caprichosa: cada una revela una faceta de la relación, y entre todas, narran algo más grande. Vicente, de niño, parece saber que en esos abrazos reside una promesa de amor inalterable. Las carcajadas que comparten, la forma en que la madre lo sostiene de la cintura o juega a morderle los deditos, recuerdan esos momentos en los que el mundo desaparece a su alrededor y solo existe el calor de la cercanía.
En el epígrafe, no hay espacio para el artificio. Con la sencillez de quien dice lo esencial, “Te amo. Felices 23”, escribió la conductora de radio. El mensaje es contundente; no necesita más palabras. Basta esa declaración breve, repetible e irreemplazable, para condensar una historia de amor maternal sin dobleces.
En una imagen destaca la inscripción: “Feliz cumple”, remarcando aún más el motivo de la celebración. El resto lo transmiten los gestos: los ojos entrecerrados de la madre en plena carcajada, la boca abierta de Vicente, sorprendido por el juego, los abrazos apretados sobre el sillón del living, con las cortinas como testigo silencioso. Elizabeth compartió en la red su orgullo y su devoción, pero, sobre todo, celebró un vínculo que atraviesa el tiempo.
No hay escenario, ni festejos multitudinarios, solo el homenaje directo y luminoso de una madre a su hijo. Las redes sociales, que a menudo empujan a la espectacularidad, se convierten en esta ocasión en el marco perfecto para un tributo privado hecho público. “Te amo. Felices 23”, repite el post, como eco de todas las veces que esas palabras se dijeron fuera de la pantalla.
Ningún dato queda sin revelar: las imágenes lo cuentan todo, el breve texto lo confirma. Elizabeth Vernaci, la Negra, elige la vía de lo pequeño para celebrar lo enorme. Y esa elección emociona, interpela y recuerda: el amor verdadero lleva pocos adornos.