El cantante Donald Clifton McCluskey, una de las figuras más reconocidas de la música popular argentina de las décadas del 60 y 70, será dado de alta este sábado, tras una delicada operación a la que fue sometido el pasado lunes 19 de mayo en la Clínica La Trinidad de San Isidro.
El artista, de 77 años, fue intervenido quirúrgicamente luego de haber sufrido una caída en su domicilio, que le provocó la fractura de tres vértebras lumbares. La operación se realizó a las 19 y, según el parte médico que se difundió luego de la cirugía, todo se desarrolló “de acuerdo a lo esperado”.
El intérprete permanece internado desde hace más de dos semanas en la misma clínica, ubicada en el norte del conurbano bonaerense. El accidente doméstico ocurrió el mismo día en que el cantante tenía previsto presentar su libro autobiográfico, Donald, un artista sin fecha de vencimiento, en el marco de la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires.
Fue entonces que la caída forzó la cancelación del evento, que representaba un reencuentro con su público y un repaso íntimo por su extensa carrera.
A pesar de la gravedad del cuadro, el intérprete de obras inoxidables del cancionero popular argentino mostró una rápida recuperación tras la intervención. Según relató su hija Melody en diálogo con Teleshow, Donald “se despertó muy animado, haciendo chistes”, y hasta se permitió ironizar con una de sus frases más recordadas. “Estaba temblando por la anestesia y dijo que estaba ‘tiritando, tiritando, sucundúm, sucundúm’”, recordó, en alusión a uno de sus mayores éxitos, lanzado en 1969.
En un contexto de salud complejo, el artista enfrenta desde hace algunos años dos diagnósticos severos: Parkinson y cáncer de colon. Ambos fueron detectados con pocos años de diferencia, aunque no se detalló públicamente en qué momento exacto. A pesar de ello, su entorno asegura que se mantiene activo y lúcido. “Hasta hace poco estuve hablando con él y se mostró muy optimista. Los mensajes de los fanáticos y las cadenas de oración lo ayudan mucho”, agregó Melody.
La esposa del cantante, Verónica Zamborain, también habló con Teleshow en las últimas horas y confirmó que ya se encuentran planificando la etapa de rehabilitación domiciliaria. “Está muy bien por suerte, el sábado le dan el alta”, señaló. La recuperación continuará desde su hogar, con un seguimiento médico enfocado en la fisioterapia y en el control de sus condiciones preexistentes.
En marzo pasado, Donald había concedido una entrevista al programa Íntimamente, conducido por Alejandra Rubio en Radio Rivadavia, donde expresó su voluntad de seguir trabajando y compartiendo con el público. Su figura, símbolo de una época dorada del pop local, se mantiene vigente a través de nuevas generaciones que redescubren sus clásicos.
“Al Parkinson ya me acostumbré, fue muy duro cuando recibí el diagnóstico y el mundo se me vino abajo, pero no bajé los brazos y entendí que con medicación podía atenuar un poco los síntomas. Poder contarlo me liberó. Mi movilidad se redujo, pero gracias a Dios puedo seguir cantando”, expresó en esa entrevista.
Además, allí destacó que “el cáncer de colon tampoco lo esperaba, me quedan siete sesiones y termino el tratamiento. Es muy loco, pero siento que pese a todo esto estoy viviendo el mejor momento de mi vida por el amor de mi familia”.
Desde que comenzó su carrera en los años 60, Donald cosechó una gran popularidad con temas como “Tiritando” y “En una playa junto al mar”. Su estilo inconfundible, que mezclaba melodías bailables con letras simples y pegadizas, lo convirtió en un ídolo juvenil y en un artista convocante en los escenarios y la televisión.
La publicación de su autobiografía marcaba un momento especial para el artista, quien había planeado una serie de apariciones públicas y entrevistas. Por ahora, su familia no confirmó si esos compromisos serán reprogramados. Mientras tanto, el foco está puesto en su recuperación que, según los médicos, avanza favorablemente.