En 1968, John Lennon atravesaba uno de los momentos más oscuros de su vida mientras se encontraba con The Beatles en Rishikesh, India. A pesar del ambiente sereno y espiritual que rodeaba al grupo durante su retiro dedicado a la meditación trascendental bajo la guía del Maharishi Mahesh Yogi, el espíritu del legendario músico británico distaba mucho de la paz.
De esos días complejos y cargados de angustia, surgió una de las composiciones más crudas y honestas del repertorio de la banda: “Yer Blues”.
Espiritualidad y una tormenta interior
La llegada de The Beatles al ashram del Maharishi representó para muchos el punto culmine del viaje espiritual de una banda que revolucionó la música mundial. Lennon, junto a Paul McCartney, George Harrison y Ringo Starr, buscaba en la India un refugio del vertiginoso éxito internacional y de las presiones personales que marcaban el día a día del grupo más famoso del mundo. El entorno prometía calma y evasión, pero la realidad para Lennon era muy distinta.
“Lo curioso del campamento era que, aunque era muy hermoso y meditaba unas ocho horas al día, estaba escribiendo las canciones más miserables del mundo. En ‘Yer Blues’, cuando escribí ‘estoy tan solo que quiero morir’, no estaba bromeando. Así me sentía”, recordó Lennon, años más tarde, en Anthology, la serie documental oficial del grupo.
La creación de “Yer Blues”

“Yer Blues” surgió en ese clima de contradicciones. El título, al utilizar la palabra “Yer” en lugar de “Your”, refleja el dialecto de Liverpool y ofrece un matiz irónico. Pero, detrás del juego lingüístico, se esconde una confesión directa; Lennon abordó temas como la soledad y los pensamientos autodestructivos, mostrando una vulnerabilidad inusual incluso dentro del cancionero de The Beatles. La pista sería incluida en el icónico Álbum Blanco, conocido formalmente como The Beatles.
La grabación de la canción fue un proceso tan singular como la expresión sentimental que contenía. En busca de una atmósfera similar a la de los inicios de la banda, cuando tocaban en clubes reducidos de Liverpool y Hamburgo, los cuatro integrantes se instalaron en un pequeño anexo del estudio 2 de Abbey Road.
“Éramos los cuatro. Los cuatro estábamos en una caja, una habitación de unos ocho por ocho, sin separación. Era este grupo el que estaba junto; era como el grunge rock de los años sesenta, en realidad: grunge blues”, recordó Ringo Starr sobre esa jornada inolvidable.
El impacto de una confesión brutal
En una discografía repleta de éxitos mundiales, “Yer Blues” se destaca por la sinceridad brutal de quien atraviesa un momento de extrema vulnerabilidad. “Cuando escribí ‘estoy tan solo que quiero morir’, no estaba bromeando. Así me sentía”, reiteró Lennon, reafirmando la naturaleza testimonial de la canción.
El propio Ringo Starr resumió el carácter irrepetible del resultado: el experimento en estudio les permitió recuperar la esencia de grupo compacto y logra, como señaló el baterista, una pista que “no se puede superar”.
“Yer Blues” es vista por críticos y fanáticos como una obra de profunda honestidad y uno de los puntos más oscuros del catálogo beatle. Su autor, lejos de ocultar su fragilidad, la transformó en arte ante millones. La canción, dotada del dramatismo del blues clásico, pero con una energía propia de su tiempo, estableció un puente entre géneros y generaciones.
El episodio en India marcó para John Lennon un punto de quiebre, pero también evidenció su capacidad para sublimar la angustia en creatividad. The Beatles, como banda, lograron mantener la cohesión incluso en uno de los momentos personales más difíciles para su integrante más explosivo.
Las palabras y los acordes de “Yer Blues” continúan brillando, no solo por su música, sino también por la honestidad con que Lennon se permitió mostrar su costado más humano en pleno apogeo de la banda más influyente de todos los tiempos.