Luisito Zerda fue uno de los participantes más queridos de Cuestión de peso (Eltrece). Su carisma y su historia de superación lo convirtieron en una de las caras más recordadas del programa. Tiempo después, el exparticipante reapareció en el ciclo conducido por Mario Massaccesi, y sorprendió al contar cómo cambió su vida: hoy tiene un puesto de comidas en la calle, ubicado en Villa Luzuriaga, en la intersección de Cristianía y Algarrobo.
“Estoy bien, por suerte bien, manteniéndome. Se ve a la vista, ¿no? Bueno, ahora porque tengo el delantal, pero estoy bien, gracias a Dios”, dijo sonriente al salir en vivo desde su puesto. Con una mezcla de orgullo y humor, Luisito reconoció que su nuevo emprendimiento tiene un costado contradictorio. “Arranqué cuidándome, hice todo un sacrificio, luché con la enfermedad y ahora tengo un puesto de comida”, expresó entre risas, mientras atendía a los clientes que se acercaban a comprar.
En su puesto, el joven ofrece panchos, hamburguesas y papas fritas, productos que prepara a diario pero de los que se mantiene alejado. “Trato de traerme la comida, me traigo la ensalada, la pechuguita. A veces traigo la comida cruda y la cocino en la plancha. Me favorece mucho que tengo cocina acá”, explicó.
Luisito contó que mantiene contacto constante con su nutricionista y con el doctor Spadafora, quienes lo acompañaron durante su tratamiento en Cuestión de peso. “Hablo mucho con mi nutri y con el doctor Spadafora, porque son los que me sostienen todos los días. La tentación la tengo acá, a mano”, reconoció durante la conversación.
A lo largo de la charla, el exparticipante se mostró agradecido con el cariño que sigue recibiendo del público. Reveló que un grupo de “mamis de TikTok” junta plata y se la envía por billetera virtual para apoyarlo en su trabajo diario.
Además, confesó que a veces siente vergüenza de escribirle a los profesionales que lo acompañan, aunque recordó una frase que lo marcó: “Sergio Verón me dijo una vez que sin los pacientes ellos no tendrían a quién darle el tratamiento”.
Pese a pasar el día rodeado de comida, Luisito aseguró que logra mantener el equilibrio. “Yo trato de concentrarme en la charla, no tener la mirada fija en la comida, porque ahí es donde fallo”, explicó mientras atendía pedidos en vivo. Y entre risas, cerró con una confesión sincera: “Cuando llego a mi casa, lo que menos quiero hacer es cocinar”.
“Bajar de peso es mucho: no es solo adelgazar, no es cambiar el talle de ropa y chau. Te modifica la forma de ser, te vestís en donde querés, podés viajar en transporte público”, había contado el propio Luisito en charla con Teleshow, en noviembre de 2023.
“Cuando uno baja de peso, se acomoda todo: la relación con los demás, cómo expresarse con la gente que te rodea, con tu familia. Es un cambio tremendo, y se siente bien. Obvio que hay días malos en los que uno no tiene ganas de nada, como todos, pero te ponés a analizar en lo que eras antes y a no querer llegar otra vez a eso. Entonces, mirás para adelante”, dijo en aquel momento.
En ese entoncesuisito zerda, Zerda se había convertido en noticia al anunciar que había instalado un puesto de café en Parque Centenario los sábados y domingos por la tarde. En el emprendimiento también vendía algunos de los productos dulces que él mismo elaboraba, como alfajores, bizcochuelos y budín. Allí hablaba de la dificultad que se le presentó cuando comenzó a cocinar, “teniendo un problema con la comida”. “Al principio pasé una turbulencia, no te voy a decir que no. Después fui planificando, ordenando. Yo sabía lo que tenía que hacer, me enseñaron algunos tips para poder lograrlo. Le estoy poniendo ganas y voluntad”, dijo. Sobre este emprendimiento, había dicho: “No lo hago para ser más rico o más pobre; lo hago porque me gusta, y porque tengo que afrontar gastos. También porque creo que es algo bueno y lindo, una experiencia de vida. Estás en la plaza, ves gente, hablas con uno, con otro, y así, se te va pasando la tarde”.