Ferrari 849 Testarossa coupé y Spider. Entre los motores eléctricos y el V8 biturbo, suman 1.050 CV de potencia total

Ferrari ha dado un paso definitivo en la era híbrida con la presentación de la nueva 849 Testarossa y su variante descapotable, la 849 Testarossa Spider. Ambos modelos comparten estructura motriz y filosofía, aunque se distinguen por detalles únicos para cada tipo de carrocería.

Este nuevo Testarossa es más heredero del Ferrari SF90 Stradale, el anterior híbrido enchufable de la marca de Maranello, que del último Testarossa conocido, el de 1984, que tenía una marca personal inigualable, muy distinta a la de esta nueva propuesta estética del “Cavallino Rampante”.

Aunque al momento de hablar de desempeño, todas las diferencias quedan en el olvido, porque el nuevo modelo está equipado con el mismo motor V8 biturbo central-trasero de 3.990 cm3 del SF90, aunque ahora es capaz de entregar 830 CV, mejorando el rendimiento del motor de combustión en 50 CV adicionales. Ese motor térmico se ve complementado por tres motores eléctricos, uno atrás y dos adelante, que suman otros 220 CV de potencia. Así, el nuevo tren de propulsión alcanza una potencia total de 1.050 CV.

El Testarossa de 1984 fue uno de los autos más icónicos de Ferrari de todos los tiempos

Oficialmente, Ferrari declaró que el nuevo Testarossa puede acelerar de 0 a 100 km/h en menos de 2,3 segundos, y la velocidad máxima que puede alcanzar superará los 330 km/h.

Estos datos posicionan al modelo como un hito absoluto en la gama de producción de la casa italiana. Para lograr este mejor desempeño, el motor térmico F154FC recibió mejoras en componentes clave como el uso de un nuevo turbocompresor de mayores dimensiones, así como cabezales y colectores rediseñados.

Tecnología derivada de la Fórmula 1, como el sistema MGU-K, está presente tanto para la regeneración energética como para la tracción integral y el torque vectoring, otorgando una dinámica avanzada y una capacidad de aceleración sobresaliente en cualquier condición de manejo.

La versión Spider, por su parte, hereda esta sofisticación técnica en una configuración específica para la gestión de turbulencias y confort, esenciales en un modelo sin techo fijo.

La Ferrari 849 Testarossa es el más potente auto de calle de la marca. Aunque no tenga mucha similitud con el Testarossa de los 80, es un buen homenaje en prestaciones

Ferrari 849 Testarossa coupé

Este modelo se transforma en la máxima expresión de la berlinetta deportiva. La integración de recursos como los flicks aerodinámicos y el alerón activo permite alcanzar una carga de 415 kg a 250 km/h y una mejora del 15 % en la refrigeración tanto del tren motriz como del sistema de frenos.

El volante integra controles mecánicos icónicos y un cuadro digital que facilita la reconfiguración de modos eléctricos. El sistema HMI fue completamente replanteado para colocar todas las funciones principales al alcance del conductor y ampliar la conectividad mediante Apple CarPlay®, Android Auto® y recarga inalámbrica para smartphones.

En materia de seguridad y asistencia, la berlina incorpora avanzados sistemas de frenos y gestión de estabilidad, Assetto Fiorano opcional —que reduce el peso en 30 kg y mejora el comportamiento en pista— y un meticuloso trabajo de aligeramiento en componentes.

El Spider mantiene las mismas prestaciones que el coupé ya que fue desarrollado para mantener la eficiencia aerodinámica

Ferrari 849 Testarossa Spider

La gran diferencia de la Spider reside en el techo rígido retráctil (RHT), el cual puede desplegarse o guardarse en solo 14 segundos, incluso con el vehículo en movimiento hasta 45 km/h. Esta solución patentada convierte al modelo en un coupé o descapotable sin concesiones en pocos segundos.

El sistema de cortavientos tras los asientos representa una innovación clave. Este “wind stop” canaliza el flujo de aire a través del respaldo y lo dirige por debajo del habitáculo, minimizando las turbulencias típicas en los autos tipo spider, lo que contribuye a mejorar el confort a bordo incluso a velocidades elevadas.

También las suspensiones han sido configuradas especialmente, optimizando ángulos y rigideces para ofrecer un comportamiento estable y predecible, independientemente de la posición del techo.

Las dos versiones se empezarán a entregar en el segundo semestre de 2026

Del coupé al spider sin perder esencia Ferrari

Aunque ambos modelos presentan una carrocería inspirada en los Ferrari clásicos y el legendario 512 S como referente en la doble cola trasera, la Spider exhibe detalles adicionales: el puente de la cubierta trasera no solo contiene el techo plegable, también dirige el flujo de aire hacia el portaequipajes y el alerón, igualando la carga aerodinámica del coupé aún con el techo cerrado.

En la parte trasera, ambas versiones prescinden de encajes convencionales en los paneles, sustituidos por procesos innovadores de fundición a presión que aportan profundidad visual y eficiencia aerodinámica al canalizar el flujo de aire hacia los intercoolers.

El interior de ambas versiones combina deportividad y tecnología digital

Tecnología a bordo

El cuadro de instrumentos digital es configurable y permite gestionar cuatro modos de uso: eDrive, Hybrid, Performance y Qualify, adaptándose a cualquier entorno y demanda. Además, el sistema MyFerrari Connect habilita el monitoreo remoto del estado del vehículo desde una aplicación dedicada.

En la Spider, la acústica del habitáculo cobra protagonismo: el sistema sonoro ha sido ajustado para mantener la pureza y el timbre característicos de Ferrari incluso en conducción abierta, realzando el carácter sensorial con detalles específicos en la gestión del escape y el flujo motriz.

Los números finales son complementarios de toda la información técnica. El 849 de su denominación se debe a los 8 cilindros y a 499 cm3 de capacidad cúbica de cada uno. Las entregas comenzarán en 2026, en abril la coupé y el Spider en el segundo semestre. El precio, todavía no oficial, sería de 450.000 euros para la versión coupé y 500.000 euros para el descapotable.