El dólar mayorista a $1.321 se ubica un 11% debajo del techo de las bandas de flotación (Foto: Reuters)

En momentos en que las altas tasas de interés ralentizan la operatoria del mercado financiero, las cuestiones políticas adquieren protagonismo de cara a las elecciones legislativas de octubre, así como el comicio previo en la provincia de Buenos Aires, que será en clave en septiembre. Los agentes financieros enfrentan dudas para el corto plazo, y en este contexto el Gobierno procura dar una señal de estabilidad con la tasa de cambio próxima al umbral de $1.300 por dólar.

No pasó desapercibido que el Gobierno sufrió una dura derrota por el avance de proyectos legislativos que ponen en jaque el objetivo de superávit fiscal. La Cámara baja dio media sanción a varias iniciativas, entre las cuales están el financiamiento de las universidades nacionales y la declaración de la emergencia en pediatría. Además, la oposición consiguió los votos para un primer rechazo a varios de los decretos presidenciales.

El presidente Javier Milei vetó estas iniciativas porque afirmó que “comprometen el equilibrio fiscal” que considera crucial para derrotar a la inflación y reducir los niveles de pobreza e indigencia.

A este ruido político se le sumó un dato financiero que tensó la operatoria en las últimas semanas: la volatilidad de las tasas de interés en pesos luego de la eliminación el 10 de julio de las LEFI (Letras Fiscales de Liquidez), que llegaron a superar el 100% nominal anual en operaciones puntuales de caución y que se estuvieron acomodando en la zona del 50% anual, todavía en un nivel demasiado elevado si se considera un horizonte de inflación apenas sobre el 20% para los próximos doce meses.

Juan Manuel Franco, economista Jefe de Grupo SBS, explicó que “el mercado local tiene el foco marcadamente sobre las tasas de interés en pesos, con ya algo más de un mes de nuevo esquema sin LEFI. El manejo de la política monetaria basado en agregados, creemos, tendrá como eje al tipo de cambio, concretamente a evitar sobresaltos que pudieran comprometer la nominalidad de la economía de cara a las elecciones. Las modificaciones sobre encajes y otras regulaciones jugarán un rol clave, y aguardamos a ver cómo se acomoda el sistema a las condiciones de liquidez”.

“De aquí en mas, el foco estará en la liquidez y en las tasas, y creemos que, al menos hasta las elecciones, el esquema monetario vendrá marcado por discrecionalidad por parte del equipo económico para evitar sobresaltos nominales”, agregó Franco.

Jorge Vasconcelos, economista Jefe del IERAL de la Fundación Mediterránea dijo: “El desafío está en lograr un empalme lo menos traumático posible entre el actual esquema de bandas cambiarias y control de agregados monetarios, hacia un régimen monetario-cambiario de carácter permanente”.

“Después de las elecciones será clave lograr un equilibrio dólar/tasas por el que la tasa real de interés pase a un nivel de un dígito anual, para lo que se requiere haber minimizado las expectativas de devaluación y reducido la prima de riesgo país”, estimó Vasconcelos.

Con el propósito de mantener al dólar mayorista en torno de $1.300 y alejado de la banda superior del esquema de libre flotación, el Gobierno está dispuesto a ciertas concesiones.

Por ejemplo, el Índice de Tipo de Cambio Real Multilateral que mide el BCRA descontó 5 puntos en agosto, prácticamente la misma tasa de apreciación que sostiene el peso frente al dólar en el mes. Un dólar que baja ejerce el rol de ancla frente a la inflación, para lograr que ésta se mantenga debajo del 2% mensual por cuarto mes consecutivo, un dato relevante para el desempeño electoral del oficialismo.

Vamos a un escenario en donde el dólar podría cotizar por debajo del los niveles alcanzados en la previa del vencimiento de las LEFI (Di Stefano)

Las tasas en pesos que duplican o triplican la inflación esperada acarrean altos costos. La última licitación del Tesoro arrojó una tasa efectiva anual próxima al 65% (Tasa mayorista -TAMAR- del 52,56% nominal anual más 1%), lo que encarece el pago de vencimientos futuros. Este elevado costo del dinero afecta la actividad económica y promueve una desaceleración hacia fin de año.

Un indicador es que la industria pyme manufacturera permanece estancada: para el 70% de las empresas la producción está estable o en baja y la preocupación por la debilidad de la demanda alcanza al 68% de las empresas, reveló un informe del Observatorio PyME.

Incesante absorción monetaria

La última semana el Tesoro absorbió $3,79 billones -equivalentes a unos USD 2.931 millones- mediante una licitación de una Letra Tamar, con el objetivo de secar la plaza de pesos que puedan impactar sobre dólar e inflación. Y ajustó más la contracción que el BCRA endureció la contracción monetaria al aumentar los encajes bancarios e imponer reportes diarios, buscando frenar la especulación sobre las tasas.

El Gobierno asume un alto costo en la renovación de deuda para llegar con el la inflación estabilizada y el dólar lejos del techo de la banda de libre flotación

Delphos Investment reportó que “el reto inmediato es esterilizar la liquidez proveniente del canje de LEFI sin abortar la remonetización ni la expansión del crédito. Con la inflación núcleo encaminada a perforar 2% mensual hacia el cuarto trimestre, la prioridad es sostener tasas reales positivas y evitar que la mayor demanda estacional de dinero en fin de año provoque desalineamientos”.

Para los analistas de Portfolio Personal Inversiones, “a mayor demanda de fondos de muy corto plazo intensificó la presión sobre el fondeo, evidenciando que el sistema encara con fricciones el proceso de adaptación a las nuevas condiciones -tras una suba en los encajes dispuesta por el Banco Central-”.

El CESO (Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz) destacó en un informe: “A mediano plazo, la necesidad de financiamiento externo para enfrentar vencimientos de deuda sigue siendo elevada. Los fundamentos de una economía con déficit en la cuenta corriente y tipo de cambio apreciado parecen ser una resistencia para bajar el riesgo país y volver a los mercados voluntarios de deuda”.

Salvador Di Stefano, analista económico, subrayó: “No vemos ningún motivo para que el dólar siga a la suba, todo lo contrario, parecería que vamos a un escenario en donde el dólar podría cotizar por debajo del los niveles alcanzados en la previa del vencimiento de las LEFI, y no descartamos niveles similares a los que tuvo en la salida del cepo”.

La política monetaria tiene como eje al tipo de cambio, para evitar sobresaltos que comprometa la nominalidad de la economía de cara a las elecciones (Franco)

“Continuamos esperando importante volatilidad vinculada con el contexto, en especial para la renta variable”, definió VatNet Financial Research,

Gustavo Geretto, de Adcap Grupo Financiero, aportó que “la primera revisión del FMI trajo buenas noticias por partida doble. No solo permitió el desembolso de USD 2.000 millones sino que baja las metas de reservas de corto plazo. Esta menor necesidad de acumulación quita algo de presión al dólar”.