En abril de 2026, a 54 años de Apolo 17, la última misión tripulada a la Luna, la NASA lanzará nuevamente un vuelo espacial con astronautas para orbitar el satélite terrestre. Se trata de la misión Artemisa II, cuyo objetivo final es sentar las bases para poblar el espacio, y a bordo de la nave viajará también Atenea, un microsatélite argentino.

El dispositivo fue desarrollado por un acuerdo entre la Comisión Nacional de Actividades Aeroespaciales (CONAE) y su par estadounidense, la NASA, en el marco del programa SARE (Sistema de Alta REvisita), orientado a la producción ágil y de bajo costo de satélites pequeños para observación terrestre y exploración espacial.

El microsatélite argentino Atenea viajará al espacio a a bordo de la misión Artemisa II de la NASA

De este modo, la CONAE, fundada hace 34 años, participará de esta histórica misión espacial tripulada, junto con las agencias de otros tres países: la Agencia Espacial de Alemania (DLR), la Agencia Aeroespacial de Corea del Sur (KASA) y la Agencia Espacial Saudí (SSA).

“El programa Artemisa es una misión estratégica de la NASA y, en particular, el lanzamiento de Artemisa II, con personas a bordo, requiere estándares de calidad y confiabilidad muy exigentes. Haber sido seleccionados demuestra que nuestras capacidades técnicas y operativas están al más alto nivel internacional”, destacó Raúl Kulichevsky, director Ejecutivo y Técnico de la CONAE.

Los paneles solares del microsatélite argentino Atenea, que viajará en la misión Artemisa II de la NASA

Tecnología espacial hecha en Argentina

Atenea es un microsatélite del tamaño de una caja de zapatos (sus dimensiones son 30 x 20 x 20 cm), equipado con sensores e instrumental de medición de alta tecnología. Entre sus funciones, medirá la radiación en órbitas profundas y pondrá a prueba componentes comerciales adaptados para uso espacial, aportando datos clave para futuras misiones al espacio.

El dispositivo, que tiene un peso aproximado de 11 kilos y utilizará paneles solares para propulsarse en el espacio, también captará señales GPS en órbitas de transferencia geoestacionaria y validará enlaces de comunicación de largo alcance. Estos ensayos son esenciales para mejorar la navegación y el control de naves espaciales.

El equipo argentino que diseñó al micro satélite Atenea

Del proyecto participaron diversas instituciones académicas y científicas argentinas, como la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM), la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Buenos Aires (FIUBA), el Instituto Argentino de Radioastronomía (IAR), la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) y la empresa estatal VENG S.A.

Para su construcción se realizaron pruebas de simulación en la Universidad Nacional de San Martín, que cuenta con una mesa vibratoria y una cámara de termo vacío que permite recrear el ambiente sin gravedad del espacio.

El microsatélite argentino, que lleva el nombre de la diosa griega de la sabiduría, se integrará en un adaptador del cohete SLS de la NASA en el Centro Espacial Kennedy, Cabo Cañaveral, y se desplegará durante el vuelo, antes del acercamiento a la superficie lunar.

El programa Artemisa I (en homenaje a la diosa griega de la Naturaleza, hermana gemela de Apolo) fue lanzado en 2022 como una misión no tripulada que orbitó la Luna durante 25 días.

La tripulación de la misión Artemisa 2 (de izq. a der.): Victor Glover (piloto), Reid Wiseman (comandante) y los especialistas Jeremy Hansen y Christina Koch

El año que viene, Artemis II replicará el trayecto llevando al microsatélite Atenea y a cuatro astronautas, entre ellos, una mujer, según información de la NASA. Será el primer vuelo tripulado alrededor del satélite natural desde 1972 y marcará el inicio de un ambicioso plan de habitar el espacio.