La colaboración internacional y el intercambio de información entre fuerzas de seguridad y empresas tecnológicas refuerzan la defensa contra amenazas digitales. POLITICA ESPAÑA EUROPA CANTABRIA
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El cibercrimen no reconoce límites geográficos y la ciberseguridad busca adaptarse a este desafío constante. La reciente Operación Serengeti 2025, coordinada por INTERPOL y AFRIPOL, ha cambiado el paradigma en la lucha internacional contra las redes criminales digitales, gestionando acciones en 18 países y demostrando la potencia de la cooperación público-privada.

Según el World Economic Forum, esta operación representa un hito en la persecución global de delitos cibernéticos, con la detención de más de 1.200 sospechosos y la recuperación de USD 97 millones en activos ilícitos.

Durante agosto de 2025, autoridades de Angola, Costa de Marfil y Zambia realizaron algunas de las intervenciones más destacadas. En Angola, el desmantelamiento de 25 centros ilegales de minería de criptomonedas permitió la incautación de 45 estaciones eléctricas valuadas en más de USD 37 millones. Sesenta ciudadanos chinos dirigían estos centros para validar ilícitamente transacciones de blockchain. Los recursos energéticos recuperados serán utilizados por el gobierno de Angola a la distribución eléctrica en zonas vulnerables.

Otro ejemplo es Costa de Marfil, donde se capturó a responsables de delitos originados en Alemania, exponiendo la dimensión transfronteriza de estas actividades. Zambia, por su parte, puso fin a una estafa de inversión en criptomonedas que generó al menos 65.000 víctimas y pérdidas por USD 300 millones. Estas acciones evidencian la complejidad y el alcance internacional del cibercrimen, que utiliza la digitalización de la economía para operar fuera del alcance de las fronteras nacionales.

Cooperación internacional y nuevas estrategias en ciberseguridad

La eficacia de la Operación Serengeti 2025, de acuerdo con el World Economic Forum, surge de la articulación entre organismos policiales, el sector privado y expertos globales en ciberseguridad. INTERPOL facilitó un intercambio ágil de información, evaluó amenazas y coordinó la colaboración entre fuerzas de seguridad, empresas tecnológicas y entidades internacionales como el propio Foro Económico Mundial. Programas como Cybercrime Atlas, auspiciado por el World Economic Forum, y la iniciativa Partnership Against Cybercrime han establecido modelos replicables y sostenibles para la lucha contra el delito digital de alto impacto.

Valdecy Urquiza, secretario general de INTERPOL, destacó la importancia de cada operación: “Cada vez que coordinamos acciones internacionales, reforzamos la cooperación, mejoramos el intercambio de información y potenciamos las capacidades investigativas de los países miembros”, afirmó Urquiza. Subrayó que la incorporación de nuevos expertos y la puesta en común de conocimientos permite ampliar el alcance e impacto de estas acciones, fortaleciendo la defensa global contra amenazas digitales.

El sector privado también ha tenido un papel central. Derek Manky, estratega jefe de Fortinet, aseguró que el avance de la industria de la ciberseguridad permite exigir responsabilidades reales a quienes cometen estos delitos. “Al adoptar buenas prácticas y estructuras colaborativas comprobadas, es posible impulsar nuevas iniciativas y fortalecer las existentes”, sostuvo Manky en declaraciones recogidas por el World Economic Forum. Además, resaltó que la alianza con INTERPOL facilitó el éxito de Serengeti y consolidó una metodología lista para replicarse en operaciones futuras.

Desde Microsoft, portavoces de la compañía remarcaron que este trabajo conjunto muestra los beneficios de las alianzas público-privadas y la colaboración intersectorial, logros tangibles en la lucha contra el delito digital. Manifestaron su compromiso de colaborar con proyectos como Cybercrime Atlas para perseguir y llevar ante la justicia a los responsables de delitos informáticos.

Uno de los 25 centros de minería de criptomonedas administrados por grupos del crimen organizado asiáticos en Angola. (Interpol)

Retos globales y la evolución de la colaboración contra el cibercrimen

La persistencia del cibercrimen, lejos de desacelerarse, sigue creciendo sobre la base de la digitalización y el carácter disperso de las jurisdicciones nacionales. Las redes criminales aprovechan la facilidad de operar en línea y la fragmentación legal para eludir a las fuerzas de seguridad. La mejora en la coordinación internacional y la integración del conocimiento privado han transformado operaciones como Serengeti en acciones frecuentes y efectivas.

El World Economic Forum enfatiza que el éxito radica en construir alianzas sostenidas y estructuradas más allá de colaboraciones puntuales. Modelos como Cybercrime Atlas y el marco Disrupting Cybercrime Networks, promovido por el Foro, proporcionan incentivos claros, estructuras de gobernanza y recursos para escalar la cooperación. El entrenamiento conjunto y el compartir experiencias entre policías de África, Asia y América, junto con socios privados, refuerzan la confianza y el aprendizaje colectivo, factores decisivos para enfrentar amenazas que ignoran cualquier frontera.

La Operación Serengeti 2025 demuestra que la unión entre organismos públicos y privados no solo aumenta el riesgo para los cibercriminales, sino que sienta las bases para una respuesta global más efectiva. El compromiso sostenido de actores como Microsoft, Fortinet, la coordinación de INTERPOL y los marcos de acción impulsados por el World Economic Forum consolidan la colaboración como la herramienta principal para combatir el cibercrimen y proteger a las sociedades digitales.