La Cumbre del G20 está programada para el 22 y 23 de noviembre en Johannesburgo (REUTERS/Yves Herman)

La guerra en Ucrania y las diferencias entre Estados Unidos y sus socios europeos sobre una eventual salida al conflicto bélico dominan la previa de la cumbre del G20 que se celebra este sábado en Sudáfrica, marcada también por la ausencia del presidente estadounidense Donald Trump.

El foro en Johannesburgo, el cual finalizará este domingo 23 de noviembre, reunirá a figuras como el presidente de Francia, Emmanuel Macron, el primer ministro indio, Narendra Modi, el primer ministro chino, Li Qiang, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, y el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, entre otros líderes de países clave en el escenario global.

Aunque Trump decidió no asistir personalmente, su influencia y protagonismo se hicieron sentir a raíz de la presentación de un plan de su administración para finalizar la guerra desatada en Ucrania por la invasión de Rusia. Según fuentes europeas, la propuesta está en sintonía con los intereses del Kremlin.

Washington justificó su ausencia institucional argumentando que el enfoque de Sudáfrica sobre comercio global y cambio climático no coincide con su agenda actual. Sin embargo, el impacto de la postura estadounidense fue evidente tras una comunicación directa con el presidente ucraniano Volodimir Zelensky; poco después, líderes como Macron, el canciller alemán Friedrich Merz y el primer ministro británico Keir Starmer reiteraron que cualquier acuerdo para Ucrania debe contar con el respaldo conjunto de los países europeos y de la OTAN.

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, remarcó ante la prensa la importancia de no negociar cuestiones de paz sobre Ucrania sin la presencia activa de su gobierno, y anunció una reunión de seguimiento con la Unión Africana en Angola la próxima semana para continuar las discusiones sobre el conflicto.

El presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, saluda mientras se reúne con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en la Casa Blanca, el 18 de agosto pasado (REUTERS/Kevin Lamarque)

Trump, en tanto, le puso fecha a Kiev para responder al documento de 28 puntos elaborado por su equipo, al declarar en Fox News Radio que considera el jueves 27 de noviembre como un plazo “apropiado” para una definición, en un contexto de creciente presión sobre las autoridades ucranianas.

La cumbre del G20 en Sudáfrica también se vio impactada por el estancamiento de las negociaciones climáticas de la COP30, celebradas en Brasil. El último día de conversaciones, previsto para el viernes, terminó extendiéndose debido a desacuerdos profundos, principalmente por la negativa de varios petroestados a incluir referencias a la eliminación progresiva de los combustibles fósiles en el documento final.

Pese a estos obstáculos, el país anfitrión se mostró confiado en lograr el apoyo del G20 para metas claves como la reducción de desigualdades económicas, alivio de la deuda de naciones de bajos ingresos, asistencia para la transición hacia energías limpias y la creación de un acuerdo sobre minerales críticos.

“Como Sudáfrica, esperamos que se adopte la declaración de los líderes, que establecerá una agenda nueva y continua para el mundo, en particular para el G20”, señaló el presidente sudafricano Cyril Ramaphosa en la noche del viernes.

El presidente sudafricano Cyril Ramaphosa habla durante la Octava Cumbre de Reposición del Fondo Mundial, un fondo para combatir el SIDA, la tuberculosis y la malaria, en el marco de la cumbre del G20 (REUTERS/Yves Herman)

Fuentes diplomáticas informaron a la agencia AFP que los negociadores lograron consensuar un borrador final del texto conjunto, que quedará a disposición de los jefes de Estado para su aprobación. Sin embargo, persistía la incertidumbre sobre si este documento se convertiría en una declaración tradicional del G20, debido al boicot estadounidense y a la indicación de Washington de que no debe emitirse ningún texto en nombre del grupo.

Ramaphosa manifestó su malestar por la ausencia de una delegación oficial de Estados Unidos y por las declaraciones polémicas del gobierno de Donald Trump sobre presuntos “genocidios” en Sudáfrica. En este contexto, dirigentes como Antonio Costa, presidente del Consejo Europeo, subrayaron el valor de la cumbre como foro para la cooperación global: “El multilateralismo es nuestra mejor o quizá nuestra única defensa contra la desestabilización, la violencia y el caos”.

La decisión estadounidense sobre el encuentro en Johannesburgo se suma a la determinación previa de no enviar una delegación a la COP30 en Brasil. La Casa Blanca solo tiene previsto que su encargado de negocios asista a la ceremonia de traspaso, ya que el próximo año Estados Unidos será anfitrión de la cumbre, prevista en un club de golf propiedad de Trump en Florida.

El G20 reúne a 19 países, la Unión Europea y la Unión Africana; en conjunto, representan el 85% del PIB mundial y alrededor de dos tercios de la población global.

(Con información de AFP)