“Gracias”. Eso tuiteó Marcos Galperin, el empresario más rico de la Argentina, luego de conocerse la convalidación de la sentencia de Cristina Kirchner por parte de la Corte Suprema de Justicia.
La expresidenta deberá cumplir una pena de prisión de 6 años y quedó inhabilitada de por vida para ocupar cargos públicos,según su condena por hechos de corrupción en la llamada “Causa Vialidad”.
El agradecimiento de Galperin fue para Javier Iguacel, ex titular de Vialidad Nacional durante el gobierno de Mauricio Macri, que aportó información relevante para la causa.
No fue un mensaje contundente, pero alcanzó a destacarse en el círculo rojo vernáculo por el peso propio del alma mater de Mercado Libre, la empresa de mayor market cap de la región –más de USD 120.000 millones–, y también porque buena parte de los integrantes del establishment local eligieron no hablar del tema. Al menos en público.
En general, hay satisfacción empresarial por la decisión de la Corte, pero el foco de hombres y mujeres de negocios está más en la macro y la micro de Milei. Los hombres y mujeres de negocios respiraron aliviados porque la noticia no impactó en los mercados. Están más atentos a cómo se llevará adelante el proceso de recambio en el peronismo y tienen algunas dudas sobre el desempeño del Gobierno ahora que perdió su eje de confrontación.
La voz de los pasillos
La gran mayoría de las grandes entidades empresariales no opinaron públicamente sobre la condena a Cristina Kirchner.
Al menos hasta el cierre de esta nota, no había comunicados del Foro de Convergencia Empresarial, AEA, IDEA, Cicyp, el Grupo de los 6 (G6) y AmCham, por caso. Algunas de esas agrupaciones sí se habían expresado en cuestiones institucionales de impacto, como “ficha limpia” y la elección de jueces para la Corte Suprema, por nombrar sólo las más recientes.
“No hubo ánimo en las cámaras para comunicar nada. Más que decir ‘se hizo justicia’ no se puede decir, pero incluso eso puede ser tomado como algo celebratorio, y no da… ¿o si? En lo personal es otra cosa“, dudó el presidente de una de las entidades del G6.
“La verdad, ni hablamos entre nosotros para sacar algo. Nadie llamó, ni siquiera en tono de consulta. Cualquier cosa que se diga es caer en la grieta. Además, no hubo impacto: los mercados están mirando otra cosa, no a Cristina. Habrá que ver cómo se reconfigura el peronismo y, sobre todo, cómo se mueve el Gobierno ahora que no tendrá enfrente a una figura polarizante como ella”, amplió el dirigente.
“No sé si es momento para que las entidades se la jueguen porque todo el peronismo se encolumnó detrás de ella, al menos por ahora. Sabíamos que esto iba a ocurrir, aunque es verdad que sorprendió un poco su candidatura apurada, y por eso el mercado un poco se asustó”, afirmó el presidente de uno de los grupos empresarios más importantes del país. El poderoso ejecutivo insistió con la idea de que lo que pesa es “la inflación, la inseguridad y lo que le importa a la gente”.
“Más allá de que nos volvemos un país caro, por ahora no hay con qué darle a Milei. Si el peronismo no da vuelta la página y actualiza su agenda y sus caras, va a estar en problemas”, arriesgó.
A falta de comunicados, lo que sí hubo esta semana fueron varias reuniones de empresarios. Estaban programadas, pero el tema monopolizó los pasillos.
El miércoles se reunió el Foro de Convergencia. El organismo nuclea a más de 60 asociaciones y entidades y funciona como una suerte de paraguas de la representación empresarial. Históricamente coordinado por Miguel Blanco, ahora tiene como cabeza a Nicolás Pino, presidente de la Sociedad Rural Argentina (Blanco, ex Swiss Medical, es funcionario y está a cargo de la Sigen).
El encuentro se hizo en La Rural y, entre otros, estuvo presente Jaime Campos, presidente de la poderosa Asociación Empresaria Argentina, la entidad que reúne a los dueños de grandes empresas argentinas. Se habló mucho de política y de las elecciones que vienen porque ese había sido el tópico del encuentro pactado con un analista. “Se tocó muy por arriba el episodio de esta señora que ganó muchos odios, pero también mucho amor de algunos empresarios. Los que nos quedamos un rato, después, seguimos hablando del tema”, describió uno de los presentes.
“Nos sorprendemos de lo que tiene que ser normal. Es un proceso que se tenía que dar así. Sectorialmente, no nos cambia nada, pero es un avance muy bueno para la sociedad: se reafirmaron y fortalecieron las instituciones”, coincidió Pino en diálogo con Infobae.
“Esto es parte de un cambio que arrancó a fines de 2023, cuando Milei ganó la elección. La gente apostó por un cambio histórico y la Corte hizo lo que había que hacer. Pero no está bueno que alguien que fue presidente dos veces termine presa”, agregó el titular de la SRA.
El jueves, por su parte, asumió la nueva comisión directiva del Consejo Interamericano de Comercio y Producción (Cicyp), que nuclea en su mayoría a las cámaras que representan al comercio, la industria, los bancos, la construcción, la bolsa porteña y una parte del campo, entidades que también componen el G6. Todos sus popes estuvieron presentes en la reunión que se hizo en la Cámara de Comercio. En los pasillos, CFK fue protagonista.
“La condena reviste una trascendencia singular: marca un antes y un después en la cultura que empieza a emerger en la Argentina. Una cultura donde quien las hace, las paga. La responsabilidad deja de ser un ideal abstracto para convertirse en un principio ineludible. No es bueno que un expresidente vaya preso, claro. Pero mucho peor es que la impunidad siga siendo la norma frente a hechos de corrupción tan graves”, destacó Marcos Pereda, vice de la Sociedad Rural y hasta hace pocas semanas presidente del Cicyp.
“Para el campo, el kirchnerismo fue nefasto. Muchos productores quedaron en el camino, asfixiados por intervenciones arbitrarias y un saqueo fiscal sin precedentes. Con la corrupción probada en la causa Vialidad, el daño al país —y a su gente— es inmenso”, agregó.
Banqueros
De la condena y el futuro de la presidenta también se habló en una celebración que hizo la Asociación de Bancos Argentinos (Adeba) por el día del periodista, pero no fue el tema excluyente en el evento del jueves pasado al mediodía. Si bien los banqueros prefirieron centrarse más en cómo están las reservas y en la política, más de uno reconoció estar “satisfecho” porque, dijeron, se había hecho justicia.
Juan Nápoli, presidente del banco VALO, y muy cercano al Gobierno –fue candidato a senador por LLA–, remarcó que la Corte Suprema sólo se limitó a rechazar un recurso de queja. “Es lo hace casi siempre, se esperaba. Se reafirmó la división de poderes y la igualdad ante la ley. No veo mayor impacto en otros rubros. A nivel político, es más un problema para el peronismo que para el Gobierno, y a los mercados les interesa más la inhabilitación que la detención. Si alguno en el exterior dudaba si podía volver, ahora sabe que esa chance es muchísimo menor”.
Copa de malbec en mano, el CEO de un banco argentino, se reconoció sorprendido por el “bajo impacto en la calle” que tuvo la noticia. “Al menos hasta ahora no pasó demasiado… esperemos que siga así”, aseguró.
A pocos metros, un colega suyo consideró “muy saludable” que el fallo no haya afectado tanto a los mercados. “Ni para arriba, ni para abajo. En principio, es una señal de madurez que un poco asombra”, observó.
La que sí habló formalmente fue la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC), aunque puso el foco en los destrozos en TN y Canal 13 y no tanto en CFK. “Nuestro sistema judicial prevé diversas instancias para que los afectados puedan plantear sus apelaciones; agotadas esas posibilidades, corresponde acatar el veredicto. Asimismo, cabe señalar que el descontento que algunos puedan tener ante la definición judicial debe manifestarse de manera tal que no perturbe el normal desarrollo de las actividades del resto de la ciudadanía”, expresó la cámara con mayor cantidad de empleados que preside Mario Grinman.
“En momentos en que Argentina hace esfuerzos para recuperar la confianza de los inversores locales y del exterior –mancillada por años de incumplimientos y anomia–, resultaría ciertamente desgraciado que la rebeldía ante una definición judicial devenga en una situación de desorden público. Corresponde apelar a la madurez de la población en general y de la dirigencia en particular para evitar que esto suceda”, sumaron.
La nueva conducción de la Unión Industrial Argentina (UIA) no hizo declaraciones públicas sobre el tema. Si bien su flamante presidente, Martín Rappallini, estuvo en Europa en un evento de la OIT, una alta fuente de la entidad confirmó que no habrá ninguna manifestación “porque se trata de una resolución judicial dentro del marco del funcionamiento normal de las instituciones de la República”.
“Es una sentencia como tantas otras, en la que ha actuado la Justicia con sus tiempos y procedimientos, y entendemos que no corresponde que la UIA intervenga ni opine sobre fallos específicos que no tienen relación directa con nuestra actividad o representatividad”, señaló el vocero.
Siempre formal, quien sí opinó fue el expresidente de la entidad, Daniel Funes de Rioja. “El juicio que origina la sentencia en cuestión ha tenido una larga tramitación y ha sido convalidada la decisión por la propia Corte Suprema. No se trata de una discusión sobre si existió o no delito, tema que ya se definió claramente en los pronunciamientos que en las distintas instancias se fueron concretando, sino de entender que por el principio de separación de los poderes, el decisorio de los Tribunales debe ser acatado y la pena cumplida”, le dijo Funes a este medio.
Otro industrial, de los que están acostumbrados a hablar a micrófono abierto, pero que esta vez pidió anonimato, también puso su atención en el futuro del peronismo, un espacio en el cual Cristina aún ostenta un caudal de votos muy importante, según explicó. “¿Quién va a tomar la posta y cómo? No está claro. ¿Será Máximo? ¿Le da? El Gobierno también debería estar atento a eso porque pierde confrontación directa y quizás tenga a la expresidenta tuiteando todo el día. Veo muchos interrogantes para lo que viene, pero no creo que afecte a los mercados ni a los negocios. Los inversores miran la economía y lo que hace el Gobierno en términos económicos. El resto importa, pero no tanto”, aseguró.
“Le pusieron un cepo al voto popular”, dijo CFK en su discurso ante sus seguidores luego de la decisión de la Corte.
“Es muy paradigmático que usara esa figura justo ella que armó una madeja imposible de controles cambiarios que destruyó valor, fundió empresas y complicó la economía argentina por años y años”, reflexionó un “número uno” de una multinacional al que se le insistió con qué, si al menos esa frase, no podía ser atribuida con nombre y apellido.
“Mejor no. Acá nunca se sabe qué puede pasar. Ya estuvieron liquidados… y terminaron volviendo”, cerró el CEO.