Cuidar las plantas es un arte, no cabe duda. Aunque antes de eso, lo importante es elegirlas correctamente. Y para eso hay que saber.

Ir a un vivero puede ser una experiencia emocionante, más aún cuando ya sabemos qué vamos a buscar, pero hay que tener cuidado de no dejarnos llevar por impulsos y hacer una buena elección. Esa es la clave inicial para asegurarnos de que esas plantas que compramos prosperen en el jardín.

No se trata solo de elegir las especies más lindas o las que están en oferta, sino de estar seguros de que realmente prosperarán en el espacio disponible

Una vez que ya identificamos, de acuerdo a los recursos de nuestro espacio y a los objetivos que tenemos, cuál es la planta que vamos a buscar, tenemos que saber cuál de todas las que se exhiben en el vivero es la adecuada. Porque muchas veces, no todas están en óptimas condiciones y algunas pueden traer consigo problemas ocultos que afectarán su crecimiento.

Qué evaluar de las plantas y cómo hacerlo

Las hojas: las plantas con hojas de color uniforme y sin manchas marrones, amarillas o negras son las más sanas. Las manchas pueden ser signos de deficiencias nutricionales, estrés hídrico o enfermedades. También es importante que no presenten deformaciones o puntos pegajosos, ya que pueden indicar la presencia de plagas como pulgones o cochinillas.

Es importante que las plantas no presenten deformaciones o puntos pegajosos, ya que pueden indicar la presencia de plagas como pulgones o cochinillas

Los tallos: deben ser firmes y sin señales de podredumbre, grietas o cortes sospechosos. Si el tallo se ve demasiado blando o ennegrecido en la base, es posible que la planta tenga problemas radiculares.

Evaluar el estado de una planta implica una profunda revisión que vale la pena hacer para garantizar el adecuado crecimiento

Las raíces: Siempre que sea posible, conviene levantar con cuidado la maceta y mirar la base. Las raíces deben estar bien formadas, sin salir en exceso por los agujeros de drenaje (lo que indica que la planta está sobrepasada de tamaño en su contenedor). Evitar aquellas con raíces ennegrecidas o malolientes, ya que esto podría significar que han sufrido exceso de riego o infecciones fúngicas.

Revisar el estado de las raíces es muy importante

Algunos signos de plagas o enfermedades: revisar el envés de las hojas, donde suelen esconderse insectos como ácaros, cochinillas o pulgones. También hay que revisar que el sustrato no tenga hongos o moho.

El crecimiento: las plantas sanas tienen brotes nuevos, lo que indica que están en pleno desarrollo. Si una planta no muestra signos de crecimiento o parece marchita, podría estar sufriendo estrés.

En los helechos es sencillo detectar los brotes, son espiralados.

La procedencia: pedir información sobre el origen de la planta, sus requerimientos específicos y su estado sanitario. En los buenos viveros, los especialistas pueden brindar orientación para elegir la mejor opción según cada jardín.