Patricia Bullrich, Martín Menem, Diego Santilli y Nacho Devitt tras la sanción del Presupuesto 2026

El Gobierno volvió al estado de gracia que había imaginado tras las elecciones de octubre. La aprobación del Presupuesto 2026 -el primero de Javier Milei desde que asumió- , sancionado con amplio apoyo parlamentario, dejó atrás el inesperado traspié de la semana anterior en la Cámara baja, y le dio al Presidente un regalo de fin de año que volvió a exponer la crisis del peronismo, evidenciada en la votación del Senado de este viernes: la Casa Rosada consiguió el visto bueno con 46 votos, es decir, dos votos menos que los dos tercios necesarios para cubrir, por ejemplo, las vacantes en la Corte Suprema.

“Jugaron muy bien los gobernadores”, sintetizó el viernes por la noche uno de los funcionarios del Ejecutivo que participó activamente en las negociaciones con las provincias. ¿Qué cambió, de una semana a la otra, para que los mandatarios provinciales que le dieron la espalda al Gobierno con el rechazo al capítulo XI, que incluía, entre otros artículos, la derogación de las leyes de emergencia en discapacidad y financiamiento educativo, convalidaran ahora el capítulo II del proyecto en la Cámara alta, que incorporó el polémico artículo 30 que, según la oposición, desfinancia la educación pública, la ciencia y la tecnología?

Según explicó uno de los negociadores de la Casa Rosada, en realidad no fueron los gobernadores aliados los que “jugaron mal” la semana anterior. No lo dice, pero en el seno de La Libertad Avanza aún insisten en que, en la negociación en Diputados, nunca estuvo sobre la mesa la derogación de ambos proyectos que al final fueron rechazados; que la inclusión del artículo 75 se decidió a última hora, en la noche del lunes previo a la sesión, y que a partir de ese momento no hubo chances de revertir el revés a ese capítulo. “La derogación era un error, lo que había que hacer era corregir los excesos de la ley”, deslizó el viernes, tarde, un funcionario que aún festejaba en la Cámara baja.

Esa decisión, en la previa al debate en Diputados, había sido avalada por Milei, e impulsada por Luis Caputo, “Toto”, y al resto del gabinete no le quedó más opción que acatar la orden y trabajar a contrarreloj para convencer a un grupo de gobernadores a los que se les había ofrecido un asiento en la Auditoría General de la Nación (AGN) y una transferencia muy generosa de aportes del tesoro. No hubo caso.

Antes del debate de este viernes, las gestiones sí surtieron efecto. El Gobierno pasó del sometimiento que ensayó Milei con la derogación del artículo 75 a una versión mucho más pragmática en el Senado. La Casa Rosada logró, por caso, partir a la bancada del PJ. Carolina Moises, de Jujuy; Guillermo Andrada, de Catamarca, y Sandra Mendoza, de Tucumán, acompañaron al Ejecutivo. Estos dos últimos responden a Raúl Jalil y a Osvaldo Jaldo, conocidos como el “El bloque Ja-Ja”. También Flavia Royón, referenciada en el gobernador Gustavo Sáenz, y muy cercana a Sergio Massa.

Luis Caputo y Javier Milei

El Gobierno se apalancó en el rol de Patricia Bullrich, que debutó victoriosa este viernes en la Cámara alta como jefa de bloque, con la sanción del Presupuesto. La ex ministra de Seguridad llegó al Congreso para pisar fuerte. Tiene su propio proyecto de cara al 2027. En su entorno se ilusionan con la Jefatura de Gobierno de la capital, una posibilidad que aterra a los Macri y a los administradores del PJ de la ciudad, que ven amenazados sus intereses. Otros mencionan una eventual candidatura a la vicepresidencia. Algunas voces especulan, muy por lo bajo, con un hipotético choque hacia adelante entre la cúpula libertaria y la senadora. Fue lo que notó un grupo de sindicalistas en la visita que hicieron al Senado para exponer sobre la reforma laboral. El viernes, Bullrich subió a sus redes un video editado con su exposición de cierre en el recinto. Lo musicalizó con la cortina de House of cards, la popular serie de la plataforma Netflix que narra la historia de un congresista demócrata que despliega un plan muy sofisticado y opaco para llegar a la Presidencia.

Imágenes que hablan. Bullrich no fue la única que festejó. También lo hizo Diego Santilli, que siguió la sesión desde uno de los palcos junto a Martín y Eduardo Menem, “Lule”, e Ignacio Devitt, un ex dirigente de La Generación del PRO, que alguna vez fue cantera de jóvenes cuadros, y que dejó el mundo corporativo para sumarse al equipo de Manuel Adorni, convocado por su jefa de asesores, Aimé Vázquez, “Meme”, la dama fuerte de la Jefatura de Gabinete.

Desde la Presidencia de la Cámara baja se repartieron imágenes de Martín Menem, Bullrich y Santilli; el titular de Diputados subió a sus redes además una foto junto a “Lule”, Santilli y Devitt, exultantes por la aprobación del Presupuesto. Nada por fuera de lo normal a no ser porque la interna libertaria sigue latente, solapada por el triunfo parlamentario, pero a la orden del día. Fuentes del Congreso enrostraron, en parte, esas imágenes al ala de Las Fuerzas del Cielo del gobierno por el trabajo que le dedicó a las negociaciones Santiago Caputo, que, según fuentes oficiales, habló con senadores y gobernadores. “Hubo chispazos, si a un senador le dicen dos cosas diferentes…”, dijo un operador libertario.

Difícil de creer que, a esta altura, el principal asesor presidencial se haya interiorizado de las negociaciones sin el aval de Milei, pero lo cierto es que su participación volvió a reavivar las tensiones de una interna que, si no pasó a mayores, fue por el resultado positivo.

Osvaldo Jaldo, Gustavo Saenz y Raúl Jalil

Verano y después. El consultor estrella de Milei bajó sensiblemente la exposición en el último mes y medio y la negociación política en el Parlamento quedó reservada para los Menem, Santilli y Bullrich -Adorni, en menor medida, como guardián de los intereses de Karina Milei-, pero su injerencia en varios de los principales resortes del poder sigue tan vigente como siempre. Todavía se ofrece como nexo de actores centrales del círculo rojo: hace dos lunes, en la cena de recaudación de la Fundación Faro, en Puerto Madero, se sentó en la mesa principal junto a “Toto” y varios empresarios de peso que se abalanzaron sobre Milei cuando bajó del escenario, tras ofrecer un discurso muy módico. Hubo concurrencia récord a pesar de que se habla de un grupo de hombres de negocios que se reúne en un ámbito cerrado de manera frecuente en el que se analizan potenciales candidatos presidenciales para el 2027. En ese ámbito empezó a sonar hace tiempo el nombre de Marcos Galperín. También el de Jorge Brito, que acaba de terminar su mandato al frente de River y sigue al frente del banco fundado por su padre. Cerca de Brito juran que, por ahora, no está en sus planes. Habrá que ver si parte de esas conversaciones tienen su propia carta de verano en Punta del Este, plagada de dirigentes de empresas y celebridades en esta temporada en la que sumó además, como nuevo punto de encuentro del jet set empresario, al restaurante “Balleneros”, con amarradero propio, recientemente reinaugurado, con ramificaciones en Buenos Aires. La gastronomía es un polo de atracción para el círculo rojo. A mediados de enero, por ejemplo, en Pinamar, se inaugura otro local, propiedad de un altísimo dirigente del PRO.

El rol de Santiago Caputo entrará en el verano y a partir de marzo en período de prueba en uno de los rubros que lo tuvo hasta ahora como jugador estrella: la Justicia, y en especial en la nominación de los pliegos para completar la integración de la Corte tras el fallido intento por Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla, una negociación que mantuvo muy ocupado al asesor presidencial entre el 2024 y el 2025. En algún momento se barajó incluso la opción de sumar al candidato a la Procuración a la mesa de negociaciones. Cerca de Caputo se llegó a mencionar como posible postulante a María Ibarzabal Murphy, la secretaria Legal y Técnica, muy valorada puertas adentro, de estrecha relación con Milei. La funcionaria perteneció al estudio Cassagne, con buena llegada a algunos de los popes de la cúpula del peronismo.

Juan Carlos Maqueda, Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz, Ricardo Lorenzetti

Fuentes judiciales dan cuenta ahora de que la Procuración salió, al menos por el momento, del paquete de negociaciones. En buena medida, porque el procurador Eduardo Casal, que aún sueña con ser confirmado alguna vez, no le trajo a este gobierno mayores dolores de cabeza. Más bien lo contrario: “Casal es el mejor candidato del no consenso, ¿por qué el gobierno gastaría dos tercios en él?“, deslizaron fuentes judiciales que trabajan codo a codo con la Procuración.

Para Milei será clave, en ese contexto, testear mayorías en el Congreso cuando se inicien las sesiones ordinarias. En ese sentido, el debate en torno a la reforma laboral le dará un panorama bien crudo de los aliados. “Será a partir de marzo, pero va a depender de lo caro que les salga aprobar las reformas y el margen que tengan para conseguir los dos tercios”, señaló una fuente vinculada a la Corte.

Dentro del máximo tribunal hay operadores que pronostican que en marzo podrían estar los nombres de los candidatos. Incluso aventuran perfiles y hasta rangos etarios. En ese esquema se empezó a mencionar, de todos modos, en el último mes y medio a la hermana del Presidente como una protagonista cada vez más interesada en ese rubro. Ya desembarcó en el Consejo de la Magistratura con el diputado Gonzalo Roca, socio de Gabriel Bornoroni, el jefe de bloque en Diputados, apuntalada por la familia Menem. Meses atrás se llegó a mencionar, por caso, que la secretaria General había pensado en Mariano Cúneo Libarona como eventual candidato a la Procuración. El ministro de Justicia quiso irse del Ministerio para dedicarse a asuntos personales, pero no lo dejaron. Adeuda decenas de vacantes en todos los fueros, la gran deuda pendiente del 2025. Eso sí, prometieron, debería empezar a efectivizarse a partir de marzo. También la implementación del sistema acusatorio en los tribunales federales porteños, en Comodoro Py 2002, para abril. Antes debería instrumentarse en Posadas, y después en La Plata. Fuentes judiciales ponen un manto de duda en esas dos implementaciones.

Peronismo en sandalias. Una duda similar se instaló en el seno del Gobierno en torno al dilema de cómo o con quién, o quiénes, conseguir los dos tercios necesarios para designar jueces supremos. “Es imperioso, pero ninguno tiene los dos tercios, habrá que ver cuál es el mecanismo más eficaz para destrabarlo”, dijo el viernes Juan Carlos Pagotto, senador libertario de La Rioja. En esa sesión, la Casa Rosada estuvo a dos votos de los dos tercios, sin necesidad de apelar al peronismo que todavía le responde a Cristina Kirchner.

La CGT recibió a Axel Kicillof y Verónica Magario

La ex presidenta se recuperaba en estas horas tras el cuadro de apendicitis aguda que le ocasionó una peritonitis por la que fue intervenida en el Sanatorio Otamendi. CFK espera regresar cuanto antes a San José 1111 para continuar la recuperación, con la posibilidad de visitar dos horas diarias la terraza del edificio tras una serie de recomendaciones que le envió Lucía Topolansky, la viuda de José Mujica, “Pepe”, desde Uruguay.

Hasta el año pasado, la ex presidenta había sido clave en las negociaciones fallidas por la integración de la Corte Suprema. El Gobierno deberá evaluar con la nueva composición del Congreso qué tipo de concesiones está dispuesto a hacerle a la ex presidenta, y hasta qué punto puede prescindir de ella. Para eso será crucial el proyecto de reforma laboral, que la Casa Rosada tuvo que patear en su discusión a febrero tras el traspié en la Cámara baja.

“Fue solo una carambola”, se lamenta un líder sindical que no es demasiado optimista por la representación de los intereses sindicales en el Parlamento. En la ronda reciente de conversaciones. En uno de esos encuentros con dirigentes como Royón, que acaba de acompañar al Gobierno en la sanción del Presupuesto, algunos jefes sindicales se fueron inquietos. “Vamos a apoyar la reforma, ustedes dígannos cuáles son los artículos más conflictivos”, les trasladaron.

En la CGT prevalece un sabor muy agridulce por la convocatoria de la semana anterior que no tuvo la masividad que se esperaba. No solo por las altas temperaturas, y el poco tiempo de preparación, también por el clima de desazón reinante: “No hay conducción”. A eso se suma la salida de la UTA y las internas en algunos gremios como Camioneros. Pablo Moyano amenaza junto a Marcelo Aparicio, “Feucho”, en presentar lista propia en este 2026 en la elección seccional para enfrentar a Hugo Moyano.

Javier Milei junto a Daniel Scioli y Guillermo Francos

Algo de ese clima sombrío se palpó este viernes en la reunión que la cúpula sindical mantuvo en la calle Azopardo con Axel Kicillof, que visitó a la central obrera junto a Verónica Magario y Andrés Larroque. Hicieron un análisis del proyecto y de la posición de la CGT, pero el gobernador también habló un buen rato sobre su proyección al 2027, sobre la necesidad de ampliar en el 2026 y construir una alternativa, las “nuevas canciones” que tanto molestan al cristinismo y La Cámpora.

Esa disputa sigue al rojo vivo, y tiene en el Senado bonaerense uno de sus capítulos más recientes e inquietantes: Sergio Berni y un grupo de legisladores K pidieron una sesión para rever las licencias de Magario y de Gabriel Katopodis, también de Diego Valenzuela, en simultáneo a la falta de consenso para la nominación de las vicepresidencias de esa cámara. Eso provocó un profundo malestar en La Plata: en la reunión de bloque más reciente hubo un cruce muy fuerte entre Berni y Katopodis. El ex ministro de Seguridad provincial era un aliado de Kicillof, pero hace tiempo que volvió a la referencia de la ex presidenta, con la que habla directamente, a pesar del encono que le tiene Máximo Kirchner. Como respuesta a ese pedido de Berni, también muy enfrentado a su sucesor, Javier Alonso, Kicillof le pidió al ministro de Seguridad que reciba al intendente de Zárate. Esa foto ofuscó no solo a Berni, también a la diputada Agustina Propato, su pareja. Una sucesión de disputas partidarias muy alejadas de la agenda de la sociedad.

Fue, en su momento, un dolor de cabeza para Daniel Scioli, muy reconfortado con su nueva versión libertaria. El secretario de Turismo cambió de camiseta, pero no abandonó nunca -solo en su paso por Brasil- las tertulias de Villa La Ñata. En el quincho de su predio en Tigre siguen siendo habitués Luis Peluso, el preciado “Chiche”, y Alberto Samid. En La Ñata todavía hay largas sobremesas y partidas de truco. La mesa de ajedrez sigue reservada para conversaciones privadas, de uno a uno. Hace algunas semanas estuvo allí Guillermo Francos, de visita junto a Lisandro Catalán, ambos eyectados del Gobierno tras el reordenamiento interno. Francos y Scioli tuvieron una charla a solas, que alimentó algunas especulaciones en torno al futuro del ex jefe de Gabinete.

Los funcionarios tienen ahora algunos días de vacaciones tras el cierre de año exitoso con la aprobación del Presupuesto. En febrero podría haber aumentos de sueldo, un reclamo histórico desde que fueron congelados a principios de la gestión. Mientras se prevén vacaciones del gabinete por el interior, por el sur del país y también por el exterior. A propósito, se menciona puertas adentro el viaje de un altísimo funcionario por China.