El auge de las series sobre crímenes y asesinos seriales, desde clásicos como Hannibal Lecter hasta éxitos de streaming como Dahmer y Mindhunter, capturaron la atención de millones de personas alrededor del mundo. Estas narrativas, ya sean inspiradas en hechos reales o pura ficción, no solo entretienen, sino que también invitan a intensas reflexiones emocionales y éticas. Pero, ante el disfrute de estas series, surge una pregunta inquietante: ¿es indicativo de tendencias psicopáticas el gusto por estos contenidos?
Desde una perspectiva psicológica, es esencial entender las motivaciones detrás de esta fascinación. Según el blog de psicología Psiko, varios factores explican por qué estas series son tan atractivas sin que ello señale desviaciones en nuestra conducta.
La curiosidad humana es una de las razones fundamentales. Históricamente, las historias que involucran peligro, justicia y moralidad fueron pilares en la construcción de nuestras culturas, y ayudan a entender el entorno social y a sus individuos. Las series de asesinos seriales satisfacen este interés por desentrañar misterios y entender la complejidad del comportamiento humano, mientras desafían nuestra mente y alimentan el deseo de conocer más sobre nuestra naturaleza.
Otro aspecto es el miedo controlado. Ver estos dramas en la seguridad del hogar nos permite experimentar adrenalina y suspenso sin enfrentar riesgos reales. Esta exposición a escenarios ficticios de peligro permite al cerebro ensayar respuestas ante amenazas potenciales, lo cual podría incrementar nuestra percepción de seguridad en la vida cotidiana, según la teoría de la simulación emocional.
Además, la empatía juega un papel crucial. La mayoría de los espectadores no se identifica con los perpetradores, sino con las víctimas o los investigadores.
Sentimos indignación, tristeza y alivio a lo largo de los episodios, lo cual refuerza nuestro sentido de justicia y moralidad. El interés por la psicopatía, lejos de ser preocupante, es una manifestación normal de la curiosidad por entender aspectos extremos del comportamiento humano. La psicología forense, de hecho, se beneficia del estudio de estos perfiles para avanzar en técnicas de investigación y prevención del crimen.
En conclusión, disfrutar de series sobre asesinos seriales no nos convierte en un psicópata. No existen evidencias que vinculen el gusto por estos programas con tendencias psicopáticas. Este tipo de entretenimiento, por el contrario, señala una mente analítica y empática, interesada en resolver enigmas y entender la mente humana.
Así que si se disfruta de desentrañar los misterios que estas series presentan, no hay razón para alarmarse. La fascinación nos hace parte de un amplio espectro de personas curiosas y conscientes que buscan entender más profundamente la naturaleza humana, la justicia y la seguridad. No somos psicópatas, somos simplemente humanos.
Autor: Elim Johana Alonso Dorado