El inicio de 2025 marcó una pérdida significativa en el mundo del cine animado. Perry, el mini burro que inspiró al querido personaje “Burro” en Shrek, falleció a los 30 años. Su deceso fue confirmado por la organización Barron Park Donkeys, donde el animal vivió desde 1997 hasta su último día.
Con su distintivo pelaje café claro y una cabeza de tonalidades más oscuras, Perry se convirtió en un modelo clave para los animadores de Pacific Data Images (PDI). Su energía y carisma sirvieron para dar vida al personaje de Burro, que se ganó los corazones de millones en la película de 2001, interpretado con la voz de Eddie Murphy.
La historia detrás de Perry y su impacto en el cine
Aunque muchos creen que Burro fue simplemente un producto de la imaginación de los creativos de DreamWorks, la realidad es que Perry fue el modelo que inspiró la apariencia y los movimientos del personaje. En 1997, el mini burro fue donado al parque Barron en Palo Alto, donde los animadores lo estudiaron minuciosamente para perfeccionar su versión animada.
A pesar del éxito rotundo de la película, que recaudó más de 492 millones de dólares y ganó un premio Óscar, Perry no recibió reconocimiento en los créditos, aunque DreamWorks realizó una pequeña donación de 75 dólares al parque donde residía.
De acuerdo con el post de Instagram de Barron Park Donkeys, en sus últimos meses, Perry enfrentó problemas de salud relacionados con la laminitis, una enfermedad degenerativa que causa dolor en los cascos de los burros. Ante esta situación, el Ayuntamiento de Palo Alto asignó 10,000 dólares para cubrir sus cuidados veterinarios, demostrando el cariño y aprecio de la comunidad hacia el animal.
El pasado 2 de enero, Barron Park Donkeys anunció su fallecimiento a través de Instagram: ”Tenemos el corazón roto al compartir que nuestro querido burro de Barron Park, Perry, falleció ayer a los 30 años. Fue un miembro querido de nuestra comunidad y sabemos que muchas personas se sentirán conmovidas por su muerte. Los planes memoriales serán anunciados pronto”.
Más allá de ser un modelo para la animación, Perry era un símbolo en Palo Alto. Generaciones de visitantes del parque Barron crecieron interactuando con él, lo que lo convirtió en una figura entrañable en la región. En redes sociales, cientos de personas han compartido sus recuerdos y sentimientos tras su pérdida.
El burro Perry no solo inspiró a uno de los personajes más queridos de la animación, sino que también demostró cómo un animal puede tocar vidas humanas, desde los espectadores de una película hasta las comunidades que lo rodearon. Su legado permanecerá vivo tanto en las pantallas como en los corazones de quienes lo conocieron.