Las 15 mejores series de 2024

En materia de series, 2024 fue un año modesto, con pocos nombres sonados o grandes producciones a nivel internacional. Por el contrario, sí hubo un importante crecimiento y diversificación en la industria argentina. Cinco títulos nacionales en esta lista –y algunos que quedaron afuera- dan cuenta de esto.

En el mundo de las plataformas, este año Netflix elevó su propia vara con un par de producciones entre las cinco primeras, incluido el podio; Prime logró mayor presencia que años anteriores y, como es costumbre, Max y Apple TV dejaron unas cuentas joyitas. 

A continuación, estas son las 15 mejores series del año según Indie Hoy.

15. True Detective: Tierra nocturna

Max

Jodie Foster en True Detective: Tierra nocturna
Jodie Foster en True Detective: Tierra nocturna. Foto: Max

A diez años de la aclamada primera temporada de True Detective, llega esta cuarta edición para proveer un poco de oxígeno a esta franquicia que fue perdiendo ímpetu con sus entregas anteriores. Ya con el otrora showrunner Nic Pizzolatto solo en calidad de productor ejecutivo, tomó la posta la directora y guionista mexicana Issa López, quien parece homenajear la icónica dupla McConaughey/Harrelson con una versión femenina de investigadoras con altas dosis de masculinidad queer. La detective Danvers (Jodie Foster) y la agente de policía Navarro (Kali Reis) deben dilucidar la desaparición de un grupo de científicos de una estación de investigación, pero el entorno no ayuda: todo ocurre en el largo periodo sin sol del invierno de Ennis, Alaska. La locación es acertada por generar una estética oscura y particular, además de transmitir la desolación y soledad de sus habitantes, un pueblo roto y enloquecido por las bajas temperaturas, en donde el límite entre lo racional y sobrenatural se vuelve confuso.   

14. Envidiosa

Netflix

Griselda Siciliani en Envidiosa
Griselda Siciliani en Envidiosa. Foto: Alina Schwarcz/Netflix.

La envidiosa en cuestión es Vicky (gran trabajo de Griselda Siciliani), una mujer al borde del colapso mental porque las cosas no salieron como esperaba: luego de diez años se separa de Daniel (Martín Garabal) y pisando los 40 siente que ya es muy tarde para concretar sus planes de vida, aquellos que responden a ciertos mandatos sociales ya algo oxidados, como ser una mujer casada con hijos. Vicky es intensa, se compara y compite con cualquier mujer, critica a sus amigas que se casan y la dejan como única soltera. Se debate entre el hombre de negocios exitoso y mujeriego (Benjamín Vicuña) o el buenazo hijo de vecino (Esteban Lamothe). Claro que le conviene el segundo, pero prefiere el primero. La protagonista es bastante insoportable, pero algo en ella, quizás esa honestidad brutal para señalar las propias inseguridades, hizo que conectara fuertemente con la audiencia de Netflix a nivel global, posicionándose en la semana de su estreno en el top 5 de las series más vistas de habla no inglesa. Lo interesante de esta serie de 12 capítulos producida por Adrián Suar, es el papel crucial que se le da a la terapia: Vicky la pasa mal, no le gusta ser así y trabaja sobre las intervenciones que le hace su psicóloga (Lorena Vega). 

13. Monstruos: La historia de Lyle y Erik Menéndez

Netflix

Nicholas Alexander Chavez y Cooper Koch en Monstruos: La historia de Lyle y Erik Menéndez
Nicholas Alexander Chavez y Cooper Koch en Monstruos: La historia de Lyle y Erik Menéndez. Foto: Netflix

Ryan Murphy sacó de la galera nuevos monstruos del true crime y lo hizo de nuevo. El showrunner ya es un experto en llevar a la pantalla chica los crímenes y criminales más truculentos de la cultura norteamericana sin caer en amarillismos, golpes bajos e incluso juicios de valor. Ese distanciamiento ya aplicado en la serie sobre Jeffrey Dahmer (2022) es central aquí al jugar con cierta ambigüedad sobre qué ocurrió realmente en las infancias y adolescencias de los hermanos Lyle y Erik (estupendamente interpretados por Nicholas Chavez y Cooper Koch). Ambos son constantemente retratados como víctimas y victimarios y el espectador parece un miembro más del jurado teniendo que arriesgar su propio veredicto. La preparación con sendas abogadas para declarar en el juicio revela un fascinante proceso judicial en el que no importa tanto la verdad como el hecho de ser convincente. En ese sentido, mención especial para el episodio 5: un plano secuencia con un imperceptible zoom hacia el rostro de Erik, quien durante 33 agónicos minutos le narra a su abogada los peores abusos posibles al que fue sometido.      

12. Cris Miró (Ella)

Flow

Mina Serrano en Cris Miró (Ella).
Mina Serrano en Cris Miró (Ella). Foto: Flow

El mayor deseo de Cris Miró era convertirse en “la primera travesti con conchero y plumas de la calle Corrientes”. Y lo logró, en un ascenso meteórico y disruptivo al trastocar el status quo híper heteronormativo de la Argentina de mediados de los 90, una época sin feminismos fuertes y nulos derechos para la comunidad LGBT+. Esta biopic, basada en el libro Hembra: Cris Miró, vivir y morir en un país de machos (Carlos Sanzol, 2016), da cuenta de esa carrera breve pero espectacular, pintando un retrato emotivo y muy ameno en apenas ocho capítulos de menos de media hora. La actriz trans española Mina Serrano en el rol de Cris deslumbra por su parecido, es bella e imponente como el papel lo requiere, y la acompaña un elenco a la altura con nombres como Katja Alemann, Marcos Montes y Manuel Fanego. Otro acierto es el uso de material de archivo: las entrevistas en la mesa de Mirtha Legrand o el sillón de Susana Giménez encarnaron el imaginario social de un país desde la televisión y verla a Cris llegar a sentarse allí y abrir camino al explicar cómo deberían llamarla fue un hecho realmente histórico.

11. Expatriadas

Prime Video

Brian Tee y Nicole Kidman en Expatriadas. Foto: Prime Video

La nueva serie protagonizada por Nicole Kidman (vibras Big Little Lies presentes) pasó injustamente desapercibida. Dirigida por Lulu Wang y basada en la novela homónima de Janice YK Lee publicada en 2016, Expatriadas no tendrá un elenco estelar como la anterior citada, pero es un drama sensible y elegante sobre tres mujeres que por vueltas de la vida terminaron expatriadas en Hong Kong. Mercy (Ji-young Yoo) es una joven coreano-estadounidense que comete un descuido que afectará terriblemente a Margaret (Kidman) y su familia, quien en su desesperación le traerá problemas matrimoniales a su vecina Hilary (Sarayu Blue). En su afán por sobrevivir en un país ajeno e impersonal, estos tres personajes y sus entornos irán tejiendo una red de vínculos tumultuoso, tocando grandes temas como la maternidad, las raíces, la culpa y el perdón.  

10. Un paseo ultradeformer

UN3 TV

Lucas Crespi, Natalia Arleo y Cristina Maresca en Un paseo ultradeformer. Foto: Un3tv

“Lo leo a Pedro porque era un tipo sincero, un romántico”. La lectora de Pedro es Leonor (Natalia Arleo) y acaba de robar su cadáver de las manos de un grupo de vampiros. Pedro Mancini no es un personaje ficticio, es un historietista real, padre del Alien Triste y acuñador del término “ultradeformer”. Tampoco es actor, pero en esta breve serie coproducida por la Universidad 3 de Febrero –menos de una hora en ocho capítulos– se interpreta a sí mismo, pero muerto. “Pedro era un borracho triste como vos”, le responde Lidia (Cristina Maresca), una señora tan cascarrabias como graciosa. Leonor, junto a Lidia y el finado de Pedro, va en busca de un cómic robado arrastrando también a la ingenua Vampi (Cami Adaro Liloff) y a Tupac (Lucas Crespi), un random que se suma al viaje después de conocerse en un chino. Así, esta improbable banda de amigos del fracaso pone en marcha una road movie encantadora, con diálogos simpáticos y charlas introspectivas de volante sobre la soledad, el insomnio y lo difícil que es vivir con el corazón roto.

9. Cromañón

Prime Video

Cromañón (2024)
José Giménez Zapiola, Olivia Nuss y Toto Rovito en Cromañón (2024).

A 20 años del funesto recital de Callejeros que se cobró la vida de casi 200 personas, Prime Video lanza una serie de ficción que reconstruye aquel hecho haciendo foco en un grupo de pibes y pibas de Villa Celina, con un cuidado desarrollo de personajes que será fundamental para lograr una mayor empatía e impacto en el espectador. En ocho capítulos, la serie también va para atrás, en la inocencia de aquella vida previa –los primeros son algo lentos-, luego el horror de esa tercera fecha en el detonado boliche del Once – el episodio 5 es realmente terrorífico- y hacia el después: cómo luchar contra la culpa (de sobrevivir), la depresión, el enojo o la sed de justicia; cómo volver a amigarse con el rock, a reconectar con los placeres de la juventud. “Una tragedia es un evento que no se puede prevenir ni evitar. Cromañón no fue una tragedia, fue una masacre”, dice un personaje en respuesta a las palabras de Aníbal Ibarra, Jefe de Gobierno de CABA por aquel entonces. La serie tiene corazón, es eficaz a nivel emocional pero también tiene compromiso: hay lugar para la denuncia ante las irregularidades del local de Omar Chabán y el sistema que lo apañó por años. 

8. Uzumaki

Max

Uzumaki. Foto: Max

La adaptación al anime del manga Uzumaki (1998-1999) tiene sus problemitas, pero la obra del gran Junji Ito es tan potente que esta nueva versión se disfruta (y mucho) de todas formas. El pueblo japonés Kurouzu es azotado por “la maldición de la espiral” y sus habitantes enloquecen de terror frente a elementos con esa forma, ya sea en el propio cuerpo –body horror de lo más desaforado con mutilaciones de huellas dactilares, la cóclea del oído interno, o transformaciones en caracoles humanos- o en la naturaleza, como tornados, remolinos o caminos que se retuercen sobre sí mismos para que nadie pueda escapar de ese infierno espiralado. La producción estuvo a cargo de un estudio de animación estadounidense que concentró tres tomos del manga en apenas cuatro episodios de 20 minutos. Todo ocurre muy rápido y el anime parece un tráiler de atrocidades en detrimento de un tempo más tenso y asfixiante, lo que sería ideal para una trama de esta oscuridad. Por suerte, el nivel de creatividad para el horror de Ito parece superar cualquier mala decisión de producción

7. Cómo cazar a un monstruo

Prime Video

Carles Tamayo en Cómo cazar a un monstruo. Foto: Prime Video

El nombre de esta docuserie no es una exageración ya que se trata de una especie de true crime en proceso, una investigación periodística comprimida en tres capítulos para meter preso por abusos sexuales al profesor Lluís Gros, quien ya estaba condenado por la justicia española a 23 años pero continuaba libre por ridículas trabas burocráticas. El periodista y youtuber Carles Tamayo se crió en un pueblito catalán y desarrolló su amor por lo audiovisual yendo al cine que Gros regenteaba, él lo vio crecer y hacer carrera y le pidió que haga un documental para limpiar su imagen. Tamayo, indignado porque Gros negaba todas las acusaciones, aceptó pero con el objetivo de llegar a la verdad y hacer justicia por cuenta propia. Así, Tamayo da una clase maestra sobre cómo proceder periodísticamente -con minuciosidad, ética y coraje- sin perder atractivo audiovisual e incluso con mucho sentido del humor pese a lo escabroso del caso.

6. Shogun

Disney+

Hiroyuki Sanada y Anna Sawai en Shogun. Foto: Disney+

Shogun primero fue una novela histórica que el autor australiano James Clavell publicó en 1975, luego en 1980 se adaptó en una miniserie de cinco episodios, y ahora vuelve nuevamente en formato serie –más extensa, con 10 capítulos de una hora- y lo hace a lo grande: alta aprobación de la crítica, el público –hay debate acerca de si es la sucesora de Game of Thrones– y un nuevo récord como la serie dramática de una sola temporada más premiada de la historia de los Emmys, con 18 galardones. Ambientada en el Japón feudal del S. XVII –y hablada en japonés como corresponde-, Shogun es una megaproducción espectacular cuyo diseño de producción recrea aquel lejano universo con suma atención al detalle. Desde cuestiones estéticas como los imponentes paisajes naturales, el vestuario y la arquitectura tradicional, hasta aspectos sociopolíticos como la idiosincrasia nipona en un contexto de samuráis y guerra civil, o el choque cultural encarnado en la figura del marinero inglés John Blackthorne (Cosmo Jarvis). La calidad actoral también es superior (sendos Emmys a mejor actor/actriz dramáticx para Hiroyuki Sanada y Anna Sawai), así como el complejo relieve psicológico de los personajes y sus relaciones interpersonales en busca del poder. En definitiva, cada aspecto de Shogun es digno de admiración.

5. Porno y helado – Temporada 2

Prime Video

Martín Piroyansky, Sofi Morandi e Ignacio Saralegui en Porno y helado 2
Martín Piroyansky, Sofi Morandi e Ignacio Saralegui en Porno y helado – temporada 2. Foto: Prime Video

Esta segunda temporada de seis episodios trae nuevas peripecias de Los Débiles Mentales. Si en la primera supimos de la génesis de la banda de Pablo (Martín Piroyansky), Ramón (Ignacio Saralegui) y Ceci (Sofía Morandi), en esta entrega el arco narrativo vuela en mil pedazos en un sorprendente ejercicio de géneros. Porno y helado 2 parece una antología disparatada con capítulos en su mayoría autoconclusivos, con historias de sectas -de rollingas para mayor delirio-, de estafadores, de supervivencia ante una tormenta apocalíptica y hasta un capítulo final que emula las películas de tribunales en un juicio de lo más extravagante por denuncias por plagio de su único hit. El humor absurdo, los guiños meta, el cringe que genera Pablo con su desesperada necesidad de atención y la química de todos los chicxs (completan la banda Bruno Pereyra como el bajista y Jimena Márquez en la batería) se mantienen a la orden del día y amagan una próxima temporada en plan sci-fi, si es que el presupuesto acompaña, como aclara la canción final.

4. Ripley

Netflix

Andrew Scott en Ripley. Foto: Netflix

A partir de la saga literaria que Patricia Highsmith inició en 1955, el perspicaz estafador Thomas Ripley fue transpolado a la pantalla grande en numerosas ocasiones, siendo las versiones más recordadas la de Alain Delon (Plein Soleil, 1960) y Matt Damon (The Talented Mr. Ripley, 1999). Ahora en formato serie, el papel le tocó a Andrew Scott en un gran momento de su carrera, y su trabajo aquí valida completamente su ascenso como actor. Su Ripley es más maduro, más sutil, más siniestro. Scott sabe ser un villano clásico y elegante, ya lo demostró con su Moriarty en la serie Sherlock. La serie de ocho episodios creada por el director y guionista Steven Zaillian es, además, una maravilla preciosista que recorre en blanco y negro y sin prisa las callecitas de los pueblos del sur de Italia. El espíritu del controversial pintor italiano Caravaggio es clave en Ripley, en su trama, su ética y estética: somos espectadores del crecimiento de una mentira teñida de claroscuros tan dramáticos como violentos.

3. Disclaimer

Apple TV+

Cate Blanchett en Disclaimer. Foto: Apple TV+

Cate Blanchett interpreta a Catherine Ravenscroft, una prestigiosa documentarista que acaba de ganar un importante premio del rubro. La periodista de la CNN Christiane Amanpour se lo entrega y en su discurso previo dice: “Cuidado con la narrativa y la forma. Su poder puede acercarnos a la verdad, pero también puede ser un arma con un gran poder de manipulación”. El nuevo thriller de Apple TV+, dirigido por Alfonso Cuarón, comienza así, con el aviso o advertencia a la que alude su nombre -al español se pierde con el genérico Desprecio-, que además resulta la clave de su armado (meta)narrativo. La vida de Catherine se verá amenazada por un oscuro secreto de hace 20 años que saldrá a la luz reconstruido en una novela “basada en hechos reales”, escrita por una mujer que no puede superar un duelo. A lo largo de siete capítulos, se va armando un aceitado rompecabezas en tres líneas temporales que van soltando la información en un inquietante cuentagotas que además no es confiable, porque todo está sesgado. “Nuestras propias creencias profundamente arraigadas son lo que nos hace vulnerables a la sugestión”, dice Amanpour, y así es: el capítulo final es una cachetada que nos deja de cara ante nuestros propios prejuicios.

2. El pingüino

Max

Colin Farrell en El pingüino. Foto: Max

Solo unas pocas escenas -no más de 15 minutos en pantalla- en The Batman (Matt Reeves, 2022) bastaron para que el Pingüino de Colin Farrell se robara las miradas y, dos años después, tenga su propio spin off homónimo en formato serie. Creada por Lauren LeFranc (Agentes de S.H.I.E.L.D.) y producida por el propio Reeves, esta primera temporada de ocho capítulos expande la nueva dirección del universo DC hacia una narrativa más adulta, con mayor anclaje en elementos dramáticos que en secuencias de acción, personas rotas con sus traumas de origen en vez de superhéroes grotescos. Porque la trama se articula (y se podría resumir) a partir de las mommy issues de Oswald Cobb chocando contra las daddy issues de Sofia Gigante (Cristin Milioti), la villana del villano. Acá hay familias mafiosas, gangsters inescrupulosos haciendo sus chanchullos en las calles devastadas de una Ghotam City que no es otra cosa que la Nueva York decadente de los 70 y 80. Sobrevuela el espíritu de Francis Ford Coppola, de Martin Scorsese y, claro, de Los Soprano. El pingüino definitivamente es cine.

1. Bebé reno

Netflix

Bebé reno
Richard Gadd y Jessica Gunning en Bebé reno. Foto: Netflix

Lo que comienza como un drama ligero y hasta simpático sobre las tribulaciones de un joven comediante que es insistentemente acosado por una mujer, pega un giro inesperado al promediar los siete capítulos y se convierte en una pesadilla autobiográfica difícil de digerir a nivel emocional. Bebé reno es una serie británica creada por Richard Gadd, quien cuenta su propia historia interpretándose a sí mismo bajo el seudónimo de Donny Dunn. Una historia oscura, profunda en sus matices y contradicciones, que indaga con brutal sinceridad en los efectos psicológicos que puede producir una situación de abuso sexual entre varones. Donny tiene baja autoestima, está sexualmente confundido, tiene vergüenza, culpa, se odia a sí mismo y en ese contexto aparece Martha (Jessica Gunning), que lo halaga y se ríe de sus chistes y así entra por la puerta grande a arruinarle la vida, a aflorar ese trauma del pasado. 

Bebé reno se estrenó en abril y tuvo un fuerte –y necesario- impacto social: fue la serie que había que ver, que había que debatir. Más allá de que ser un producto de entretenimiento, funciona e invita a la maratón sin problemas, tratando temas complejos y difíciles –y como si fuera poco, de primera mano- y justamente por eso poco representados, mucho menos en una pantalla con tanta exposición como la de Netflix. La historia de Donny y Richard es una historia de superación a través de la palabra y ese es el verdadero valor de su mensaje: que siempre se puede sanar y salir adelante.  

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