La búsqueda de alternativas naturales para aliviar síntomas de enfermedades inflamatorias ganó terreno en la medicina moderna, en especial cuando se trata de la artritis. Los dolores articulares y la pérdida de movilidad son consecuencias comunes del desgaste del cartílago, un problema que afecta a un gran número de personas con el envejecimiento.
Ante este escenario, algunas plantas medicinales se destacan por sus propiedades antiinflamatorias y antioxidantes, y el orégano es una de las que despertó interés tanto en estudios científicos como en la medicina tradicional.
¿Qué es el orégano y por qué es beneficioso?
El orégano, una hierba aromática común en la cocina mediterránea, está ganando atención por sus beneficios terapéuticos, especialmente en personas con artritis y para aquellos interesados en estimular la producción de colágeno.
Originario de regiones mediterráneas, el orégano es una fuente rica en vitaminas A, K, E, y C, así como en minerales esenciales como el hierro, calcio, potasio y magnesio. Entre sus componentes activos, se encuentran el carvacrol y el beta-cariofileno, compuestos que destacan por sus efectos antiinflamatorios y antioxidantes.
Propiedades antiinflamatorias y alivio de la artritis
El dolor y la inflamación en las articulaciones son síntomas comunes de la artritis, una enfermedad que afecta la calidad de vida de quienes la padecen. El carvacrol, un fenol presente en el orégano, fue evaluado en estudios como un potente antiinflamatorio.
Esta sustancia puede ayudar a reducir la inflamación en las articulaciones, mejorando la movilidad y reduciendo el dolor articular. Según publicaciones en “Molecular Medicine Reports”, este también posee propiedades antioxidantes, antimicrobianas y hasta antitumorales.
Otro compuesto relevante es el beta-cariofileno, un terpeno que, según investigaciones, actúa sobre los receptores de dolor e inflamación en el organismo. Esto permite que el orégano sea efectivo en la reducción del dolor muscular y articular, lo que llevó a muchas personas a incluirlo en sus suplementos dietéticos y aceites esenciales.
Estimulación de la producción de colágeno
El colágeno es una proteína esencial para la salud de la piel, los huesos, los músculos y otros tejidos conectivos. La pérdida de este con el tiempo es responsable de la disminución de la elasticidad en la piel y de la degeneración de los cartílagos articulares. El orégano, gracias a su riqueza en antioxidantes como la vitamina C y compuestos fenólicos, ayuda a combatir el daño celular y estimular la producción de colágeno.
Un estudio publicado en la revista “Nutrients” señala que el consumo regular de orégano puede reducir el estrés oxidativo, promoviendo la regeneración celular y la síntesis de colágeno en el organismo. Los antioxidantes ayudan a neutralizar los radicales libres, moléculas que pueden dañar el colágeno y acelerar el envejecimiento de la piel y los tejidos. Esta propiedad puede ser beneficiosa para las personas que buscan prevenir el deterioro articular asociado con la artritis y otras enfermedades degenerativas.
Otros beneficios para la salud
Con propiedades terapéuticas y un perfil nutricional que lo coloca entre las hierbas más versátiles, esta planta mediterránea es una aliada para la salud en varios frentes. Su fibra contribuye a la salud digestiva, promoviendo un tránsito intestinal regular y previniendo trastornos digestivos comunes. A la vez, compuestos bioactivos como el carvacrol y el timol ofrecen efectos antimicrobianos, siendo efectivos contra bacterias y hongos como Candida.
También es considerado un expectorante natural, utilizado para aliviar problemas respiratorios y fortalecer la salud pulmonar. Su uso en infusiones y aceites esenciales es común para combatir resfriados, gripes y congestiones, aprovechando su capacidad para reducir la actividad de microorganismos responsables de infecciones en el tracto respiratorio.
Cómo consumir orégano para obtener sus beneficios
El orégano puede incorporarse fácilmente a la dieta diaria en diversas formas. Su presentación fresca o seca es ideal para condimentar platos, mientras que el té de orégano es una opción efectiva para quienes buscan un remedio natural para la inflamación y el dolor articular. Además, el aceite de orégano puede aplicarse en áreas de dolor, o bien diluirse en agua y consumirse en pequeñas dosis para obtener un efecto antioxidante.
Una receta popular para preparar té de orégano incluye: dos cucharadas de la hierba en un litro de agua hirviendo, dejándola reposar por cinco minutos antes de consumirla. Esta infusión es conocida por su capacidad para aliviar dolores musculares y mejorar la digestión.