Un nuevo estudio liderado por científicos de la NASA y la Universidad Texas A&M reveló un hallazgo fascinante sobre los volcanes de Marte. Los mismos, debido a su composición, albergarían una historia geológica mucho más compleja de lo que se creía hasta ahora. La investigación, basada en el análisis de muestras recolectadas por el rover Perseverance, podría acercar a la ciencia un paso más en la búsqueda de vida antigua en el planeta rojo.
El estudio, coescrito por el geobiólogo Michael Tice, fue publicado bajo el título: “Conjunto de lava diverso y altamente diferenciado en el cráter Jezero, Marte: Restricciones en el magmatismo intracortical reveladas por Mars 2020 PIXL”. A través de este trabajo, el equipo identificó dos tipos distintos de rocas volcánicas en el cráter Jezero, lo que sugiere una prolongada actividad volcánica y procesos similares a los que ocurren en sistemas activos de la Tierra.
“Lo que estamos viendo en estas rocas es una historia volcánica compleja, con múltiples flujos de lava de composiciones variables. Esto podría haber creado un entorno propicio para el desarrollo de vida en las primeras etapas del planeta”, explicó.
Los datos fueron recopilados por el rover Perseverance, que aterrizó en Marte en febrero de 2021. Equipado con tecnología de última generación, el vehículo actúa como un laboratorio móvil en la superficie marciana y permite análisis químicos detallados, estudios minerales y observaciones microscópicas de las rocas del terreno. Su misión principal es buscar signos de vida microbiana pasada, recolectar muestras de roca y suelo, y probar tecnologías que puedan facilitar futuras misiones humanas a Marte.
“Este estudio es solo el comienzo. Estamos viendo cosas que nunca imaginamos. Algunos de los descubrimientos más emocionantes todavía están por delante”, anticipó el investigador al respecto. Tras el encuentro de estos materiales, los científicos utilizaron modelos termodinámicos para simular cómo los minerales se cristalizaron a partir del magma a medida que se enfriaba. Entre los procesos detectados se destacan la cristalización fraccionada y la asimilación de la corteza, dos fenómenos comunes en volcanes terrestres.
Estos indicios refuerzan la hipótesis de que Marte, en algún momento de su historia temprana, pudo haber contado con las condiciones necesarias para sostener formas de vida microscópica. “La existencia de un sistema volcánico activo y duradero implica una fuente constante de calor y compuestos químicos que podrían haber sido aprovechados por organismos vivos”, añadió Michael Tice.
Uno de los objetivos más ambiciosos del programa espacial es traer estas muestras de regreso a la Tierra para analizarlas con herramientas aún más sofisticadas. “Cuando tengamos estas rocas en nuestros laboratorios, podremos formular preguntas más específicas sobre su historia y su potencial biológico”, afirmó Tice. Pero para que estos materiales estén en sus manos faltan al menos diez años, fecha en la que se cree que las naves espaciales estarán listas para realizar viajes tan largos.
Por su parte, el rover Perseverance no volverá a la Tierra. Esto se debe a que no está diseñado para regresar a nuestro planeta dado que el costo de su retorno sería mucho mayor. Por ahora, esta pequeña máquina científica es uno de los primeros habitantes del lugar.