Fuera de las paredes del edificio, la temperatura alcanza los siete grados bajo cero. Esta es la temperatura que ha alcanzado el departamento de Dordoña, al sur de Francia, durante la última semana, tras el paso de una ola de frío extremo. Normalmente, estas bajas temperaturas se pueden combatir de la manera más habitual: ropa de abrigo, cadenas en los neumáticos y, por supuesto, calefacción.
Sin embargo, para los habitantes de un edificio de viviendas sociales en el barrio de Mondoux, en la ciudad de Périgueux, esta última parte no ha sido posible. Desde noviembre, han estado avisando de la situación crítica que vivían en el bloque: la calefacción de las viviendas está estropeada y no les protege del frío. Tres meses después, nadie le ha puesto remedio.
Calcetines para calentar las zapatillas
Sobre la situación de sus residentes se ha hecho eco el canal de televisión France 3. Afirman en un reportaje que, en el interior de las casas la temperatura apenas alcanza los quince grados. “Cuando llegas a casa, sientes un frío que no es normal”, denuncia una de las inquilinas. “Los termostatos que nos instalaron funcionan la mitad del tiempo y algunos incluso están instalados al revés”.
Los radiadores defectuosos han provocado que los vecinos hayan recurrido a aparatos auxiliares para calentar sus viviendas, algo que también ha provocado un aumento notable de las facturas (unos 70 euros cada mes). Otros, en cambio, han optado por otro tipo de soluciones: “Aquí me pongo zapatillas con calcetines encima para no tener los pies fríos”, cuenta a la cadena otro residente que ha tenido problemas de bronquitis por el frío.
Todos ellos han contactado con la empresa responsable del edificio, pero hasta ahora no ha habido solución. “No les importa nada si somos discapacitados o si hay personas de 78 años”. Señalan que, además, las casas tienen un problema con el aislamiento térmico, algo que han podido comprobar estos días con la ola de frío. La caldera, por su parte, también ha dado problemas, y es que una noche también tuvieron que estar “fregando el agua que corría por todas partes”.
Las soluciones se hacen de rogar
Acerca de las denuncias de estos vecinos se ha pronunciado también la empresa responsable de arrendar las viviendas del edificio. Su director general, Bertrand Boisserie, ha asegurado que ellos también han intentado resolver el problema, y que son los proveedores de servicios quienes están alargando la situación. “El problema es que todo el mundo se pasa la pelota”, afirma respecto a esas compañías, cuya inactividad dio lugar a un requerimiento formal la semana pasada.
Tras el requerimiento, se celebró una reunión entre los proveedores y la empresa, que han decidido actuar “a finales de enero” para cambiar todos los equipos. “Vamos a revisar todo el sistema de calefacción del edificio para solucionar también los problemas de obstrucción en los grifos”. Tras el encuentro, además, han anunciado también la decisión de “descontar del recibo de los meses de noviembre a enero las cantidades relativas al suministro de energía”.
Nada de eso, sin embargo, será capaz de proteger a los residentes de las bajas temperaturas. France 3 informa de que la empresa arrendadora pretende realizar esa sustitución de los equipos los días 28 y 29 de enero, por lo que en Périgueux deberán esperar al menos una semana más.