Las actividades humanas como la quema de combustibles fósiles, la tala de bosques y la cría de ganado han contribuido al aumento de los gases de efecto invernadero (REUTERS/Darrin Zammit Lupi)

Diferentes actividades humanas, como la quema de combustibles fósiles, la tala de bosques y la cría de ganado, han generado acumulación de gases de efecto invernadero que aumentan las temperaturas globales del planeta.

Un equipo internacional de científicos detectó que un aumento de la temperatura global de 2 grados podría exponer a áreas del tamaño de Estados Unidos a niveles de calor peligrosos para la vida humana.

El estudio fue publicado en la revista Nature Reviews Earth and Environment. Fue liderado por investigadores del King’s College London, del Reino Unido.

Los resultados llevaron a que adviertan que el cambio climático, que es consecuencia del calentamiento global, está llevando a un incremento en la frecuencia e intensidad de olas de calor mortales.

El informe proyecta que, si el calentamiento global alcanza los 2 grados por encima de los niveles preindustriales, el área terrestre afectada por calor no compensable para adultos de entre 18 y 60 años podría triplicarse, hasta abarcar alrededor del 6.7 % de la superficie terrestre.

Cómo se hizo la investigación

Un estudio científico reveló que un aumento de 2 °C en la temperatura global expondría áreas del tamaño de Estados Unidos a niveles de calor peligrosos para la vida humana (Imagen Ilustrativa Infobae)

En cuanto al modo en que se realizó el estudio, se utilizaron modelos climáticos y análisis de reanálisis de datos globales. Además se usó un marco físico basado en la convección húmeda para determinar los límites superiores teóricos de calor extremo y su proyección futura bajo escenarios de cambio climático.

Estas simulaciones modelaron la relación entre el aumento de las temperaturas globales medias y las incidencias previstas de calor extremo.

De acuerdo con el estudio, si el calentamiento global alcanza los 2 grados por encima de los niveles preindustriales, aproximadamente el 6 % de la superficie terrestre del planeta se volvería insegura para adultos jóvenes saludables, mientras que un tercio del territorio global sería peligroso para personas mayores de 60 años.

Estas cifras representan un aumento significativo en comparación con el período entre 1994 y 2023, cuando solo el 2 % del área terrestre global había alcanzado niveles de calor y humedad considerados inseguros para adultos menores de 60 años.

El impacto del calor extremo en la salud humana

Un calentamiento global de 2 °C haría que el 6 % de la superficie terrestre sea insegura para jóvenes y un tercio del territorio global sea peligroso para adultos mayores de 60 años (Imagen Ilustrativa Infobae)

El calor extremo puede superar la capacidad del cuerpo humano para regular su temperatura, un fenómeno conocido como estrés térmico.

Según explicó el autor principal del estudio, Tom Matthews, profesor de Geografía Ambiental en King’s College London, “en condiciones de calor extremo, incluso las personas jóvenes y saludables, bien hidratadas y expuestas a la sombra con una brisa fuerte, podrían sufrir golpes de calor letales”.

El estrés térmico ocurre cuando los mecanismos naturales de enfriamiento del cuerpo, como la sudoración, se ven desbordados. Esto puede provocar síntomas como mareos, dolores de cabeza, insuficiencia orgánica e incluso la muerte. En regiones con alta humedad, el riesgo aumenta, ya que el sudor no se evapora con eficacia, impidiendo que el cuerpo se enfríe.

El estudio también distingue entre dos umbrales críticos de calor: el “incompensable”, donde la temperatura central del cuerpo comienza a aumentar de manera incontrolable, y el “insuperable”, en el que la temperatura corporal alcanza los 42 °C en un plazo de seis horas, lo que resulta fatal.

Hasta ahora, estos niveles insuperables solo se han registrado brevemente en personas mayores en las regiones más cálidas del planeta. Sin embargo, los investigadores advierten que, con niveles de calentamiento global más altos, estas condiciones podrían afectar también a adultos jóvenes en zonas subtropicales.

El calor extremo es especialmente riesgoso en regiones con alta humedad, donde el cuerpo humano no puede enfriarse eficientemente. REUTERS/Nicoco Chan

El análisis identificó que África subsahariana y Asia meridional son las regiones más expuestas a cruzar los umbrales de calor incompensable e insuperable. Estas áreas ya enfrentan temperaturas extremas y, con un calentamiento global de 4 grados o más, podrían experimentar condiciones inhabitables para una gran parte de su población.

El estudio subraya que las personas mayores son especialmente vulnerables al calor extremo. Entre 1994 y 2023, más del 20 % de la superficie terrestre global alcanzó niveles de calor y humedad peligrosos para este grupo etario.

Con un calentamiento de 4-5 grados, se estima que el 60 % de la superficie terrestre podría volverse incompensable para las personas mayores durante eventos extremos de calor.

El costo humano del calor extremo

Se identificaron dos umbrales críticos de calor: “incompensable” (la temperatura del cuerpo aumenta de manera incontrolable) e “insuperable” (la temperatura corporal alcanza los 42 °C, lo que resulta fatal en seis horas)/Archivo REUTERS/Louiza Vradi

El impacto del calor extremo ya es evidente en las cifras de mortalidad. Europa registró algunos de los episodios más mortales en las últimas décadas. En 2003, una ola de calor causó la muerte de 72.000 personas en el continente. En 2022 y 2023 se reportaron 62.000 y 47.000 muertes, respectivamente.

En Asia, las olas de calor también han cobrado un alto precio. En 2015, miles de personas murieron en India y Pakistán debido a temperaturas extremas. En África, aunque las muertes relacionadas con el calor están “crónicamente subreportadas”, los investigadores destacaron eventos recientes de calor extremo en Nigeria en 2024.

En América Latina, la Amazonia es considerada un punto crítico donde el calor seco extremo podría aumentar más rápido, exacerbado por la deforestación y la pérdida de humedad del suelo. REUTERS/Ueslei Marcelino/File Photo

En el caso de América Latina, el nuevo estudio alude indirectamente a regiones que incluyen a la Amazonia. Es considerado un punto crítico (“hotspot”) del cambio climático en relación con los extremos de calor seco y cambios relacionados con la humedad del suelo.

Las proyecciones sugieren que en zonas como Amazonia, los extremos de calor seco podrían aumentar a un ritmo más elevado en comparación con el promedio global debido a la disminución de la humedad del suelo y cambios en la fracción de evaporación, especialmente en los días más calientes. Además, se menciona que la deforestación podría agravar las condiciones de calor extremo en ciertas localidades.

El desafío de limitar el calentamiento global

Las olas de calor pueden tener efectos graves en la salud, desde molestias leves hasta comprometer la vida. La hidratación es clave/Archivo Freepik

La Organización Mundial de la Salud (OMS) estimó que el calor mata al menos a medio millón de personas cada año, aunque alertó que la cifra real podría ser hasta 30 veces mayor. Desde el año 2000, más de 260.000 personas han fallecido en los eventos de calor más mortales del siglo XXI.

Los investigadores enfatizaron en que es crucial que se limite el calentamiento global a 1,5 grados, tal como establece el Acuerdo de París, un tratado internacional que busca mantener el aumento de la temperatura “muy por debajo” de los 2 grados.

Sin embargo, el año pasado marcó un hito preocupante: fue el primero en registrar una temperatura media global superior a 1,5 grados por encima de los niveles preindustriales.

Los científicos advierten que, sin medidas para limitar el calentamiento global a 1,5 °C (como establece el Acuerdo de París), el umbral de 2 °C podría alcanzarse pronto/ REUTERS/Susana Vera

A este ritmo, los científicos advierten que el umbral de 2 °C podría alcanzarse a mediados o finales de este siglo. Según Matthews, “anticipar la magnitud de los extremos de calor futuros y sus peores impactos es crucial para comprender los costos de no mitigar el cambio climático”.

El investigador también destacó la necesidad de esfuerzos de adaptación dirigidos a las comunidades más vulnerables. “A medida que más partes del planeta experimenten condiciones exteriores demasiado cálidas para nuestra fisiología, será esencial garantizar que las personas tengan acceso confiable a entornos más frescos donde puedan refugiarse del calor”, afirmó.