Rosa Montero se despide de su detective androide Bruna Husky con Animales difíciles, cuarto volumen de una saga a caballo entre el thriller, la ciencia ficción y la novela existencial y “la más crepuscular y oscura”, en la que alerta del peligro de la inteligencia artificial (IA) y los totalitarismos.
“La humanidad está en una frontera radical, crítica y peligrosa”, ha señalado. “Se está creando una superinteligencia inhumana y no consigo concebir cómo vamos a controlarla”, aseguró tras citar a expertos como el nobel de Física Geoffrey Hinton o el experto en IA Nick Bostrom.
Montero ha recordado que el homo sapiens lleva 300.000 años sobre la Tierra y que, en los últimos 70 años, su “mal hacer” lo ha puesto en riesgo de extinción en tres ocasiones: por la energía nuclear, el calentamiento global y la IA. “Parece que estamos en una carrera a ver si logramos extinguirnos”.
La autora, Premio Nacional de las Letras 2017, ha comparecido frente a la prensa española con unas gafas inteligentes de Meta, en un guiño a su personaje, y ha disparado reflexiones sobre el mundo actual, desde el auge de la extrema derecha a la inmigración.
Su saga de Bruna Husky, ha defendido, no es una rama secundaria de su literatura, sino que su ambición literaria es total y busca entender el sentido de la existencia. “Son las novelas más realistas que he escrito”, ha asegurado, tras rechazar el abuso de la palabra “distopía”.
“La gente siente que la democracia ya no habla por ellos”
Tras Lágrimas en la lluvia, El peso del corazón y Los tiempos del odio, en Animales difíciles, Bruna Husky ha dejado de ser la poderosa tecnohumana de combate de las novelas anteriores para revivir en un nuevo cuerpo mucho más frágil.
Esa fragilidad le sirve a la autora de Bella y oscura (1993) o La ridícula idea de no volver a verte (2013) para reflexionar sobre la identidad, uno de los grandes temas de la novela y “un problema importantísimo de la modernidad”.
“¿Cómo construimos nuestra identidad en este mundo tan tremendamente cambiante, que está en caída libre, líquido, impreciso, amenazador, en descomposición?”, ha planteado.
A su juicio, la falta de sosiego y de reconocimiento de lo que uno es supone el caldo de cultivo idóneo para el auge de todas las ideologías tiránicas y totalitarias que, lo primero que ofrecen, es un sentimiento de pertenencia por oposición a un contrario.
“El miedo y el vacío sostienen los extremismos”, ha subrayado. Rosa Montero considera que la falta de legitimidad de la democracia se remonta a la “salida en falso” de la crisis de 2008, que se saldó con el empobrecimiento del 25 % de la población mundial.
“Después de la Segunda Guerra Mundial la idea del ascensor social permitió una época de paz, pero eso se ha acabado, la gente siente que la democracia no habla por ellos y que los causantes de la crisis no solo no pagaron, sino que se hicieron más ricos”.
Su próximo proyecto, una saga fantástica contemporánea
En este sentido, ha afirmado que hay “una crítica legítima” en los que votan a Trump o a la extrema derecha. “Creen que esa gente aparentemente antisistema les va a defender, el III Reich fue lo mismo y vino después del crack del 29, esto ya ha sucedido, como no refundemos la democracia y la gente se sienta escuchada, vamos muy mal”.
Sobre los desplazados, ha augurado que “vivimos la punta del iceberg, el comienzo del tsunami” de lo que sucederá con el calentamiento global. “Levantar murallas, además de éticamente discutible es una imbecilidad porque no hay muralla suficientemente alta, o nos salvamos todos o ninguno”.
La escritora madrileña ha avanzado que ya está trabajando en su siguiente proyecto, una saga fantástica contemporánea, “nada de dramones”, compuesta por tres libros que escribirá de una sola vez para poder publicar una al año.
Cerrar esta tetralogía le ha dado “pena, vértigo y vacío” pero también “una sensación de logro emocional grande”, ya que el final es “muy consolador” y, a su juicio, lo más luminoso que ha escrito nunca.
“Después de esta novela tengo menos miedo a la muerte”, afirmó.
Fuente: EFE
[Fotos: EFE/ Carlos Ortega y Archivo]