El director general de la Asociación de Transporte Aéreo Internacional asegura que es seguro volar (Imagen Ilustrativa Infobae)

Desde la elección del destino hasta el tipo de equipaje, cada aspecto del viaje en avión es planificado. Sin embargo, una pregunta común sigue siendo: ¿es realmente seguro volar? Los datos y expertos aseguran que sí, incluso que de la aviación el modo de transporte más seguro. Willie Walsh, director general de la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA), respalda esta afirmación señalando que, en 2022, hubo solo cinco accidentes fatales en más de 32 millones de vuelos, lo cual confirma que volar es “una de las actividades más seguras”.

En 2022, con más de 32 millones de vuelos solo hubo cinco accidentes mortales (Imagen Ilustrativa Infobae)

Estadísticas globales y probabilidades de accidentes

Los datos globales de seguridad en aviación presentan un panorama alentador. Según el informe de seguridad de 2023 de la IATA, se registraron aproximadamente 37 millones de movimientos de aeronaves a nivel mundial, con un solo accidente por cada 1,26 millones de vuelos. Esto significa que la posibilidad de sufrir un accidente aéreo es prácticamente nula en comparación con otros medios de transporte. Walsh señala que se necesitarían “103.239 años de vuelos continuos para que un pasajero promedio experimente un accidente fatal”, lo que destaca la confiabilidad de este modo de transporte frente a otros, como el auto, cuyas tasas de accidentes son considerablemente más altas debido a factores como el comportamiento humano y las condiciones de las vías.

Compromiso de la industria aérea con la seguridad

El compromiso de la industria aérea con la seguridad es inquebrantable y va más allá de cumplir con los estándares básicos. Juan Luis Díez, CEO de la aerolínea Air Horizont, lo describe como una “obsesión” en su empresa, afirmando que su objetivo es ofrecer “no solo una experiencia de vuelo placentera, sino la más segura posible”. Este compromiso implica una serie de prácticas, como el mantenimiento riguroso y continuo de las aeronaves y la capacitación constante de pilotos y tripulación. En Air Horizont, por ejemplo, los aviones pasan por inspecciones exhaustivas para garantizar que siempre se encuentren en las mejores condiciones.

La Certificación de despachadores de vuelo garantiza su preparación (Imagen Ilustrativa Infobae)

Tecnología avanzada en la aviación moderna

La tecnología en la aviación avanzó enormemente, contribuyendo directamente a la seguridad. Patrick Smith, expiloto y autor de Ask the Pilot, destaca el uso de sistemas sofisticados como el Traffic Collision Avoidance System (TCAS) y el Enhanced Ground Proximity Warning System (EGWPS), que alertan de cualquier posible peligro en tiempo real. Smith explica que “cada sistema a bordo tiene que ser diseñado con un nivel de confiabilidad extremadamente alto y, además, la mayoría de estos sistemas son redundantes”, es decir, cuentan con un respaldo en caso de que uno falle. Además, Dan Bubb, profesor y ex piloto, explica que en países como Estados Unidos, la Administración Federal de Aviación (FAA) realiza inspecciones no programadas de aeronaves para asegurar que cada componente cumpla con los protocolos de seguridad más rigurosos.

Estrictas regulaciones y protocolos de seguridad

El marco regulador en la aviación es uno de los más estrictos a nivel mundial, lo que garantiza que cada aspecto del vuelo este bajo control. La FAA, en conjunto con otros organismos internacionales como la IATA y la Organización de Aviación Civil Internacional (ICAO), establece reglas específicas que cada compañía aérea debe seguir, y que abarcan desde la formación del personal hasta el mantenimiento de los aviones. Según la Sheffield School of Aeronautics, la certificación de un despachador de vuelos, por ejemplo, requiere una formación extensa y rigurosa debido a la responsabilidad que este profesional comparte con el piloto para asegurar un vuelo seguro. Cada cambio de rumbo o de altitud requiere la coordinación de diversas divisiones, lo que crea un sistema de supervisión continua que minimiza las probabilidades de error humano.

Las cifras revelan que los coches tienen más incidentes que los aviones (Imagen Ilustrativa Infobae)

Aportes psicológicos: datos para calmar el miedo a volar

A pesar de las estadísticas, muchas personas aún sienten ansiedad al volar. Sin embargo, conocer estos datos puede ayudar a reducir la aerofobia. Para Juan Luis Díez, CEO de Air Horizont, proporcionar información y tranquilidad a los pasajeros es una prioridad: saber que viajar en avión es el método de transporte más seguro puede reducir la ansiedad asociada con volar, sobre todo cuando se entiende la minuciosidad con la que la industria trabaja para mantener los estándares de seguridad. Además, expertos en aviación como Patrick Smith aseguran que, a diferencia de otros modos de transporte, el avión está diseñado con múltiples medidas de respaldo, y el entrenamiento de los pilotos no se limita a los aspectos técnicos, sino que incluye la “Gestión de Recursos de la Tripulación” y el “Análisis de Factores Humanos”, lo cual garantiza que cada miembro esté preparado para afrontar cualquier imprevisto.

Por qué surge el miedo a volar

El miedo a volar suele originarse de cuatro factores principales. Primero, quienes han vivido experiencias incómodas en vuelos anteriores, como turbulencias, pueden asociarlas con peligro y sentirse aterrorizados en futuros vuelos.

Segundo, según la psicóloga Patricia Furness-Smith, escuchar historias de accidentes aéreos genera “miedo vicario”, donde el individuo se imagina en situaciones trágicas ajenas, intensificando su ansiedad.

La tercera causa está en otros miedos subyacentes, como la claustrofobia o el pánico a las alturas, que se amplifican en la cabina cerrada de un avión.

Finalmente, Furness-Smith y otros expertos señalan que el estrés acumulado en la vida personal puede hacer que volar se sienta especialmente arriesgado, ya que en caso de accidente, las probabilidades de sobrevivir son bajas, reforzando así el temor al vuelo.