A partir del próximo ciclo lectivo, también cambiará el diseño curricular del nivel inicial en la ciudad de Buenos Aires, que ya se había modificado en 2019. El gobierno porteño, a cargo de Jorge Macri, anunció modificaciones curriculares para las salas de 4 y 5 años, la apertura de cinco centros de primera infancia (CPI) y un cambio en la formación de todos los efectores para la detección temprana de distintas capacidades.

Tras haber anunciado las reformas para las escuelas secundarias y luego para las primarias, la Ciudad ahora presentó “un abordaje integral para la primera infancia” desde los 45 días hasta los 5 años. “Van en línea con la revisión de todo el sistema educativo. Todo lo que podamos hacer después se juega en estos primeros años. Lo que ocurre en esta etapa define muchas de las capacidades futuras de desarrollo”, apuntó el jefe de gobierno. “La manera más efectiva es hacer una política 360°″, sumó la ministra de Educación, Mercedes Miguel.

Los cambios en el diseño curricular para las salas de 4 y 5 “profundizarán los aprendizajes fundacionales en lengua y matemática para lograr una mejor articulación a partir del primer grado”. En línea con los demás anuncios, y en el marco del plan Buenos Aires Aprende que lanzaron en mayo, el objetivo también estará centrado en mejorar el nivel de lectoescritura.

Las modificaciones impactarán en 740 escuelas de educación de nivel inicial, 26.392 alumnos de sala de 4 y 30.112 de sala de 5

“Estamos metiendo el criterio de primaria en sala de 4 y 5 con foco en matemática y lengua, y seguimiento personalizado de cada niño con un informe de evaluación para que el maestro de primer grado ya sepa qué recibe”, sintetizó Macri.

El gran cambio es que ahora tienen objetivos de logro. Hoy no se pierde el juego, pero lo importante es que estamos poniendo estrategia en lo que pasa en el aula. Con materiales concretos, ese niño debe lograr objetivos concretos”, señaló Miguel respecto de las modificaciones, que impactarán en 740 escuelas de educación de nivel inicial, en 26.392 alumnos de sala de 4 y 30.112 de sala de 5.

El sistema tendrá, según comunicaron, indicadores de logro en lengua y matemática. Entre otros:

  • Inicia y sostiene conversaciones por períodos cada vez más prolongados;
  • Formula preguntas para solicitar información o expandir su conocimiento;
  • Mantiene correspondencia entre las palabras-número y los objetos alineados y no alineados de una colección de hasta diez elementos;
  • Representa cantidades usando dibujos, íconos, símbolos y material manipulativo.

Nuevo diseño curricular para sala de cuatro y cinco

A la vez, capacitarán a todos los docentes, tanto de gestión estatal como privada, con una nueva propuesta: “Alfabetización en Movimiento”. También entregarán nuevos recursos pedagógicos para cada una de las salas. Suministrarán 1250 kits de “Jugamos con palabras” para docentes de sala de 5 de gestión estatal y privada y 21.600 cuadernillos con fichas lúdicas destinadas a los alumnos.

Según informaron, cambiarán el monitoreo y la evaluación en estas salas. “Queremos volver a poner sobre la mesa la necesidad de medir y evaluar a los chicos, a los docentes, a la escuela y al sistema”, dijo el jefe de gobierno porteño.

Con la idea de generar evidencia para la mejora de los aprendizajes, precisaron que habrá diagnósticos sobre logros de aprendizaje de los niños de sala de 5, respecto de la alfabetización –sistema de escritura, conciencia fonológica, comprensión oral, vocabulario– a través de rúbricas implementadas por los docentes. También, identificación de las propuestas de enseñanza que se implementarán en sala de 5, a partir de la observación de sala por parte de supervisoras del nivel.

Además, habrá un seguimiento personalizado. “Al cambiar primaria, necesitábamos que conversara también con el nivel inicial. Estamos tendiendo un puente entre lo que necesita tener un niño para estar en primer grado y trabajando mucho en la articulación. La maestra que los va a recibir va a decir qué le falta a cada niño”, indicó Miguel.

También se intensificará la formación y capacitación para quienes interactúan todos los días con los chicos para poder detectar y trabajar sobre discapacidades

Por su parte, la vicejefa de gobierno porteña, Clara Muzzio, marcó: “Hoy, dos de cada diez chicos tienen problemas en el aprendizaje. Esa detección empieza en sala de 5, que empiecen la alfabetización nos ayuda a detectarlo más temprano. Poder tener acompañantes terapéuticos en los CPI va a favorecer también”.

En ese sentido, apuntaron que se “intensificará la formación y capacitación para quienes interactúan todos los días con los chicos para poder detectar y trabajar sobre discapacidades”. A la vez, incorporarán un nuevo CPI de pedagogía inclusiva en Barracas para chicos neurodivergentes y con discapacidades motrices.

En un trabajo conjunto con el Ministerio de Desarrollo Humano, además de este centro incorporarán otros cuatro, sumando 500 vacantes para llegar a las 15.000 entre los 80 centros que tiene la Ciudad. Ya inauguraron “Juanito Bosco” y “Quinquela Martín” en La Boca. En lo que queda de octubre sumarán “Corazones Felices” en el Barrio Mugica y, en noviembre, “Sembrando esperanza” en el bajo Flores.

No son las únicas modificaciones que habrá en los centros de infancia. Flexibilizarán las jornadas de atención, con distintos horarios; antes la jornada diurna iba de 8 a 16 y, el año próximo, las jornadas podrán ser de cuatro, seis u ocho horas, según decida cada familia. Además habilitarán espacios por la noche.

“Surgió de una recorrida y nos comentaban que muchas chicas necesitaban estos espacios. No queremos que nadie tenga que interrumpir su trabajo o su formación por no tener un espacio de cuidado para los chicos. Se irán adaptando a las demandas y necesidades de cada barrio”, dijo Gabriel Mraida, ministro de Desarrollo Humano y Hábitat, que también participó de la presentación. Informó, asimismo, que la inscripción para cada centro pasará a ser online y cada familia podrá entrar a la página de cada sede para ver sus características.