Una vez iniciado un nuevo año, las personas tratan de seguir resoluciones para mejorar su calidad de vida. Entre ellas se pueden destacar aquellas relacionadas con el cuidado de la salud: hacerse más controles, ejercitar más o cuidarse con la alimentación. La inteligencia artificial (IA) puede ayudar a determinar cuáles son las tendencias en este campo que seguirán las personas durante 2025.
Una de las plataformas más utilizadas es ChatGPT, que viene con tecnologías avanzadas de IA generadas por los últimos modelos de lenguaje de OpenAI. A la hora de brindar información, la herramienta recopila datos de distintos sitios web y da una respuesta informada sobre cualquier cosa que se le consulte.
Los 4 cambios en el cuidado de la salud que todos seguiremos en 2025, según la IA
Al escribir el prompt: “¿Cuáles son los 4 cambios en el cuidado de la salud las personas harán en 2025?”, la inteligencia artificial desarrollada por OpenAI puntualizó que este año “las personas adoptarán nuevas prácticas para mejorar su bienestar, impulsadas por la tecnología y un mayor enfoque en la prevención”. Estos reflejan una “mayor responsabilidad personal en el cuidado de la salud”.
En ese sentido, dio un listado de cuatro cambios clave en el cuidado de la salud que serán populares en 2025:
- Mayor uso de dispositivos de monitoreo personal: se trata de una tendencia en el cuidado de la salud que en los últimos años fue creciendo aún más. Cada vez más personas utilizarán relojes inteligentes, anillos de salud y otros dispositivos portátiles para rastrear su actividad física y ritmo cardíaco, y hasta pueden detectar otras métricas avanzadas como niveles de estrés y calidad del sueño. La integración con aplicaciones de salud también permitirá que los usuarios reciban alertas y recomendaciones personalizadas basadas en sus datos en tiempo real. Estos datos ayudarán a tomar decisiones diarias más informadas sobre la salud.
- Alimentación más personalizada y basada en la ciencia: el interés en la nutrición individualizada crecerá, con dietas ajustadas según la genética, el microbioma intestinal o necesidades específicas detectadas mediante análisis de sangre. Estos estudios permiten determinar con mayor precisión qué alimentos favorecen el metabolismo de un individuo y optimizan su salud. Así se espera que se dejen las dietas genéricas de lado por planes alimenticios personalizados. A su vez, se anticipa que habrá un aumento en el consumo de alimentos funcionales y suplementos personalizados. Productos enriquecidos con probióticos, proteínas vegetales específicas y vitaminas adaptadas a cada perfil individual serán más comunes. Incluso se verán apps y servicios que recomiendan comidas y recetas basadas en el estado actual del organismo de la persona.
- Prioridad en la salud mental y la reducción del estrés: el bienestar mental se va volviendo en una prioridad tan importante como la salud física. Las personas serán más conscientes del impacto del estrés en su salud mental y adoptarán prácticas como la meditación, el mindfulness y la terapia en línea. También se verá un mayor equilibrio entre el trabajo y la vida personal, con estrategias para desconectarse digitalmente. Las plataformas de terapia en línea y chatbots de apoyo psicológico también se volverán más accesibles, lo que permitirá que más individuos busquen ayuda sin barreras económicas o geográficas. Paralelamente, aumentará la conciencia sobre la importancia de reducir la sobrecarga digital. Así muchos recurrirán a la “desintoxicación digital”, por la cual establecerán límites en el uso del celular y las redes sociales para mejorar su bienestar emocional.
- Prevención proactiva y chequeos regulares: se espera que más personas tomarán un rol activo en la prevención de enfermedades. En lugar de esperar a enfermarse, habrá quienes acudirán a chequeos médicos preventivos, realizarán análisis de salud periódicos y seguirán programas de bienestar. Las vacunas y terapias preventivas también ganarán terreno, con opciones personalizadas según el historial clínico y la predisposición genética de cada persona. Además, el monitoreo continuo de la salud mediante dispositivos conectados ayudará a detectar anomalías tempranas y evitar problemas crónicos. De esa forma, la medicina preventiva se convertirá en una prioridad para evitar enfermedades crónicas y mejorar la calidad de vida.